El resultado de las elecciones en la CABA impacta en la interna libertaria y condiciona la negociación entre el PRO y LLA en la provincia.
El triunfo de Manuel Adorni en las elecciones legislativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) podría reordenar piezas clave en el tablero político bonaerense. El último domingo el foco no solo estuvo puesto en la proyección de Javier Milei y Mauricio Macri, sino también los acuerdos de cara a la competencia que dará la oposición en el distrito que gobierna Axel Kicillof.
El resultado, con el candidato de La Libertad Avanza (LLA) siendo el más votado en las elecciones porteñas, podría ser determinante en las tratativas entre el PRO y los libertarios.
También se delegó el control de los sistemas informáticos en la Subsecretaría de Gobierno Digital, bajo la órbita del Ministerio de Gobierno bonaerense.
Mientras algunos dirigentes buscan un entendimiento estructurado, otros avanzan hacia acuerdos individuales que debilitan la conducción del fundador del partido amarillo y, en ese sentido, ya fue confirmada para esta semana una reunión clave entre Sebastián Pareja y Cristian Ritondo, los representantes de cada partido en la provincia.
La disputa, sin embargo, no termina ahí. El resultado de la elección también influirá en el rol que adopten sectores del radicalismo y del peronismo no kirchnerista (libermassistas). Referentes de ambos espacios evalúan su futuro político según el desenlace de la interna libertaria y los movimientos del PRO.
LLA atraviesa, pese al triunfo, una interna feroz. El asesor estrella del presidente, Santiago Caputo, acelera en ese marco su jugada en la provincia para desplazar a la secretaria General de la Presidencia y hermana del mandatario, Karina Milei, y su entorno. Para ello designó a Nahuel Sotelo y Agustín Romo como sus apuestas claves en la disputa de espacios de poder. Romo, incluso, busca posicionarse para 2027 y disputar la sucesión de Kicillof.
La tensión entre los libertarios crece: cabe recordar que en el cierre de campaña de Adorni casi hay enfrentamientos entre facciones internas. El conflicto por el liderazgo en Buenos Aires también llegó al acto, donde se acusó a la línea de Karina Milei de prometer pagos a militantes que no se concretaron.
Del otro lado de la grieta, Cristina Kirchner reapareció en el Instituto Patria y llamó a la unidad ante intendentes del conurbano. Aunque persisten las diferencias con Kicillof, el magro resultado en el norte argentino reavivó la necesidad de consolidar un armado común para evitar nuevas derrotas en la provincia.