Alguna vez contó que de chico cuando buscaba hacerse un camino en el fútbol tenía que ayudar a su familia, y en los pocos tiempos libres que dejaban el estudio y los entrenamientos iba a la feria a vender melones y sandías. En el fútbol argentino hizo su desembarco en Quilmes y en la temporada 2004-2005, con Reinaldo Merlo como entrenador, Rodrigo Kalule Meléndez llegó a Estudiantes: “Fue un paso muy importante por lo realizado y lo que conseguimos. Llegué en un momento en que el club estaba en zona de descenso, se armó un buen equipo y clasificamos a una copa después de muchos años”.
“Peleamos el campeonato de ese año con Newell’s y dejamos un buen recuerdo en la gente, que me aceptó, me demostró cariño y se vio identificada con mi estilo de juego. Además tengo los mejores recuerdos de mis compañeros, nos llevamos muy bien dentro y fuera de la cancha”, agregó Kalule.
El aguerrido mediocampista hizo referencia a la aceptación que tuvo en el hincha de Quilmes y Estudiantes y analizó los motivos: “Yo creo que fue la forma de ser, tratar siempre de sumar para estos equipos ya fuera dentro o fuera de la cancha siempre mantuve una esencia eso seguro te hace mejor persona”.
Luego contó que “mantener siempre buena relación de respeto sobre todo y aportar en ambos equipos futbolísticamente, nos fue bien y eso seguro que te ayuda a ser más aceptado aún por los hinchas”.
Tuvo una experiencia como entrenador del Cobreloa, equipo con el que debutó como futbolista profesional en 1996. Su paso más lujoso en el fútbol de su país fue en Colo Colo tras su salida del Pincha y su retiro se produjo en 2013 en San Luis de Quillota.

Alguna vez contó que Juan Román Riquelme fue el futbolista que más le costó marcar: “era muy habilidoso, tomaba decisiones espectaculares. Además tenía un buen físico, cubría bien la pelota y si uno lo quería encimarlo siempre se desprendía rápido”. Meléndez, en un extenso mano a mano con 0221.com.ar habló de la actualidad del fútbol chileno: “Este último tiempo y a pesar de no haber jugado el último Mundial hubo una muy buena generación de futbolistas que consiguieron cosas importante para el país, nos dejó bien parados y los jugadores actuales crecieron viendo esos equipos”.
“Sintieron que hay que tener una mentalidad ganadora y que se puede jugar de igual a igual ante cualquier selección. Eso dio un plus importante. Que no hayan dirigido técnicos del país es por un tema dirigencial. Acá hay entrenadores muy capaces, solo falta que les den la oportunidad, que se les brinde confianza y respaldo para trabajar”.

La charla derivó en el momento de su retiro: “No es fácil dejar de jugar pero por un tema de lesiones lo fui asimilando y el final de esa etapa coincidió con el final del curso de DT y eso me ayudó a que no fuera tan dramático porque enseguida tuve la oportunidad de trabajar y seguir ligado a la actividad”.
“Las experiencias que tuve como ayudante o entrenador fueron buenas en todos los aspectos porque es lo que me gusta hacer. Es distinto a la vida de futbolista porque se deben manejar varias situaciones pero es lo que me gusta y me siento cómodo y te enriquece día a día”, expresó el “5” que llegó del desierto.

En el fútbol argentino jugó 74 partidos, 32 para el cervecero y 42 para el Pincha. Dejó su sello. En ambos equipos compartió la mitad de la cancha con el Chapu Braña y conformaron una fortaleza, fueron ásperos para los rivales. En su Chile natal defendió 4 veces la camiseta de la roja y jugó más de 300 partidos, en especial para Cobreloa y Colo Colo.
En el final opinó de sus compañeros en el fútbol: “En realidad en donde estuve como jugador tuve la mejor de las relaciones con todos los compañeros, con ninguno en especial y soy un agradecido con el fútbol porque me dejó buenas amistades y uno aprende a convivir de la mejor manera”.