La comunidad educativa de la escuela San Vicente de Paul publicó una carta abierta para solicitar que la Justicia investigue el accionar dentro de la institución del cura Raúl Anatoly Sidders, quien fue denunciando por abuso sexual. Según explicaron en la misiva, el sacerdote "cumplió funciones entre los años 2002 y 2020, sometiendo a niñes y adolescentes a numerosas situaciones de acoso, abuso y violencias".
Como informó 0221.com.ar, una mujer de 27 años denunció penalmente al ex capellán general del colegio San Vicente de Paul por haberla abusado sexualmente cuando era menor de edad y en su condición de "guía espiritual" del establecimiento dependiente del Arzobispado.
A raíz de los relatos que circularon en los medios de comunicación y las redes sociales, la comunidad educativa de la institución escribió una dura carta que se dio a conocer en las últimas horas. "Los testimonios reinciden en destacar la intromisión en la intimidad sexual de les alumnes en el momento de la confesión y la incitación a determinadas prácticas sexuales, además del hostigamiento y el trato denigrante hacia mujeres y homosexuales", sostuvieron el el escrito.
"Ese accionar, desde su lugar de poder como asesor espiritual, se complementaba con un sistemático condicionamiento al desempeño de les docentes al frente de los cursos, en especial en lo referente a educación sexual pero además en relación a diversas temáticas sobre las cuales impartía posiciones oscurantistas, agresivas y carentes de todo rigor científico", agregaron en la misiva que lleva la firma de decenas de alumnos, exalumnos, docentes y familiares de la comunidad educativa del colegio.

En el texto se destaca que a estas situaciones "se sumaba un manifiesto desprecio hacia aquelles de familias de menores ingresos económicos" y que esto "en ocasiones derivó en presiones al personal de la escuela y hasta en desvinculaciones de sus puestos de trabajo".
"Recientemente, Sidders ha sido trasladado a cumplir funciones como capellán de Gendarmería Nacional a Puerto Iguazú, en la provincia de Misiones, donde está en contacto con menores de edad que asisten a comedores comunitarios", denunciaron y reclamaron que se investiguen las denuncias que se han realizado públicamente, al tiempo que pidieron que se suspenda a Sidders de sus cargos en instituciones públicas o religiosas. "Quienes luego de años han podido vencer el temor, las presiones y procesar internamente lo que han padecido para formular acusaciones de notoria gravedad, merecen ser escuchados", concluye la carta que lleva la firma gran cantidad de miembros de la comunidad educativa y activistas contra el abuso sexual infantil en el ámbito eclesiástico.
EL CASO
La presentación judicial fue formalizada por las abogadas Pía Garralda y Claudia Ferrero, después de varios días en que habían circulado por redes sociales acusaciones contra el cura por supuestas actitudes ofensivas, especialmente contra mujeres y homosexuales y chicos de condición humilde.
La causa quedó radicada en el juzgado de Garantías 2 de La Plata a cargo de Eduardo Silva Pelossi y en la UFI N° 11 conducida por el fiscal Álvaro Garganta.

La denuncia indica que los abusos se habrían producido entre los años 2004 y 2007, cuando la presunta víctima tenía entre 11 y 14 años, aunque señala que un hecho de "abuso sexual agravado" ocurrió cuando la denunciante tenía 13 años. También sostiene la demanda que ante la reiteración de episodios la chica intentaba evitar todo encuentro con el religioso y que durante el último año dejó de asistir a clases.

Sidders dejó la ciudad a fines de junio último para dirigirse a la provincia de Misiones donde cumple funciones como secretario del obispo de la diócesis de Puerto Iguazú, Nicolás Baisi, que entre abril de 2010 y mayo de 2020 ofició como obispo auxiliar en La Plata.