La crisis económica e institucional en la que se encuentra el Club Universitario de La Plata tocó fondo o al menos así lo entendió la Justicia platense que definió la intervención de la institución y removieron a su Comisión Directiva, para poner los destinos de la entidad en manos de los socios.
El club se encuentra sumergido en una montaña de deudas que, juntas, superan los 70 millones de pesos. Sin soluciones viables a la vista, el juez Vicente Atela dispuso la creación de un Comité de Administración y un Consejo Honorario Consultivo, que estarán encargados de administrar un fideicomiso, conseguir inversiones y sanear las cuentas del club.
El decisión responde a lo que habían solicitado los propios socios y miembros de la Comisión Directiva, aunque establece que la CD quedará desplazada, tal como establece la ley de salvataje de entidades deportivas, conocida como "ley Racing".
Los socios tendrán la enorme tarea de sacar adelante el reconocido club platense, mejorando los ingresos de la institución para volver a hacerlo sustentable para cumplir con los acreedores. Entre ellos destacan la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el Banco Provincia (BAPRO) y la Obra Social de los Empleados de Comercio y Actividades Civiles (OSECAC).
El 10 de mayo pasado, el Club fue noticia cuando los trabajadores bloquearon los ingresos al predio de Gonnet por el retraso en el pago de sueldos. En ese contexto, la Comisión Directiva había pedido la "colaboración" de todos los socios para poder salir adelante y dieron cuenta de la crítica realidad que atravesaba el club, tras la disminución de la masa societaria y el elevado costo de las tarifas de los servicios públicos, entre otros motivos.
"La CD viene trabajando para regularizar los pagos, intentando generar ingresos extraordinarios a través de convenios, publicidades, alquileres de espacios del club, así como también desde hace varios meses trabajando para que los socios y socias del club tengan la cuota al día", rezaba el comunicado difundido por las autoridades de la U.
Mientras tanto, todavía avanza el proyecto de construir un lujoso centro comercial sobre Camino Centenario que podría ser clave para mejorar la economía del Club. Se trata de un emprendimiento que fue diseñado de modo tal que no afecte ninguna actividad diaria de la institución y pensado para "usos afines al club", un centro comercial con locales gastronómicos, de venta de indumentaria, gimnasio y merchandising.

En diciembre pasado, los socios habían decidido adherirse a la Ley de Entidades Deportivas, ratificado la continuidad del proyecto educativo del club y habilitado a la Comisión Directiva a continuar con las negociaciones con inversores privados para darle nueva vida a la sede de la U en Punta Lara. Todo era parte de una serie de iniciativas con las que el presidente Marcelo Galland buscaba salir a flote de la crisis que los había llevado a presentarse en un concurso preventivo de acreedores.
Finalmente, la crisis obligó al Juzgado interviniente en el proceso de quiebra a dictar la intervención de la entidad que, ahora, quedará en manos de los socios.