Es un hecho consumado. Tal como adelantó 0221.com.ar el fiscal platense Marcelo Romero dejó de ser el titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 6 a la espera de su jubilación oficial. El 31 de enero pasado fue su última jornada laboral en el público despacho del edificio de avenida 7 entre 56 y 57 donde se desempeñó desde el año 1998, primero como Fiscal General adjunto y luego como fiscal de instrucción con un breve paso por la etapa de Ejecución Penal. En su último día, los empleados de la fiscalía le entregaron un sentido obsequio.
El 15 de julio de 1998 Romero se convirtió en el primero de los fiscales en jurar para el cargo. Ese año comenzó a funcionar el nuevo sistema judicial acusatorio en la provincia de Buenos Aires que rige en la actualidad (con más de 36 reformas parches al Código Procesal Penal bonaerense). Fue uno de los funcionarios más jóvenes de entonces, que venía a formar parte de un sistema que apuntaba a una justicia más rápida y transparente, menos burocrática, con más oralidad y menos expediente papel.
Estuvo tres décadas dentro del Poder Judicial. También se desempeñó como fiscal de juicio en el debate que terminó en la histórica condena a policías por el crimen del estudiante de periodismo Miguel Bru, pese a que su cuerpo no fue hallado hasta el momento. A su vez, investigó y esclareció la brutal salidera bancaria que sufrió la actual diputada nacional Carolina Piparo en 2010. En 2018 fue elegido como el mejor fiscal del año en una encuesta realizada por el Colegio de la Abogacía del Departamento Judicial de La Plata. Sus opiniones también le generaron dolores de cabeza. Fue uno de los fiscales que más sumarios disciplinarios le abrió la ex Procuradora María del Carmen Falbo (durante más de una década la dama de hierro de la justicia provincial) quien pretendía fiscales silenciosos sin contacto mediático con la ciudadanía, perfil que nunca encajó con Romero.
El letrado es también periodista, actividad a la que piensa volver una vez que se jubile como magistrado. Cultor de un alto perfil, nunca esquivó los debates. Ávido lector, su biblioteca está llena con libros de historia, filosofía política y ensayos. En los momentos de ocio le gusta viajar o mirar series en Netflix.
Durante más de 20 años fue docente de las materias Derecho Penal y Procesal Penal en la Universidad Nacional de La Plata, de donde se jubiló. Además dictó postgrados en la Universidad Central de Chile, aunque volvió a la docencia y dio clases en la Universidad Católica de La Plata y en la Escuela de Cadetes del Servicio Penitenciario Bonaerense. Durante la gobernación de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, Romero fue uno de los fiscales preferidos de esa gestión. En la previa a las elecciones de 2015 lo tentaron para pelear por la intendencia de La Plata. Los números en las encuestas eran alentadores, pero optó por seguir con su carrera judicial.
Durante una entrevista con 0221.com.ar había señalado sobre un posible futuro político: "Me gustaría trabajar en áreas como Seguridad o Justicia. Estoy volviendo a la docencia, pero no me veo con muchos años más en la actividad. Quiero dedicarme a estudiar y cumplir el sueño de hacer periodismo, no como salida laboral sino como vocación".
Su figura fue pretendida por varios espacios políticos. Como fiscal nunca le tembló el pulso para pedir detenciones o acompañar libertades pese a ser encasillado dentro del espectro de "mano dura". Ahora se prepara para dar el salto a un terreno más fangoso donde los códigos no están escritos.
Durante el mes de febrero en curso de este 2023 la gestión de la fiscalía será compartida por los fiscales Virginia Bravo y Hugo Tesón. A partir del mes de marzo quedará al frente de Juan Menucci hasta que se designe un nuevo titular de la UFI 6 de La Plata.