Han habido más de 40.000 fallecidos por coronavirus desde que empezó la pademia, según las cifras que da la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero existe mucha más gente que se ha recuperado y que podría ayudar a salvar miles de vidas más.
Han habido más de 40.000 fallecidos por coronavirus desde que empezó la pademia, según las cifras que da la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero existe mucha más gente que se ha recuperado y que podría ayudar a salvar miles de vidas más.
Por ejemplo Andrew Sherman, de 52 años, quien sobrevivió a la nueva cepa de coronavirus y quiere hacer todo lo posible por ayudar a quienes están padeciendo la misma enfermedad de la que él ya se recuperó. ¿Cómo hacerlo? donando plasma. "Me siento obligado ya que estoy del otro lado de todo esto", explicó el hombre al diario Wall Street Journal (WSJ), según cita el portal Infobae.

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Él es uno de tantos que se hizo voluntario para donar plasma en el Hospital Monte Sinaí, en Nueva York, una de las 34 instituciones que están dentro del Proyecto Nacional de Plasma Convaleciente Covid-19. Todos los establecimientos buscan plasma de pacientes que han sido confirmados como positivos con coronavirus, pero que hayan estado 21 días libres de los síntomas.
Tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, los y las investigadoras buscan usar el plasma para aprender de los anticuerpos creados por los sistemas inmunológicos de la gente que se ha recuperado, e incluso se le podría dar a la gente que está más grave para ayudarles a defenderse del COVID-19.
El tratamiento experimental será dirigido a los pacientes que sean admitidos con signos de neumonía que sea provocada por el virus, con la esperanza de que no necesiten respiradores artificiales en las salas de Cuidados Intensivos, según el periódico The Guardian.
"El mayor problema no es la falta de donantes. Es la logística de descubrir cómo las personas que desean participar pueden realmente donar", explicó Arturo Casadevall, profesor de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, en Baltimore. El procedimiento se basa en que los que están curados mantienen una defensa en contra de la infección, y por eso con ellos se pueden hacer ensayos clínicos en los que se buscaría la evidencia de que el plasma puede reducir la infección en quienes ya la padecen y prevenir que requieran de los ventiladores; o, de quienes ya se encuentran en una situación grave, puedan salir de la enfermedad.
"Deben realizarse ensayos, de lo contrario no sabremos si esta intervención es efectiva y valiosa. Puede que no sea una bala de plata, o puede funcionar, por ejemplo, para detener el desarrollo de la infección por Covid-19 en contactos como trabajadores de la salud y sus familias, pero quizás no sea tan eficaz para tratar a pacientes gravemente enfermos que están siendo ventilados", añadió el profesor David Tappin, investigador de la Universidad de Glasgow.
Los donadores deberán estar libres de síntomas y tener una prueba que compruebe que padecieron la enfermedad, así como otra prueba que asegure que el virus ya no es detectable. Su sangre también será investigada para ver la presencia de anticuerpos. También serán investigados para como un donador de sangre estándar.
La jefa de la división de enfermedades infecciosas en el Colegio de Medicina de Albert Einstein y el Centro Médico Montefiore, Liise-anne Pirofski, declaró que los investigadores no están tan seguros de qué tanto tiempo los anticuerpos permanecen en el plasma, pues idealmente buscan altos niveles. "Para algunas infecciones, los anticuerpos están presentes durante mucho tiempo. Para este virus en particular, no sabemos cuánto tiempo están allí", detalló.