La llegada de los Hells Angels, sus recorridas por el centro, las fotos, las peleas y hasta un tiroteo marcaron una de las semanas más intensas en La Plata.
La Plata vivió una de las semanas más inesperadas y ruidosas del año cuando, a mediados de octubre, cientos de integrantes de los Hells Angels invadieron el centro de la ciudad para participar de la World Run. Su estadía dejó desde postales insólitas hasta enfrentamientos violentos y un tiroteo que activó una investigación judicial con final incierto.
El sorpresivo movimiento por las calles de la ciudad comenzó el martes 14 de octubre, cuando decenas de motoqueros con camperas de cuero y barbas largas llegaron a los hoteles del centro de la ciudad.
El asesinato de Kim Gómez sacudió al país, reavivó el debate sobre imputabilidad, desató una fuerte pelea política y embanderó a su papá en un lucha social.
El 16 de junio, la esquina de diagonal 77 y 48 se prendió fuego y causó estragos en toda la manzana. La titular de la firma Aloise Tecno quedó en la mira.
Los primeros que llegaron se alojaron en el Grand Brizo, en el Land Plaza o en el Dazzler, pero la cantidad de visitantes desbordó la capacidad hotelera de la ciudad y casi todos los hospedajes se vieron beneficiados con sus divisas.
La presencia de estos llamativos personajes no tardó en llamar la atención: vecinos, turistas y comerciantes quedaron impactados por la postal casi cinematográfica que se desplegó durante aquellos primeros días.
Los Hells Angels, creados a fines de los años 40 en Estados Unidos y hoy presentes en más de 50 países, habían elegido la región como parte de la World Run, la convención internacional que reúne cada año a miles de miembros. La edición 2025 convocó a más de 1.500 participantes, lo que explica la intensa circulación de motos, combis y camionetas durante varios días.
La convención internacional World Run que reúne cada año a miles de miembros de los Hells Angels eligió a la región de La Plata para su edición 2025
Y las leyendas de sus chalecos mostraba lo variado del origen de los participantes. Motoquero de países muy distintos y de todos los continentes, se hicieron parte de un paisaje cotidiano que pronto se integró casi siempre amablemente con los transeúntes y las situaciones de la vida callejera diaria, salvo cuando se protagonizaron peleas con algunos trapitos.
Había visitantes de países tan variados como Inglaterra, Grecia, Rumania, España, Eslovenía, Lituania, Italia, Noruega, Escocia, y de todos los estados norteamericanos.
La primera cita del encuentro fue en el salón La Paloma, en 9 y 146, en Berazategui, y más tarde se mudó al predio Segunda Generación, ya en El Peligro, localidad al oeste de La Plata, sobre diagonal 434 y 213.
Ahí ocurrió el primer incidente policial: durante un control, agentes detuvieron a un integrante del grupo que intentaba ingresar con una pistola Taurus 9 milímetros y veinte balas guardadas en la guantera de un Chrysler PT Cruiser. El hombre fue identificado, trasladado a la comisaría y quedó a disposición de la Justicia; el arma y el vehículo fueron secuestrados.
Con la ciudad funcionando como sede improvisada de la World Run, comenzaron a circular fotos y videos de los motoqueros recorriendo el centro, cargando nafta, comiendo en restaurantes y moviéndose en grupos compactos que ocupaban calles enteras. Para entonces ya había aparecido Hells Angels argentinos y sudamericanos, que habían podido sumarse con sus motos.
Uno de los momentos más llamativos con los motoqueros integrados a la ciudad se vivió el viernes 17 de octubre, mientras la militancia peronista comenzaba a reunirse en Plaza San Martín por el Día de la Lealtad. Una de las postales más compartidas del año circuló rápidamente en las redes sociales: varios Hells Angels posaron sonrientes junto a obreros de la UOCRA, en una escena tan inesperada como celebrada.
“Lo que faltaba”, dijeron algunos; “la foto del año”, bromearon otros. El guiño quedó instalado como un capítulo pintoresco en medio de lo que sería un fin de semana agitado.
Horas después, en 6 entre 48 y 49, se registró el primer hecho de violencia en pleno centro con Hells Angels involucrado. Tres trapitos discutieron con un miembro de la banda y los gritos derivaron en empujones y golpes frente a comerciantes y transeúntes que no salían de su asombro. La secuencia quedó registrada en celulares y también se viralizó.
Pero el duelo entre motoqueros y cuidacoches tuvo otro capítulo en la madrugada del sábado 18. En la rambla de 51 entre 5 y 6, frente a la Gobernación, volvieron a cruzarse en una pelea que fue mucho más violenta. Un video muestra cómo varios hombres golpean a un repartidor de PedidosYa y a otras personas que quedaron inmovilizadas en el suelo mientras los testigos gritaban pidiendo ayuda.
Pero la escena más grave ocurrió al otro día, cerca de las 13.30, cuando en la esquina de 44 y 26 estalló un tiroteo. Los vecinos, aterrados, se tiraron cuerpo a tierra para resguardarse. Al principio se creyó que los involucrados no eran Hells Angels, pero los testimonios y las cámaras confirmaron que se trató de un choque entre la banda estadounidense y los Tehuelches MC, un club argentino con presencia en México y Paraguay.
Según la investigación, una combi, una Volkswagen Suran y una camioneta baja bloquearon el paso del grupo rival. Bajaron varios motoqueros y se desató una batalla campal con disparos, golpes y motos destrozadas. Hubo tres heridos, dos de los Tehuelches y uno de los Hells Angels, todos trasladados conscientes a hospitales de la zona. La Policía Bonaerense secuestró once motos, cuatro armas de fuego y demoró a trece personas para su identificación.
La madrugada siguiente aportó otro capítulo insólito. Lejos del clima de tensión, algunos motoqueros fueron vistos en el boliche La Casona, en 44 entre 10 y 11, bailando entre los jóvenes que aprovecharon para filmarlos. Las imágenes circularon de inmediato.
A fines de noviembre, más de un mes después del tiroteo, la causa judicial dio un giro. Por orden del fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta y del juez Agustín Crispo, se realizaron más de diez allanamientos en distintos puntos de la provincia vinculados tanto a los Hells Angels como a los Tehuelches MC.
Los operativos dejaron como resultado el secuestro de armas de fuego, chalecos antibalas y más de 500 municiones, además de teléfonos celulares y el vehículo identificado como uno de los utilizados en el ataque: una Ford Econoline. Entre los detenidos apareció un hombre con antecedentes por otro enfrentamiento con los Tehuelches en 2016.
La investigación, que inicialmente apuntaba a los Tehuelches como víctimas, comenzó a virar hacia una hipótesis más compleja: la posible responsabilidad de miembros de ambos grupos en una confrontación organizada. Muchas armas incautadas estaban registradas a nombre de sus portadores, lo que abrió interrogantes sobre la planificación y la logística previa al enfrentamiento.
Mientras algunos de los implicados recuperaron la libertad bajo restricciones, otros continúan bajo investigación en un expediente que ya dejó de ser un episodio aislado para transformarse en un caso criminal de múltiples ramificaciones.
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