"La primera visión macroscópica del cuerpo, aún sin los resultados de laboratorio, indican que murió de asfixia por inmersión", explicaron los voceros. Asimismo, fuentes de la Policía Científica confirmaron que los restos fueron hallados en avanzada descomposición, aunque "la baja temperatura del agua permitió mantener en buen estado las facciones de la cara".
El descubrimiento del cuerpo, ocurrido este miércoles, causó gran conmoción desde un primer momento, aunque aún no se conocía la procedencia de los restos. Sin embargo, los encargados del operativo descartaron rápidamente que se tratara de Amadeo Martínez (38), el otro pescador, ya que “él tenía un tatuaje característico en el antebrazo derecho”.
Por este motivo, se convocó a la familia de Soria para que fuera a reconocer el cuerpo a la morgue. Horas más tarde, se confirmó que se trataba del menor.
La embarcación que encontró el cuerpo navegaba por el medio del cauce. Al visualizar los restos, avisaron inmediatamente a los efectivos de Prefectura. Ellos mismos se encargaron del traslado a tierra firme.
Este lugar estaba dentro del operativo de rastrillaje que se viene realizando desde el sábado 3 de agosto, y el mismo había sido inspeccionado por los especialistas que buscan a los dos pescadores. Las corrientes y condiciones del río pueden haber arrastrado el cuerpo desde otro lugar, por lo cual todo se encuentra en plena investigación.

Los expertos ya recorrieron más de 50 mil kilómetros cuadrados por aire, tierra y agua en busca de los pescadores que se internaron al río en la zona de Boca Cerrada. Con este hecho, crece la incertidumbre y la angustia de los familiares de Amadeo, quienes aún no tienen noticias de su paradero, luego de casi dos semanas desaparecido.