Durante el partido de Reserva entre Gimnasia y Vélez, una bandera de Tortuguitas llamó la atención en Estancia Chica. Detrás de ella había un grupo de hinchas que viajaron especialmente para acompañar a Tiago Azamé, mediocampista del Lobo que culminó sus estudios secundarios gracias al programa educativo del club.
Transcurrían 30 minutos del primer tiempo cuando una mujer se acercó al alambrado para retratar una escena especial: un nutrido grupo de jóvenes con una bandera azul que decía "TORTUGUITAS". No era un grupo cualquiera. Eran amigos, vecinos y familiares de Tiago, mediocampista de la Reserva tripera, quienes habían viajado especialmente para acompañarlo.
En un encuentro donde el equipo tripero presionaba a Vélez en busca del primer gol, las miradas también se posaron en ese rincón del predio donde el aliento no cesó ni un segundo. El telón y los cánticos fueron el símbolo de un lazo que une al joven futbolista con su pueblo natal y con la identidad albiazul.
Azamé, oriundo de Tortuguitas, llegó a las divisiones formativas del Lobo a comienzos de 2024. Desde entonces, se incorporó a un proceso de crecimiento integral, no solo deportivo sino también personal.
Tiago Azamé Reserva Gimnasia
Tiago Azamé en la Reserva de Gimnasia.
Junto a su compañero Benjamín García, el mediocampista decidió inscribirse en el Plan FINES para completar sus estudios secundarios, una iniciativa del club destinada a socios, socias e hinchas mayores de 18 años.
Meses atrás, Tiago alcanzó ese objetivo y celebró la finalización del ciclo lectivo rodeado de sus afectos, los mismos que este martes se hicieron presentes en Abasto para alentarlo desde el alambrado. Una muestra del compromiso y el acompañamiento que fomenta Gimnasia a través de su política educativa y social.
Un pibe de Gimnasia con sueños por cumplir
La historia de Tiago Azamé representa los valores que el club busca transmitir a sus juveniles: esfuerzo, superación y sentido de pertenencia. A sus 19 años, combina la pasión por el fútbol con la formación académica, demostrando que los sueños pueden construirse dentro y fuera de la cancha.
Su bandera en Estancia Chica no fue solo un símbolo de apoyo, sino también una celebración de los logros compartidos. Un mensaje claro de que, en Gimnasia, cada paso que da un “Pibe Lobo” se sostiene en una comunidad que alienta, acompaña y cree.