El exclusivo barrio Grand Bell fue escenario de una noche cargada de polémica, que terminó con un megaoperativo policial y un joven de 27 años detenido.
El country Grand Bell se convirtió una vez más en noticia, luego de que el último fin de semana fuera escenario de una fiesta que terminó en escándalo y no acabó con heridos de milagro. Un joven golpeó a un adolescente y hasta efectuó dos disparos, enojado por los ruidos que hacían los chicos reunidos en el barrio.
Todo sucedió en las primeras horas del sábado, cuando uno de los vecinos del exclusivo barrio privado ubicado sobre la calle 467 de City Bell llegó hasta la puerta de la vivienda en la que, hasta ese momento, se llevaba a cabo una fiesta sin mayores inconvenientes.
Los vecinos del country Grand Bell de La Plata se encuentran en alerta luego de que unas familias se instalaran con carpas en un predio lindero.
Tres delincuentes asaltaron a una mujer de 77 años en su casa de City Bell. Se llevaron dinero en efectivo y un auto, que luego abandonaron cerca.
Fuentes vinculadas al caso revelaron que el joven, de 27 años, estalló de ira luego de que el adolescente, de 15 años, detonara fuegos artificiales en el lugar. En ese marco, el apuntado, se dirigió a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok hasta la casa en cuestión y allí comenzó increpar al chico, llegando incluso a golpearlo y efectuar -según reportaron los denunciantes del hecho- al menos dos disparos con un arma de fuego.
Tras lo sucedido, el papá del menor atacado puso en alerta a las autoridades policiales, radicó una denuncia y dio su versión de los hechos.
A raíz de la presentación, personal de la comisaría Decimocuarta realizó un amplio procedimiento en la vivienda del hombre implicado, donde encontró una pistola semiautomática de 9 milímetros Parabellum y unas 166 municiones intactas de ese mismo calibre. Las autoridades, sin embargo, determinaron que el acusado tenía los permisos correspondientes para portar y manejar el arma.
En este contexto, la Justicia inició una investigación que fue caratulada como "amenazas agravadas" y quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción N°7, cargo de la fiscal Virginia Bravo.