Javier Correa se unió a la pretemporada con el Cacique, pero una lesión lo marginará de las canchas por varias semanas.
Javier Correa fue vendido por Estudiantes y se fue a jugar Colo Colo. Luego de confesar en la primera conferencia de prensa que "estaba contento por llegar al club más grande de Chile", el delantero cordobés abandonó el entrenamiento por una lesión.
Tal como informó 0221.com.ar, Correa fue vendido por 2,3 millones de dólares, habiéndolo negociado en un precio muy por encima de su cláusula de rescisión (1,8 millones de dólares).
Los investigadores de la UNLP detectaron cambios en el estado de salud de las ranas que habitan sitios alterados por actividades antrópicas en La Plata.
El hombre detenido tenía una gran cantidad de gramos de alcohol en sangre. Lo vieron por las cámaras de Berisso y fueron a hacerle un control de alcoholemia.
En su presentación en sociedad, adelantó qué representaba para él llegar al fútbol trasandino: "Con la familia estamos contentos con el paso que estamos dando, ya que vengo al más grande de Chile y eso lo tengo que aprovechar al máximo".
Luego de su primera semana de trabajos en el Cacique, y de empezar a amoldarse al nuevo equipo y país, Correa tuvo que abandonar el último entrenamiento por una molestia y mediante la cuenta oficial de X del club se confirmó que "sufre lesión muscular en el isquitibial derecho". De esta forma, no podrá ser tenido en cuenta por lo pronto, durante tres semanas.
En una negociación fugaz y que en primera instancia iba a ser por la cláusula de salida, Correa llegó a un acuerdo para convertirse en jugador del conjunto colocolino. En ese sentido, el club chileno adquirió el 100% de los derechos económicos del delantero de 31 años a cambio de una suma superior a los 2 millones de dólares.