Los festejos en el país fueron masivos tras la victoria de la Selección contra Brasil en el Maracaná y un platense dejó su huella en el predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), donde ubicó una colosal Copa América de 30 metros de altura que recibió al equipo de Lionel Scaloni en su triunfal vuelta.
El creador detrás de la figura gigante es Alejandro Mañanes, un diseñador y artista plástico reconocido en la ciudad por otros trabajos como el león de Estudiantes y el coronamóvil que paseó en el techo de su camioneta por las calles de la ciudad.
El predio de la AFA se vistió para recibir a los campeones y el inflable de la Copa América fue el comentario de todos los que presenciaron el arribo de la Selección al país. “La idea nació hace tiempo, empecé a trabajar en el tema antes de que se postergara la Copa América por la pandemia y por fin llegó el momento”, señaló su creador en diálogo con 0221.com.ar.
El inflable alto como un edificio tiene 800 metros de tela y llevó tres meses de realización. Alejandro contó que significó un gran desafío por su tamaño, pero a pesar de esto, “entra en un pequeño bolsito porque es tela de paracaídas”.
Junto con su colega Nancy Cravena, terminaron de armar la estructura durante el partido en la Plaza Rivadavia, en 2 entre 51 y 53. “Era una sensación extraña sentir que había millones de personas viendo el partido y nosotros con el mayor símbolo del campeonato parados en la soledad en una noche fría platense”, explicó.
La noticia de su proyecto llegó a oídos de la AFA que lo convocó para estar presente en el saludo a la Selección, donde aterrizó con la colosal estructura. “El acercamiento de los jugadores y la situación estaba restringida porque ellos están en una burbuja, pero la idea era recibirlos, que llegaran y se encuentren con esa gigantesca copa digna de un campeonato de ese estilo”, expresó el artista platense y puntualizó que tuvo la sensación de “estar viviendo un momento histórico que va a quedar para siempre”.
Los tres días previos al partido se dedicaron a las pruebas finales para asegurar que el inflable pudiera mantenerse en pie. “Resolvimos el tema de que se pare perfectamente por el volumen gigantesco. Implica, desde el punto de vista técnico, una habilidad que te dan los años, pero hay que ensayar y practicar”.
Lo cierto es que, en el momento en que lograron que la copa se mantuviera firme, los gritos de la gente anunciaron el gol de Di María. "Fue una cosa increíble. Pensé ‘esto es un presagio’”, afirmó con emoción.
Para su armado, implicó primero el diseño en computadora y la impresión de los planos en gigantografías desde las cuales se confeccionó en tela. “Son estructuras que tienen un cálculo matemático exacto”, resaltó.
El diseñador aseguró que no cuentan con apoyo de ningún organismo y “todo sale desde nosotros”. “Pese a la situación, los artistas de la ciudad trabajamos igual y demostramos que la expresión cultural produce felicidad en la gente”.
Mañanes es reconocido por otros trabajos en la ciudad y además realizó “todos los inflables que estuvieron en el obelisco en los mundiales, salvo el último” y explicó que “la cultura es expresión, y aunque a veces no tenga el apoyo financiero necesario, el reconocimiento lo da la gente, en ese sentido somos millonarios”.