Investigadores de la Universidad Nacional de La Plata( UNLP) avanzan en el aprovechamiento de residuos agroindustriales para elaborar alimentos de bajo costo destinados a caprinos y ovinos. El proyecto analiza fuentes como alcaucil, acacia negra, orujo de uva y bagazo de cerveza, evaluando su aporte nutricional y su conservación.
Los desechos de la actividad industrial y agrícola suelen convertirse en un problema ambiental, pero investigadores del Curso de Introducción a la Producción Animal del Departamento de Tecnología Agropecuaria y Forestal de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales trabajan para transformarlos en insumos nutritivos y económicos destinados a caprinos y ovinos. El objetivo es garantizar dietas de calidad y favorecer la sustentabilidad económica de pequeñas unidades ganaderas.
El director del equipo, el ingeniero agrónomo, Carlos Cordiviola, explicó: "Transformamos sustancias residuales de otras actividades típicas de nuestro cinturón frutihortícola y agroindustrial, de disponibilidad regional y de muy bajo costo, cuya disposición representa un potencial riesgo ambiental. Creemos que esta combinación de factores, característica de los ámbitos periurbanos, puede ser aprovechada en beneficio del sector productivo y de la comunidad en general".
Nutrición animal cabras (3)
Investigadores de la UNLP impulsan nuevas estrategias nutritivas para fortalecer la producción caprina y ovina
Entre los materiales analizados se encuentra la planta de alcaucil procedente del cinturón hortícola platense. Tras la cosecha, queda una biomasa de importante porte que suele quemarse o ser incorporada al suelo con costos adicionales. El grupo ensayó su conservación mediante ensilado y su uso en la alimentación de caprinos, con resultados favorables en aceptación y valor nutritivo.
La UNLP apuesta por dietas sustentables para el ganado
Otra fuente estudiada es la acacia negra (Gleditsia triacanthos), una especie invasora que se expande en zonas que van desde Buenos Aires hasta Tucumán. El equipo evaluó la chaucha como ingrediente para caprinos y determinó que no sólo aporta buena calidad nutricional, sino que contribuye a reducir la diseminación de la especie gracias a la masticación más fina de estos animales.
También se investigó el orujo de uva Isabella, residuo del tradicional "vino de la costa" producido en Berisso. Su disposición genera inconvenientes ambientales, pero el análisis químico y las pruebas realizadas en cabras y conejos demostraron su aptitud como ingrediente dietario en ambas especies.
El bagazo de cerveza, cada vez más abundante por el crecimiento de la producción artesanal en La Plata, constituye otro material con problemas de disposición. Tras evaluar su composición química, los investigadores confirmaron su utilidad en dietas de caprinos y conejos, evitando así el traslado al CEAMSE y el aumento de costos para los productores cerveceros.
Nutrición aninal conejos (4)
La iniciativa convierte desechos regionales en recursos valiosos para mitigar problemas ambientales
Métodos de análisis y conservación
Los residuos utilizados son sometidos a análisis de laboratorio para determinar sus macrocomponentes, como lípidos, proteínas, hidratos de carbono, fibra, aporte energético y tenor de materia seca. A partir de esta información, el equipo analiza su potencial según especie, categoría y estado fisiológico de los animales, combinando ingredientes para cubrir requerimientos nutricionales específicos.
El proyecto también contempla la disponibilidad estacional de cada material. En los casos en que la oferta es limitada a ciertos momentos del año, los métodos de conservación —como la deshidratación y el ensilado— se vuelven fundamentales para asegurar su aprovechamiento continuo.
"Los beneficios de incluir con un criterio de economía circular este tipo de insumos en la alimentación animal, no sólo atañe a las pequeñas agroindustrias mencionadas, sino también a los productores ganaderos familiares, ya que se les abre la posibilidad de transformar materiales de muy bajo costo en proteínas de alta calidad en la alimentación humana (carne, leche y huevos) tanto para el autoconsumo como para la comercialización", concluyó Cordiviola.