0221
¿Cómo avanza el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 de la UNLP?
ARGENVAC 221

¿Cómo avanza el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 de la UNLP?

Los investigadores que forman parte del proyecto son cuidadosos, pero todo indica que falta cada vez menos para comenzar los ensayos en humanos.

01 de enero de 2023

El 4 de marzo de 2021, la UNLP anunció con bombos y platillos la puesta en marcha del proyecto para diseñar y elaborar de una vacuna contra el COVID-19, la Argenvac 221. Al ser un desarrollo de impulsado desde una universidad pública, la noticia copó las primeras planas de los medios y nacionales y generó una luz de esperanza, en medio del temor por la llegada de la variante Delta a la región. A esto se le sumaba la urgencia que tenía el Gobierno por conseguir la mayor cantidad de dosis para inmunizar a la población.

Ahora, casi un año y medio después del anuncio, la situación es completamente distinta y aunque el Ministerio de Salud advirtió por una suba de contagios de coronavirus, esto no tuvo una incidencia en el número de hospitalizaciones en unidades de terapia intensiva. Sin embargo, y teniendo en cuenta que el virus llegó para quedarse, es importante saber cómo avanzan los proyectos para que Argentina cuente con sus propias vacunas.

En ese marco, 0221.com.ar se comunicó con los impulsores del proyecto Argenvac 221 para conocer cuáles son las últimas novedades. "Está en la última etapa de la fase preclínica, justamente, a mediados de diciembre terminamos los últimos ensayos de protección o desafío en ratones. Esto es vacunar a los ratones y desafiarlos con el SARS-CoV-2 vivo", explicó el doctor Guillermo Docena y director del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP- UNLP- CONICET).

En ese sentido, indicó que "están esperando los resultados para ver si la vacuna protege a los animales inmunizados y los no vacunados se enferman" y agregó: "Esa es la última etapa previa al final de la fase preclínica. Después viene toda la fase de registro en Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y diagramar el ensayo clínico en voluntarios".

Todavía falta un mes para conocer los resultados y las conclusiones finales de la etapa de ensayo en ratones pero, según Docena, fueron favorables. "Es una apreciación por el aspecto de los animales. Uno lo que hace es vacunarlos, los desafía con el virus y se los deja cuatro días para que el virus los enferme y genere la enfermedad. Al cuarto día se analizan los animales. Ese análisis, a simple vista, resultó subjetivamente favorablemente. Ahora hay que esperar el análisis del recuento de los virus en distintos órganos, etc. Eso es lo que nos va a decir si protegió o no. Eso lleva un mes, por lo menos, y se hace en el Instituto Malbrán", completó.

Cabe señalar que este proyecto surgió del trabajo conjunto y colaborativo de los grupos del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA) -dependiente de la UNLP y el CONICET- y del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP) -dependiente de la UNLP, el CONICET y la CIC-. Este desarrollo está basado en el empleo de proteínas virales para inducir la generación de anticuerpos. "Tiene proteínas del virus y un adyuvante, esto está en todas las vacunas y es lo que se usa activar al sistema inmune para que el mismo genere los mecanismos contra el otro componente. En este caso ese componente son proteínas del virus", había detallado Docena en diálogo con este portal.

En caso de superar la fase preclínica, el próximo paso es que la empresa GIHON - Laboratorios Químicos, de Mar del Plata termine de producir la Argenvac 221 y habilite la planta de producción de vacunas. "Una vez que la vacuna sea producida en esa planta vamos a tener que repetir los ensayos, los cuales esperemos que sean favorables. Una vez que eso ocurra, en paralelo ya iniciamos el registro en ANMAT, con todos los resultados que piden. Después de eso vamos al ensayo clínico, ya hemos entablado charlas con la organización de dónde y quién lo va a hacer. Esto es empezar a prever que vamos a pasar la etapa siguiente, a probar el fármaco en voluntarios", subrayó el Director del IIFP.

Al ser consultado por los tiempos para empezar las pruebas en humanos, el investigador puso paños fríos y señaló que "está muy complicado" por las demoras que surgieron en el montado de la planta de producción de vacunas en Mar del Plata. Muchos de los equipos que fueron adquiridos se encuentran retenidos hace meses en la aduana y todavía no hay una fecha concreta para que puedan ser instalados en la fábrica. "En 2023 deberíamos estar en condiciones de comenzar con los ensayos. La verdad que no me quiero arriesgar, ni ilusionar con alguna fecha porque ha habido algunos hechos puntuales que tienen que ver con la disponibilidad de divisas en el país y eso atrasó el programa, al menos, seis meses", comentó.

Es importante recordar que el desarrollo es dirigido por los doctores Docena, del IIFP; y Omar Azzaroni, del INIFTA. Además, incluye las colaboraciones ya establecidas del doctor Sebastián Cavalitto del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI- UNLP/CONICET), del doctor Javier Santos del Instituto de Químicas y Fisicoquímicas Biológicas (IQUIFIB -UBA/CONICET) y la participación del doctor Alejandro Aiello del Centro de Investigaciones Cardiovasculares (CIC -UNLP/CONICET).

