Un joven de 25 años denunció en las últimas horas que el papá de dos de los chicos que causaron destrozos en el Jardín Nº 908 de Ensenada, intentó "coimearlo" para que no radicara la denuncia.
Un joven de 25 años denunció en las últimas horas que el papá de dos de los chicos que causaron destrozos en el Jardín Nº 908 de Ensenada, intentó "coimearlo" para que no radicara la denuncia.
Fuentes oficiales informaron a 0221.com.ar que la secuencia se dio en el momento en que el vecino, el cual había presenciado el hecho, se encontraba en la comisaría Primera prestando declaración.
El hombre, oriundo de Ensenada, fue encontrado sin vida en la Unidad Penal N° 34 de Melchor Romero. Estaba imputado por tentativa de homicidio y otros delitos.
Con la apertura de sobres, la Comuna avanza con la puesta en valor del Camino Rivadavia, además de anunciar mejoras en el Parque Martín Rodríguez.
De acuerdo a los voceros, en ese momento el papá de dos de los involucrados le ofreció la suma de 10.000 pesos si no contaba nada. Sin embargo, el testigo no solo denunció el ataque vandálico a la institución sino también al hombre, por lo que la Policía inició una causa caratulada como "cohecho", en la cual se lo imputó.
Tal como informó este medio, todo comenzó el sábado por la tarde en el establecimiento ubicado en Joaquín V. González entre Bloomberg y Roldán y fue descubierto por la directora.
De acuerdo con su relato, cuatro chicos entraron alrededor de las 19 al lugar y causaron importantes daños al mobiliario. "Había gran desorden en los pasillos y aulas, y las paredes se encontraban pintadas", explicó una fuente de la investigación a este medio. La mujer, por su parte, grabó un video entre lágrimas en el que muestra cómo quedaron las instalaciones tras el paso de los vándalos.
Una vez que los efectivos del Comando de Patrullas y de la comisaría Primera tomaron intervención en el caso, se entrevistaron con vecinos y testigos, logrando así identificar a los sospechosos.
Ya interiorizada la UFI de menores en turno, se ordenó allanar sus domicilios, donde se notificó e imputó a cada uno de los partícipes en una causa caratulada como "daño".