Un nuevo conflicto gremial entre una empresa e integrantes de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) en La Plata mantiene cortado el tránsito en una zona de la localidad de Ringuelet. Este reiterado episodio pone en escena nuevamente la pelea interna en el gremio que permanece intervenido.
Integrantes del gremio que adhieren a Cristian "Puly" Medina protestan frente a la empresa General Saneamiento SA, contratista de Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima (ABSA), cuya sede está ubicada en 13 entre 517 y 518. El conflicto comenzó la semana pasada luego del despido que considera "arbitrario" del cuerpo de delegados por parte de dicha empresa, "en complicidad con César Trujillo interventor de UOCRA La Plata", expresaron los manifestantes en un comunicado.
Trujillo fue designado por Gerardo Martínez (titular nacional de UOCRA) luego del desplazamiento de Carlos Vergara, “salpicado por su método extorsivo de la mano de Iván Tobar, jefe de la barrabrava de Estudiantes de La Plata”, señalaron desde el piquete.
La medida de fuerza que impulsan los trabajadores lleva varios días. Reclaman la inmediata reincorporación de los delegados gremiales despedidos, para levantar la medida y retomar la actividad laboral.
INTERNA SIN FIN
Para entender la foto actual de la interna es necesario aclarar que en la actualidad el gremio sigue intervenido. Por un lado aparece Tobar, alias “El General”, cuyos adherentes se hacen llamar “Los Indios”. En la vereda rival se ubican Juan Pablo “Pata” Medina (quien aseveró que volverá a la conducción del sindicato) y su hijo “Puly” Medina, con quien también está enfrentado. Es decir, hay tres grupos que pugnan por el sindicato: “El General” Tobar, “Pata” Medina y “Puly” Medina.
Tras la detención de la familia Medina en el año 2016 el gremio local fue intervenido. Para esa función fue designado el polémico Carlos Vergara, una de las personas de máxima confianza del líder nacional del sindicato, Gerardo Martínez. Uno de los objetivos encomendados fue lograr la paz social y encausar a los trabajadores del sector. Pero eso no ocurrió. Por el contrario, abrió una grieta gremial que no existía y se generaron hechos graves de violencia, con armas de fuego, piquetes que sitiaron a la ciudad de Ensenada y hasta se investiga el crimen de un trabajador (César “Titi” Navarro) enmarcado dentro de la interna sindical. También, la grieta nunca saldada, puso en riesgo millonarias inversiones en el polo petroquímico de la región, escenario de una feroz batalla en septiembre de 2019.
En el pasado reciente Vergara buscó apoyo político en el gobierno de María Eugenia Vidal. Se reunió con el jefe de Gabinete Federico Salvai para internar frenar la interna entre los trabajadores de la construcción desatada desde la detención de Medina. Luego el feroz enfrentamiento entre las facciones que responden a la intervención y los leales seguidores del ex secretario general. El corolario fue el atentado a balazos del que fue blanco la sede gremial ubicada en calle 50 entre 3 y 4.
Luego de su fracaso Vergara abandonó la intervención. Un dato no menor. Vergara responde directamente a la conducción nacional del gremio y en la actualidad tiene sintonía fina con el Frente de Todos. El lugar de Vergara fue ocupado por César Trujillo. Si el interventor no logra la paz social los ecos del conflicto pueden sacudir en los estamentos más altos del poder en Argentina.