Sobre el trabajo realizado, el investigador de la Universidad manifestó: "Estamos conformes con todo lo que venimos haciendo porque es una oportunidad única que hemos tenido en nuestra carrera. Uno pretendía que las cosas se den en tiempos menores a lo que ocurrió. Hubo muchos imprevistos y todos tienen que ver con la falta de divisas en Argentina. No solo a la industria le cuesta importar insumos sino a nosotros también. Pedís un reactivo en cuatro a seis meses en llegar, es difícil trabajar así aunque estamos acostumbrados. Pero cuando hay un momento de crisis hubiera esperando que algunas situaciones hubieran cambiado pero no es lo que observamos".

En esa línea, destacó que es importante que Argentina apueste por este tipo de proyectos. "En la actualidad hay cuatro, el de la Universidad de San Martín está más avanzado que el nuestro, ese ya lo están evaluando en personas y está funcionando bien. Esto es importante porque este virus no va a desaparecer, vamos a tener que seguir dándonos vacunas de refuerzo. Ahora, por ejemplo, hay una sola vacuna de las seis que teníamos. Argentina cuenta con una sola entonces también hay una restricción. No sé el porqué de los motivos de los ingresos de vacunas", enfatizó Docena.

A su vez, resaltó que "contar con vacunas sirve para la política sanitaria del país” y, además, “porque a futuro queda una capacidad para producir que puede ser vacunas como esta u otra que antes no teníamos. En el último tiempo se asociaron empresas biotecnológicas que algunas producían unas vacunas y otras ninguna, entonces eso es algo que quedó para que sea aprovechado por el país", afirmó.

En cuanto a la suba de contagios de COVID, el investigador indicó que "era lo que se esperaba" y adelantó que esto sucederá todos los años, en esta época. "Es un virus que necesita actividad e interacción social, no depende de si hace frío o calor y como es una época de muchas reuniones y mucha gente en la calle, sumado a que hay actividad normal como corresponde, es lo que se esperaba. Lo importante es que si la gente está vacunada y por más que haya un pico de casos, lo que no hay es una enfermedad severa. Las hospitalizaciones aumentaron en forma muy bajita y eso se debe a la vacuna. Cuando no estaba la vacuna aumentaba el número de hospitalizaciones y el número de fallecidos. Eso ya desde el año pasado no se ve", remarcó.

Por último, Docena destacó el apoyo financiero y académico que brindó la UNLP y la Facultad de Ciencias Exactas para cada uno de los integrantes del proyecto Argenvac 221.

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Los investigadores que forman parte del proyecto son cuidadosos, pero todo indica que falta cada vez menos para comenzar los ensayos en humanos.
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¿Cómo avanza el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 de la UNLP?

Los investigadores que forman parte del proyecto son cuidadosos, pero todo indica que falta cada vez menos para comenzar los ensayos en humanos.
¿Cómo avanza el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 de la UNLP?

El 4 de marzo de 2021, la UNLP anunció con bombos y platillos la puesta en marcha del proyecto para diseñar y elaborar de una vacuna contra el COVID-19, la Argenvac 221. Al ser un desarrollo de impulsado desde una universidad pública, la noticia copó las primeras planas de los medios y nacionales y generó una luz de esperanza, en medio del temor por la llegada de la variante Delta a la región. A esto se le sumaba la urgencia que tenía el Gobierno por conseguir la mayor cantidad de dosis para inmunizar a la población.

Ahora, casi un año y medio después del anuncio, la situación es completamente distinta y aunque el Ministerio de Salud advirtió por una suba de contagios de coronavirus, esto no tuvo una incidencia en el número de hospitalizaciones en unidades de terapia intensiva. Sin embargo, y teniendo en cuenta que el virus llegó para quedarse, es importante saber cómo avanzan los proyectos para que Argentina cuente con sus propias vacunas.

En ese marco, 0221.com.ar se comunicó con los impulsores del proyecto Argenvac 221 para conocer cuáles son las últimas novedades. "Está en la última etapa de la fase preclínica, justamente, a mediados de diciembre terminamos los últimos ensayos de protección o desafío en ratones. Esto es vacunar a los ratones y desafiarlos con el SARS-CoV-2 vivo", explicó el doctor Guillermo Docena y director del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP- UNLP- CONICET).

En ese sentido, indicó que "están esperando los resultados para ver si la vacuna protege a los animales inmunizados y los no vacunados se enferman" y agregó: "Esa es la última etapa previa al final de la fase preclínica. Después viene toda la fase de registro en Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y diagramar el ensayo clínico en voluntarios".

Todavía falta un mes para conocer los resultados y las conclusiones finales de la etapa de ensayo en ratones pero, según Docena, fueron favorables. "Es una apreciación por el aspecto de los animales. Uno lo que hace es vacunarlos, los desafía con el virus y se los deja cuatro días para que el virus los enferme y genere la enfermedad. Al cuarto día se analizan los animales. Ese análisis, a simple vista, resultó subjetivamente favorablemente. Ahora hay que esperar el análisis del recuento de los virus en distintos órganos, etc. Eso es lo que nos va a decir si protegió o no. Eso lleva un mes, por lo menos, y se hace en el Instituto Malbrán", completó.

