CARA A CARA EN CASACIÓN
La audiencia de Casación se desarrolló el pasado 4 de mayo. La fiscal Alejandra Moretti, requirió en su alegato que los jueces que confirmen la condena. En esa jornada el acusado rompió el silencio. “Soy profesor de música, no abusador de menores. Soy el hijo de Alicia y Pepe, no un degenerado”.
“Los chicos son víctimas del proceso no de cosas que supuestamente hice en el jardín (de infantes) del Colegio San Benjamín”, sostuvo el profesor. Frente a él estaba una de las menores denunciantes, su madre y la madre del otro menor denunciante cuyos datos se mantienen en reserva para preservar la intimidad de los hoy adolescentes.
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Un sector de la docencia realiza marchas en apoyo a Lucas Puig, lo consideran inocente
Foto: AGLP
Puig sostuvo que siempre estuvo a disposición de la justicia, aunque reconoció que no concurrió a la audiencia del “gran informe presencial” realizada por dos peritos de parte de la acusación. Ese informe fue una de las pruebas que valoraron los jueces de primera instancia para fundar la condena.
“Yo amo ser docente y eso me llena como persona”, señaló en otro pasaje. “Yo siempre confié en la justicia, colaboré, yo pedí ser juzgado, pedí un juicio justo en un plazo razonable, sigo confiando en la justicia”.
También atacó a los jueces que lo condenaron (Sanucci, Fernández Lorenzo y Decastelli): “El Tribunal I avasalló todo y me convirtió en víctima de violencia institucional” para luego hacer énfasis en su versión y aseverar que “el hecho no ocurrió, soy inocente, yo no hablo por mí lo hacen los docentes que están afuera”, dijo en relación a los manifestantes que gritaban “Lucas inocente”.
Antes del cierre de la audiencia los jueces le volvieron a conceder la última palabra: “Todo lo que digo es con respeto, hago uso de mi derecho a declarar, confío en la justicia, lamento que hayan pasado 13 años, soy inocente”.
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La notificación de Casación que amplía el plazo para dar a conocer la resolución
Antes, los abogados de las familias de los menores denunciantes, solicitaron que declare uno de ellos en el marco de la Ley de Víctimas. Los jueces se opusieron a escuchar el testimonio de la joven que estuvo presente durante la audiencia junto a su madre. La joven se retiró con lágrimas en los ojos, su madre insultando al acusado: “Degenerado, violador, le arruinaste la vida a mi hija”.
Las familias de los menores son asistidas por los abogados Flavio Gliemmo, Julio Beley, Marcelo Botindari y Martín Bolpe. En la defensa están Adrián Fernández Koenig, Daniel Apaz y Gastón Nicocia.
EL DOLOR DE LAS FAMILIAS
El domingo 14 de marzo de 2010 marcó un antes y un después en la vida de muchas familias de Los Hornos y de la comunidad educativa del Colegio San Benjamín. La revelación de una nena de 4 años de lo que pasaba aulas adentro del Jardín generó un cimbronazo en la ciudad de La Plata. Ese día la menor contó el calvario de agresión sexual que estaba padeciendo. Doce años después un tribunal de La Plata condenó a 35 años de prisión al profesor de música al encontrarlo culpable de aberrantes delitos como abuso sexual con acceso carnal agravada y corrupción de menores (entre otros quebrantamientos). Los jueces dieron por probado que violó a una nena y a un nene. Por esto mismo se ordenó la apertura de una investigación sobre la docente Silvina Díaz, como presunta cómplice.
El caso tuvo dos juicios orales. En el primero y por mayoría en base al beneficio de la duda, dos jueces lo absolvieron. Pero la jueza Carmen Palacios Arias entendió que era culpable. Con ese voto en minoría, más la apelación de las fiscales de juicio Silvina Langone y Helena de la Cruz, una sala del Tribunal de Casación Penal bonaerense ordenó realizar un nuevo juicio, que terminó en una dura condena para el docente, quien se llamó a silencio durante todo el debate. La única vez que habló fue ante la fiscal Virginia Bravo, cuya investigación se coronó con la sentencia. Fueron cuatro mujeres que creyeron en los chicos.
