domingo 13 de abril de 2025

"Eran gritos aterradores": el relato de una mujer secuestrada por la dictadura en La Plata

Una obrera delegada declaró en sede judicial cómo fue secuestrada y el rol de uno de los gremios más poderosos del país. Un relato desgarrador de su exilio.

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Una obrera de una fábrica de La Plata relató ante el Tribunal Oral Criminal Federal (TOCF) 1 que juzga a 18 represores la persecución que sufrieron los trabajadores y la connivencia de los dueños de la empresa con el aparato represivo. Se trata de Beatriz Pastori, que era delegada de la Sociedad Industrial Aparatos de Precisión (SIAP), ubicada en Camino General Belgrano y 514, en las afueras de la ciudad.

"Yo era obrera de la fábrica SIAP, trabajaba en el Taller de Tableros y el 30 de marzo de 1976 alrededor de 9.30 los militares rodearon la fábrica, viene una persona y nos empieza a llamar. Llaman a diez compañeros y a mí", comenzó a relatar Pastori en esta audiencia. La testigo recordó que los llevaron a la oficina del gerente general Antonio Fregote y allí se encontraron con un expolicía que cumplía funciones como seguridad en el lugar, "de apellido García".

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"Nos hacen una especie de interrogatorio, ni sabía lo que me preguntaban y al salir veo a uno que trabajaba con nosotras, un pelirrojo, con una ametralladora, y lo increpé", contó Pastori y aseguró ante jueces y partes que no recordaba el nombre de ese obrero, pero sí precisó que "hacía poco que había entrado a la fábrica y parecía el Che Guevara (por su combatividad) y yo les decía a las compañeras que para mí era un infiltrado y resultó este hombre que estaba con ametralladora".

RECUERDOS DEL HORROR

La sobreviviente pormenorizó que los llevaron en dos jeeps al Cuerpo de Caballería en 1 y 60, los hicieron entrar por 60 y les dijeron que al llegar les iban a vendar los ojos y esposarlos, y así fue. Ya con los ojos tapados les tomaron "una especie de declaración" y fue entonces que la mujer reconoció al gerente de la fábrica donde trabajaba y "a un tal Antoni, que era de Personal" de la misma empresa. "Habré estado ahí hasta las 17.30, yo pedía que me dejaran ir al baño. Se sentían gritos, seguro estarían pegando y torturando a otros. Eran aterradores esos gritos", recordó Pastori y narró que luego fue llevada a la Policía Femenina y de ahí al penal de Devoto.

La mujer aportó los nombres de los otros trabajadores y trabajadoras de SIAP secuestrados junto con ella. "Me interrogaban porque era delegada y no pertenecía la burocracia sindical", precisó, quien no respondía a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) sino a un sector que se diferenciaba de este gremio; resaltó que "había sido elegida por los compañeros" y acusó a aquel gremio "de haber colaborado con la empresa" en la persecución de los trabajadores y la confección de listas de trabajadores a secuestrar.

Tras varios meses de detención en Devoto finalmente se le permitió salir del país, eligiendo Italia para exiliarse. "Al llegar al aeropuerto de Fiumicino también me llevaron a una oficina para interrogarme y tengo entendido que a otras compañeras les pasó igual", precisó. Pastori contó que a raíz de su detención y posterior exilio se modificó el vínculo afectivo con su hija, que en ese momento tenía 10 años. Según se enteró después, le contaba a sus amiguitas que si su mamá "no se hubiera metido en nada" podría haber estado con ella. "Eso era lo que decían los militares", remarcó y agregó que al regresar ya "no fue lo mismo, se quebró algo".

La dependencia policial de 1 y 60, que conecta también con el Cuerpo de Caballería que está en la misma manzana pero tiene ingreso por 60 entre 1 y 115, "funcionó como centro clandestino inmediatamente después del 24 de marzo de 1976, cuando se llevó a cabo el golpe de Estado, hasta principios del mes de diciembre del mismo año", según consta en la elevación a juicio. Allí permanecían los detenidos "por períodos considerables de tiempo", hasta que se decidía su destino.

"Luego del golpe de Estado ocurrido el 24 de marzo de 1976 se produjeron una serie de detenciones de personas que ya habían sido identificadas previamente. En la madrugada de ese día y en los días posteriores las fuerzas conjuntas procedieron a localizar y secuestrar a personas catalogadas como ‘peligrosas’, quienes fueron alojadas en la Guardia de Infantería", precisó la elevación. Estuvieron cautivos allí empleados y delegados gremiales del Astillero Río Santiago, de la empresa Propulsora Siderúrgica, de la Sociedad Industrial de Aparatos de Precisión (SIAP), del Frigorífico Swift, de la empresa R.A.B, y de YPF, entre otras compañías.

FICHA DEL JUICIO

El TOCF 1 de La Plata juzga a 16 exmiembros del Ejército, de la Policía Bonaerense y la Policía Federal y a dos civiles por los delitos de privación ilegal de la libertad, torturas y homicidio que tuvieron como víctimas a 291 personas. Las víctimas estuvieron alojadas en el excentro ilegal de detención que funcionó en el Cuerpo de Infantería de la Policía de la provincia de Buenos Aires, ubicado en la calle 1 entre 59 y 60 de La Plata, uno de los centros que junto al que funcionó en la comisaría Octava de la capital bonaerense juzga el TOF 1, por primera vez presidido por una mujer, Karina Yabor.

Los imputados por los delitos cometidos en 1 y 60 son Roberto Armando Balmaceda, Carlos Ernesto Castillo "El Indio", Alberto José Crinigan, Tomas D'Ottavio, Carlos Hugo Leguizamón, Claudio Rubén Mejías, Raúl Ricardo Monzón y Juan Antonio Vidal. Por los hechos ocurridos en la comisaría Octava, en tanto, están imputados Enrique Armando Cicciari, Luis Gustavo Diedrichs, Lucio Carlos RamírezRubén Vicente SánchezJorge Héctor Di PascualeCarlos María Romero Pavón y el exministro de Gobierno bonaerense, Jaime Lamont Smart; y por su accionar conjunto en 1 y 60 y en la citada seccional son juzgados Lucas Marcelo Castro, Ismael Ramón Verón y Enrique Francisco Welsh.

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