A 31 años de la histórica presentación de "El amor después del amor" en La Plata, Fito Páez-de 60 años y más vigente que nunca- revisitó este clásico del rock nacional que lo tiene girando desde el 2022 por el país y el exterior, agotando localidades y deleitando a públicos de todas las edades.
Como un guiño a 1992, curiosamente hoy también Julio Alak es el intendente de la ciudad que lo acogió aquel 19 de noviembre, donde brindó un histórico concierto por su 110° aniversario.
Esta vez, los shows del viernes 15 y sábado 16 de diciembre fueron organizados por la productora Gonna Go y se vendieron como pan caliente.
En la previa del concierto de anoche, no faltaron cánticos de algunos fanáticos del Pincha que, al grito de "¡dale campeón!", celebraron la consagración del equipo dos días antes en Copa Argentina.
Pero ya a las 21.20, las luces del estadio de Estudiantes se apagaron para dejarse iluminar por las linternas de los celulares. Páez apareció en el escenario y la gente lo recibió envuelta en gritos y degustando la enorme mística de volver a escuchar en vivo los hits del disco más vendido del rock argentino.
El recital arrancó con "El amor después del amor" y siguió con "Dos días en la vida". En pleno despliegue escénico, el rosarino le dedicó unas cariñosas palabras a uno de sus máximos ídolos y referentes de la música local: "Qué suerte la de Argentina de haber tenido a una persona irrepetible con semejante disparate cósmico. La inteligencia artificial nunca va a poder inventar a un Luis Alberto Spinetta", dijo Páez en relación a su colaborador en "Pétalo de sal", otro de los temas que sonó en 1 y 57.
Fito no descuidó los detalles: los dos trajes que utilizó a lo largo del concierto combinaron el celeste y blanco. Es que, además de homenajear a su disco y de cantarle a su gente, le habló al país: las miradas cómplices en algunas estrofas, las imágenes de la bandera argentina de fondo y las dedicatorias a las grandes estrellas del rock nacional lo confirman.
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Fito Páez hizo delirar a La Plata con un grandísimo show en el Estadio UNO.
Con "A rodar mi vida" el clima de UNO volvió a ponerse futbolero: los fanáticos agitaron sus remeras, un poco por el calor y otro poco para dejar en evidencia la emoción que les provocó escuchar a una de las leyendas del rock nacional en su ciudad.
"La Plata es todo el país porque La Plata es Argentina y acá nacieron gran parte de nuestros cerebros", dijo Páez. En "Al lado del camino", en tanto, cambió parte de la letra como un guiño ("si alguna vez me cruzas por La Plata, regálame tu beso").
La lista siguió con "11 y 6″, donde se conectó con la gente y reflexionó: "Un país que canta, está bien". Hacia el final de las dos horas de concierto, dejó un consejo para estos tiempos: "Va a haber que abrazarse. Apelar al amor y a la inteligencia. Todos juntos". Los aplausos explotaron y la noche cerró con "Y dale alegría a mi corazón".