Dos ocupantes que se dirigían a La Plata con una carga de zanahorias murieron durante el choque múltiple del jueves pasado en la Panamericana.
Dos de las cinco personas involucradas en el choque múltiple ocurrido el pasado jueves en la autopista Panamericana, a la altura del kilómetro 70 del ramal Campana, viajaban con destino a La Plata. El siniestro dejó un saldo de tres muertos y dos heridos, tras un incendio que consumió varios vehículos.
El accidente involucró a dos camiones, una Peugeot Partner y un Citroën C4, generando una columna de humo visible a kilómetros. Según se detalló, el origen del siniestro fue un neumático que se desprendió de un camión mosquito que circulaba en sentido a Rosario.
Un hombre de 70 años que recorría la Ruta 40 sufrió una caída y quedó debajo de su moto por una hora. Vuelve a La Plata para reponerse.
Diego Sebastián Romano, de 48 años, gerente de la empresa Comercial Arenas en Villa Soldati, viajaba solo en la Peugeot Partner y murió en el acto. Había ido a Santa Fe a entregar neumáticos para su empleador antes de regresar hacia Buenos Aires.
María Alfonso y José Escobedo, vecinos de Cayastá, a unos 80 kilómetros de Santa Fe capital, fueron las otras dos víctimas fatales. Ambos trabajaban en el transporte y la cosecha de zanahorias, uno de los cultivos más importantes de la región, y se dirigían a La Plata para repartir su carga.
El accidente se produjo cuando el camión rojo perdió el control al cruzarse con la rueda suelta del camión mosquito. Imágenes de cámaras de seguridad de Campana muestran cómo el vehículo se cruza a la vía contraria, provocando la colisión múltiple.
Jonatan Núñez, el conductor del camión que perdió la cubierta, permanece internado en el hospital de Campana con quemaduras en el 45% de su cuerpo, en estado reservado. Según fuentes oficiales, no tuvo posibilidad de esquivar el obstáculo que originó el siniestro.
Una Toyota Hilux blanca logró esquivar el choque por centímetros, pero la Peugeot Partner y otro camión Iveco no tuvieron la misma suerte, falleciendo sus ocupantes. Mientras tanto, un Citroën C4 logró evitar la peor consecuencia: uno de sus ocupantes alcanzó a bajar corriendo entre las llamas.
Gabriel Melo, de 56 años, y Javier Rolla, de 47, empleados bancarios de Junín, viajaban en el Citroën C4. Ambos resultaron ilesos físicamente, aunque fueron testigos del impactante incendio que se desató tras el choque.
La fiscal Ana Laura Brizuela, del Departamento Judicial Zárate-Campana, se encuentra a cargo de la investigación. Las pericias sobre el camión mosquito determinarán si la rueda cayó por negligencia o por un fallo mecánico, lo que habría desencadenado la tragedia.