Cabe señalar que este proyecto surgió del trabajo conjunto y colaborativo de los grupos del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA) -dependiente de la UNLP y el CONICET- y del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP) -dependiente de la UNLP, el CONICET y la CIC-. Este desarrollo está basado en el empleo de proteínas virales para inducir la generación de anticuerpos. "Tiene proteínas del virus y un adyuvante, esto está en todas las vacunas y es lo que se usa activar al sistema inmune para que el mismo genere los mecanismos contra el otro componente. En este caso ese componente son proteínas del virus", había detallado Docena en diálogo con este portal.

En caso de superar la fase preclínica, el próximo paso es que la empresa GIHON - Laboratorios Químicos, de Mar del Plata termine de producir la Argenvac 221 y habilite la planta de producción de vacunas. "Una vez que la vacuna sea producida en esa planta vamos a tener que repetir los ensayos, los cuales esperemos que sean favorables. Una vez que eso ocurra, en paralelo ya iniciamos el registro en ANMAT, con todos los resultados que piden. Después de eso vamos al ensayo clínico, ya hemos entablado charlas con la organización de dónde y quién lo va a hacer. Esto es empezar a prever que vamos a pasar la etapa siguiente, a probar el fármaco en voluntarios", subrayó el Director del IIFP.

Al ser consultado por los tiempos para empezar las pruebas en humanos, el investigador puso paños fríos y señaló que "está muy complicado" por las demoras que surgieron en el montado de la planta de producción de vacunas en Mar del Plata. Muchos de los equipos que fueron adquiridos se encuentran retenidos hace meses en la aduana y todavía no hay una fecha concreta para que puedan ser instalados en la fábrica. "En 2023 deberíamos estar en condiciones de comenzar con los ensayos. La verdad que no me quiero arriesgar, ni ilusionar con alguna fecha porque ha habido algunos hechos puntuales que tienen que ver con la disponibilidad de divisas en el país y eso atrasó el programa, al menos, seis meses", comentó.

Es importante recordar que el desarrollo es dirigido por los doctores Docena, del IIFP; y Omar Azzaroni, del INIFTA. Además, incluye las colaboraciones ya establecidas del doctor Sebastián Cavalitto del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI- UNLP/CONICET), del doctor Javier Santos del Instituto de Químicas y Fisicoquímicas Biológicas (IQUIFIB -UBA/CONICET) y la participación del doctor Alejandro Aiello del Centro de Investigaciones Cardiovasculares (CIC -UNLP/CONICET).

Sobre el trabajo realizado, el investigador de la Universidad manifestó: "Estamos conformes con todo lo que venimos haciendo porque es una oportunidad única que hemos tenido en nuestra carrera. Uno pretendía que las cosas se den en tiempos menores a lo que ocurrió. Hubo muchos imprevistos y todos tienen que ver con la falta de divisas en Argentina. No solo a la industria le cuesta importar insumos sino a nosotros también. Pedís un reactivo en cuatro a seis meses en llegar, es difícil trabajar así aunque estamos acostumbrados. Pero cuando hay un momento de crisis hubiera esperando que algunas situaciones hubieran cambiado pero no es lo que observamos".

En esa línea, destacó que es importante que Argentina apueste por este tipo de proyectos. "En la actualidad hay cuatro, el de la Universidad de San Martín está más avanzado que el nuestro, ese ya lo están evaluando en personas y está funcionando bien. Esto es importante porque este virus no va a desaparecer, vamos a tener que seguir dándonos vacunas de refuerzo. Ahora, por ejemplo, hay una sola vacuna de las seis que teníamos. Argentina cuenta con una sola entonces también hay una restricción. No sé el porqué de los motivos de los ingresos de vacunas", enfatizó Docena.

A su vez, resaltó que "contar con vacunas sirve para la política sanitaria del país” y, además, “porque a futuro queda una capacidad para producir que puede ser vacunas como esta u otra que antes no teníamos. En el último tiempo se asociaron empresas biotecnológicas que algunas producían unas vacunas y otras ninguna, entonces eso es algo que quedó para que sea aprovechado por el país", afirmó.

En cuanto a la suba de contagios de COVID, el investigador indicó que "era lo que se esperaba" y adelantó que esto sucederá todos los años, en esta época. "Es un virus que necesita actividad e interacción social, no depende de si hace frío o calor y como es una época de muchas reuniones y mucha gente en la calle, sumado a que hay actividad normal como corresponde, es lo que se esperaba. Lo importante es que si la gente está vacunada y por más que haya un pico de casos, lo que no hay es una enfermedad severa. Las hospitalizaciones aumentaron en forma muy bajita y eso se debe a la vacuna. Cuando no estaba la vacuna aumentaba el número de hospitalizaciones y el número de fallecidos. Eso ya desde el año pasado no se ve", remarcó.

Por último, Docena destacó el apoyo financiero y académico que brindó la UNLP y la Facultad de Ciencias Exactas para cada uno de los integrantes del proyecto Argenvac 221.