En la segunda audiencia del debate se vivieron momento de extremo dolor en la sede del fuero Penal. Detalles de un caso desgarrador que marida hambre y pobreza.
El juicio oral que se desarrolla en La Plata tiene en el banquillo a un empresario acusado de atropellar y matar a un adolescente de 16 años que cazaba liebres para comer y ayudar con la economía familiar en plena pandemia. Llantos en la sala de audiencia y testimonios para el asombro.
El caso tiene como principal imputado al empresario Pablo Sánchez, quien enfrenta cargos por homicidio simple tras la muerte de Alex Campos ocurrida el 24 de mayo de 2020, en plena cuarentena por la pandemia. La fiscalía, a cargo de Mariano Sibuet, sostiene la acusación de homicidio simple, aunque no descartó acompañar la hipótesis de homicidio calificado por alevosía, planteada por los abogados de la familia de la víctima.
El acusado enfrenta una posible cadena perpetua. Testigos clave revelaron en La Plata un contexto de violencia de género y maltratos previos.
La defensa del acusado, representada por los letrados Fabián y Facundo Améndola, sostiene que se trató de un caso de exceso en la legítima defensa, o en su defecto, un homicidio culposo.
En la segunda audiencia del juicio oral declararon familiares y amigos de la víctima, además de los médicos forenses que realizaron la autopsia. José Luis Cabañas, uno de los galgueros que esa mañana salió a cazar junto a su hermano y la víctima, fue contundente al narrar cómo se desarrollaron los hechos en el campo ubicado en la zona conocida como El Taladro, en el partido de Cañuelas.
“Salimos a cazar lo más bien alrededor de las 6:30 de la mañana, salimos con los perros galgos, nunca llevamos armas”, expresó. Describió el terreno como “pelado, sin animales” y dijo que no vieron venir al vehículo hasta que fue demasiado tarde: “Apareció de la nada a toda velocidad”, recordó. Aseguró que la camioneta 4x4 del empresario “lo agarró con una rueda de adelante y otra de atrás”. Tras el impacto, según su testimonio, Sánchez les dijo: “Agarren el cuerpo y váyanse”. Cuando le pidieron ayuda para trasladar a Alex, se negó.
Su hermano, Agustín Martín Cabañas, ratificó que fueron a correr liebres y que la víctima “nunca había ido antes a ese campo”. Aunque no vio el momento exacto del impacto, sí confirmó que la camioneta se desplazaba a gran velocidad y que el terreno estaba despejado: “El pasto estaba corto y seco”, remarcó. Agregó que, tras el choque, le habló a Alex pero “no me dijo nada, no respiraba”.
En la audiencia también prestó declaración Johana Pérez Cortes, tía del adolescente, quien fue una de las primeras en llegar a auxiliarlo. Entre lágrimas, relató que el acusado “daba vueltas con la camioneta alrededor (del cadáver)” y recordó el momento en el que le gritó: “Me mataste a mi sobrino”, a lo que Sánchez habría contestado con frialdad: “Está bien muerto por chorro”.
Otro familiar, Carlos Facundo Duhalde, tío de Alex, reforzó la versión sobre la actitud distante del empresario. Afirmó que “nunca se bajó de la camioneta” y también confirmó que se negó a ayudar a trasladar a la víctima.
Más adelante, declararon los médicos forenses Natalia Iriarte y Ricardo Lazarte, quienes realizaron la autopsia al cuerpo. Ambos coincidieron en que la causa de la muerte fue un “shock hipovolémico” producto de una hemorragia masiva. Detallaron lesiones múltiples: fractura de cráneo, luxación de cadera, desgarros de hígado y corazón, lesiones en ambos riñones. Subrayaron que la muerte fue prácticamente inmediata, aunque aclararon que Alex tuvo algunos minutos de sobrevida sin asistencia médica.
A preguntas de la defensa, los peritos indicaron que no cuentan con elementos técnicos que permitan confirmar si la víctima fue efectivamente aplastada por la camioneta, tal como sostienen los querellantes. Esa parte del expediente se apoya, principalmente, en el testimonio de un testigo presencial.
El último en declarar durante esta audiencia fue Mario Miceli, vecino y amigo de la familia Campos, quien conocía a Alex desde su nacimiento. Contó que el joven salía a cazar liebres periódicamente sin armas y recordó que los primeros policías que llegaron al lugar estaban impactados por la escena.
La próxima audiencia del juicio fue fijada para el miércoles 7 de mayo a las 10:00, ocasión en la que se prevé la declaración de un perito oficial, peritos de parte y dos testigos ofrecidos por la defensa. En tanto, los alegatos de las partes están programados para el jueves 8 de mayo, instancia clave en la que se definirá si el Ministerio Público Fiscal sostiene la acusación por homicidio simple o se alinea con el pedido de homicidio calificado por alevosía, lo que implicaría una eventual condena a prisión perpetua.
Durante cada jornada del juicio, el público presente —integrado por familiares, amigos y vecinos del joven fallecido— acompaña con profundo dolor y firme reclamo de justicia. Muchos de ellos lucen remeras blancas con la leyenda “Justicia para Alex” en el pecho y una semblanza conmovedora en la espalda:
“Caminando con la esperanza de disfrutar con mis perros,
sin esperarlo, sin verlo en aquel hermoso día.
Acabaste con mi alegría, la de mi familia y todos los galgueros”.
El proceso judicial aún no está cerca de su desenlace, pero la contundencia de los testimonios, la dureza de la prueba forense y las distintas posturas de las partes abren un escenario de alta tensión jurídica y emocional, cuyo veredicto final quedará en manos del Tribunal Oral Criminal (TOC) IV de La Plata, integrado por Carolina Crispiani, Emir Caputo Tártara y Ernesto Domenech, por la secretaría de Analía Reyes.