La de este jueves fue la cuarta vez que Gimnasia y Boca se vieron las caras en partidos de eliminación directa. El primero se remonta en la era del amateurismo, cuando el Lobo ganó la final del campeonato de Primera División de 1929. Pedro Antonio Troglio no quiso ser menos y siguió al pie de la letra esta llamativa estadística que ubica al tripero por encima de uno de los clubes más poderosos del fútbol argentino.
El fútbol está lleno de historias atractivas y curiosidades que no dejan de llamar la atención. Una de ellas es la clara ventaja que tiene Gimnasia sobre Boca en partidos de “mata a mata”, como dirían los fanáticos de la Liga Española.
El primer enfrentamiento entre ambos equipos ocurrió en la final de campeonato de 1929, cuando un 9 de febrero el Lobo le ganó 2 a 1 al Xeneize. Aquel encuentro se jugó en la vieja cancha de River, ubicada en Alvear y Tangle, y el conjunto platense formó con: Felipe Scarpone; Julio Di Giano y Evaristo Delovo, Vicente Ruscitti, Juan Santillán. Antonio Belli; Miguel Curell, Francisco Varallo, Martín Cesáreo Maleanni, Jesús Díaz e Ismael Morgada.
Corría el año 1992, cuando el destino decidió que el Lobo y el club de La Ribera se vuelvan a ver las caras por los cuartos de final de la Liguilla, la cual otorgaba un lugar para la Copa Libertadores. En aquella oportunidad, el escenario fue la cancha de Vélez y el héroe fue uno de los jugadores más queridos por “La 22”. Es que el tanto que le dio la ventaja decisiva fue convertido por el difunto Hugo Romeo Guerra, luego de desviar un tiro libre de Odriozola haciendo que cualquier esfuerzo de Carlos Fernando Navarro Montoya fuera inútil.

Ese equipo que clasificó a la semifinal de la Liguilla del ’92 formó con: Cristante; Sanguinetti, San Esteban, Ortiz y Saraiba; Bianco, Perdomo, Morant y Odriozola; Guillermo Barros Schelotto y Guerra.
El 11 de septiembre de 2002, Gimnasia recibió en el Bosque a Boca para disputar el partido de ida de la Copa Sudamericana. Con un Xeneize plagado de suplentes, el Lobo se hizo fuerte de local y lo derrotó sin problemas por 3 a 1, con goles de Jorge San Esteban y Claudio Enría en dos oportunidades. Rolando Schavi, por su parte, había marcado el empate transitorio.
El encuentro de vuelta se jugó en el estadio Padre Martiarena de Salta y finalizó con un 0 a 0, lo que le posibilitó al Lobo clasificar a la siguiente ronda del certamen internacional.
Estos antecedentes se suman a lo que ocurrió el jueves en Córdoba, cuando Jan Hurtado se metió entre los centrales azules y amarillos para vencer la valla de Agustín Rossi. Sin lugar a dudas, el fútbol argentino está repleto de historias curiosas y esta es una más de ellas. Boca, el rival que mejor le sienta a Gimnasia para los partidos de eliminación directa.