En todos estos años las madres de los menores hablaron en pocas ocasiones. Ambos señalaron que “el abuso destruye” y temen por el futuro de sus hijos. “No sabemos cómo podrán esta mochila de por vida”, coincidieron. Viven en un estado diario de incertidumbre y angustia. Llevan 13 años de sufrimiento junto a sus hijos hoy adolescentes.
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Lucas Puig y sus abogados durante el segundo juicio oral
Foto: AGLP
Cecilia De León y Patricia Porro son las madres de los menores que en el año 2010 vencieron sus miedos y denunciaron que fueron abusados sexualmente, al menos así lo determinó la justicia de primera instancia.
Durante 14 años Cecilia y Patricia acudieron en contadas oportunidades a los medios de comunicación. Cada vez que se expresaron lo hicieron de manera respetuosa y confiando en la justicia, pese a que, en el primero de los juicios orales del caso, Puig fue absuelto por mayoría.
En relación a la resolución de Casación Cecilia aseveró que “estamos muy esperanzados y confiados que el máximo tribunal Penal de la provincia de Buenos Aires, Casación, tendrá una resolución favorable, tenemos la certeza que confirmará la sentencia de 35 años. Es muy simple lo que tienen que hacer los jueces Violini, Maidana y Natiello, escuchar a estos niños que desde la primera declaración cuando tenían tres años hasta la última cuando tenían 17. Es una lástima que no hayan podido asistir a los testimonios de estos adolescentes, pero si leyeron la sentencia, la doctora Sanucci transcribe estos testimonios que son muy crudos, angustiantes, sufridos, tuvieron el valor de poner en palabra semejante sufrimiento. Por eso agradecemos a los jueces del Tribunal Oral Criminal I por la escucha atenta que han tenido con nuestros hijos, no es sencillo con 16, 17 años, enfrentar un tribunal y contar las atrocidades que este monstruo de Lucas Manuel Puig les hacía, dieron detalles precisos realmente escalofriante cómo este monstruo los vejaba, violaba, ultrajaba”.
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Ramiro Fernández Lorenzo, Hernán Decastelli y Cecilia Sanucci, jueces que condenaron a Lucas Puig
Foto: AGLP
“Todas estas personas que apoyan al condenado no tuvieron la intención de leer la sentencia y, por supuesto, no estuvieron presentes en la declaración ni en el juicio. Las pruebas son abrumadoras, las certezas fueron todas, ellos ni una prueba pudieron descartar. Los únicos que tienen cadena perpetua en esta causa son nuestros hijos, que con tres y cuatro años se animaron a hablar, se animaron a enfrentar a un sistema que no siempre los escuchó”, refirió.
Patricia Porro dijo que le angustia el futuro de su hijo de 17 años. “Se hace larga, muy larga, la espera para que la justicia termine de dictaminar. Me encantaría que se resuelva ya, que sea inminente la resolución y que los jueces de Casación sean tan correctos en escuchar a los chicos y en poder escuchar, ver, leer. Como lo hicieron los jueces de Tribunal Oral Criminal I de La Plata, que los magistrados de Casación hagan lo mismo”.
“Mi hijo está a la espera, como estamos todos, que esto se termine o por lo menos sea un paso más, y es un paso más súper importante el decirte como está mi hijo, yo no sé si hoy tiene este carácter y es así tan cerrado por lo que le pasó porque el temperamento de él así, no lo sé”, señaló con intranquilidad.
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Tras la condena gremios docentes realizaron un paro en repudio a la decisión judicial
Foto: AGLP
La madre expresó que su hijo “tiene todo, pero es como que lleva esa mochila y nunca se le va, nunca puede sacarse esa mochila encima, no tiene que convivir con eso, cada pasito que se dé hasta terminar con esto que sea definitivo, son piedras que se van sacando de esa mochila para que la mochila pese un poquito menos”.
“Nosotras, las mamás de los chicos abusados, estamos ansiosas porque la resolución llegue ya, ya, que ojalá Dios ilumine a los jueces para que puedan hacer las cosas bien, como corresponde”, finalizó.