El principal sospechoso por el asesinato de Virginia Franco fue detenido en Quilmes y planeaba viajar a Tucumán esta misma semana.
El principal sospechoso por el crimen de la psiquiatra de City Bell, Virginia Franco, es un jardinero de 38 años que fue detenido en Quilmes y planeaba viajar a Tucumán esta semana. Lo comprometen imágenes de las cámaras de seguridad del barrio y también los datos del GPS del celular de la víctima, que había sido robado.
La víctima, de 68 años, fue hallada muerta el pasado sábado 15 de noviembre. Un amigo se preocupó porque no le contestaba el teléfono y fue a buscarla a su casa, donde la encontró boca abajo, con un corte en el cuello y otro en el mentón. La vivienda estaba toda revuelta y de inmediato dio aviso a la Policía Bonaerense. Poco después el personal del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) confirmó la muerte.
Desde entonces, los investigadores profundizaron sobre varias hipótesis y una pista asomó clara: algunos vecinos habían visto a dos jardineros en la vivienda, pero el pasto estaba crecido y en los ligustros no había signos de poda.
Tras semanas de pesquisa, finalmente las autoridades detuvieron uno de los presuntos jardineros a los que habían apuntado los vecinos. Javier Gustavo Echeverguren vive en City Bell, en una precaria casilla ubicada en 461 B entre 14 C y 15; pero fue encontrado las inmediaciones del asentamiento IAPI, en la citada localidad del sur del conurbano bonaerense.
Fuentes policiales revelaron a 0221.com.ar que llevaba consigo un bolso con ropa y un pasaje a Tucumán para el martes 25 de noviembre a las 19. En su hogar encontraron una tijera de podar con mango de fuerza, una tenaza y una sierra de arco.
En el lugar donde fue encontrado el cuerpo de Franco también se hallaron terrones de tierra, guantes de lana negro y colillas de cigarrillo. El teléfono de la víctima no estaba y poco después se supo que las últimas antenas en captarlo lo ubicaron en cercanías de la casa del acusado; se activó por última vez el 13 de noviembre a las 10.09.
Los investigadores comenzaron entonces a buscar a los presuntos jardineros y a raíz del análisis de las cámaras de seguridad de la zona dieron con dos videos clave: el 13 de noviembre a las 9.01, un hombre con gorra clara, buzo verde oliva, pantalón oscuro, mochila y una escalera metálica se dirigió hacia la casa de la psiquiatra y a las 9.55 ese mismo hombre fue visto regresando por la misma zona con una bicicleta –similar a una perteneciente al difunto esposo de la víctima– y con la mochila visiblemente más abultada.
La autopsia determinó que Virginia Franco tenía múltiples heridas cortantes en el cuero cabelludo, rostro y cuello; hematomas en párpados y brazos; y una fractura en un dedo, compatible con un intento de defensa. La muerte fue producto de un shock hipovolémico provocado por la lesión de vasos sanguíneos cervicales causada por un arma blanca. Por este motivo, la causa fue recaratulada como homicidio.
La investigación está a cargo de la UFI Nº11, del fiscal Álvaro Garganta, y el Juzgado de Garantías Nº5, de la jueza Marcela Garmendia.
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