La Ley de Financiamiento de Axel Kicillof avanzó tras duras negociaciones, con concesiones y un fondo para municipios.
La Legislatura aprobó en la madrugada la Ley de Financiamiento que el gobernador Axel Kicillof reclamaba desde hacía semanas y que funcionó como un punto de presión en la negociación paritaria con los gremios estatales, docentes y judiciales. El debate se extendió por horas y terminó habilitando a la Provincia a tomar deuda por 3.685 millones de dólares.
El primer intento de tratamiento había fracasado el viernes por falta de quórum. Ayer, el oficialismo convocó a una sesión extraordinaria a las 15, pero la falta de acuerdos obligó a una prórroga que se estiró hasta las 23.30. A esa hora, ni la reunión de labor parlamentaria logró destrabar los votos necesarios para alcanzar los dos tercios. El cuarto intermedio se extendió finalmente hasta la 1.30 y el proyecto obtuvo el aval de Diputados a la 1.45, habilitando al Senado a convertirlo en ley de inmediato.
Dos jóvenes habían ido a sacarse fotos por su recibida y se encontraron con Axel Kicillof y Julio Alak, que participaban de un acto en la Plaza Moreno.
Julio Alak y Axel Kicillof encabezaron una ronda de negocios en el Teatro Argentino de La Plata, buscando fortalecer el sector productivo y fomentar el empleo local.
La principal traba estuvo en la redacción del articulado que determinaba el destino del 8% del endeudamiento para los municipios, lo que generó dudas en el radicalismo. Aunque había acuerdo en la creación del fondo y en la asignación de cargos opositores en el Banco Provincia, el texto no terminaba de reflejar lo pactado de manera verbal. El punto recién se destrabó cuando se consensuó una nueva redacción.
El acuerdo final determina que el 8% de los 3.685 millones de dólares se destine a un fondo de libre disponibilidad para los municipios. Kicillof garantizó que $250.000 millones se desembolsarán en cinco cuotas durante el primer semestre de 2026, independientemente del ritmo con que la Provincia tome la deuda. Ese fue uno de los elementos que terminó de sellar el entendimiento.
Pero la otra negociación clave se dio sobre la estructura del Banco Provincia. Tras un extenso ida y vuelta, el oficialismo aceptó ampliar el directorio a 9 miembros y crear 5 cargos de síndicos, con voz pero sin voto. De acuerdo con lo pactado, seis directores pertenecerán al oficialismo y tres a la oposición: el monzoista Marcelo Daletto, Matías Ranzini del PRO y el libertario Fernando Rozas, mientras que el radical Fernando Pérez alternará su lugar con Daletto año a año. Para habilitar estos cambios fue necesario modificar la Carta Orgánica del Banco Provincia (un decreto-ley de 1979) mediante una ley tratada en forma separada.
En medio del clima de tensión, un hecho inusual irrumpió en el recinto. El intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, se presentó de manera sorpresiva y exigió reasumir la banca legislativa que obtuvo en 2021 pero de la que tomó licencia para conducir la comuna. El presidente de la Cámara, Alexis Guerrera, se lo negó argumentando que “no se pueden ocupar dos cargos electivos a la vez”. Tras un cruce a viva voz, Passaglia debió retirarse. Minutos después, la Presidencia denunció mediante un comunicado que “un diputado intentó asumir por la fuerza”.
Más allá del incidente, el oficialismo necesitaba la ley para gestionar un presupuesto provincial de $43 billones, del cual el 58% está destinado a salarios y el 18% a jubilaciones. Con escaso margen financiero y sin asistencia del gobierno nacional, el endeudamiento aparece como un instrumento clave para ejecutar obras, sostener gastos corrientes y enfrentar los vencimientos externos de casi 1.000 millones de dólares previstos para 2026.