En las últimas horas reflotó un polémico proyecto de ley del diputado Guillermo Castello que busca declarar la educación como un "servicio público esencial" y así limitar las medidas de fuerza de los docentes. El legislador, que hace pocas semanas planteó la posibilidad de dar vía libre a Uber y otras aplicaciones de remisería, insiste con esta medida que ahora cuenta con el apoyo del presidente de la Cámara de Diputados Manuel Mosca.
"Es una buena variante para analizar, pensando en que no se pueden perder más días de clases en las escuelas", advirtió el dirigente de Cambiemos durante una recorrida por la Escuela Primaria N° 74 Carlos Fuentealba de Mar del Plata. Y agregó: "Esto le evitaría a los chicos el daño y el costo por no tener todos los días de clase que debieran".
Consultado por este 0221.com.ar, el secretario general de Suteba Roberto Baradel desestimó el proyecto y lamentó que la provincia "tenga legisladores que dejan tanto que desear en el conocimiento de la Constitución y las normas que rigen en nuestro país, como los tratados internacionales y los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)".
"Lo que están proponiendo va en contra de lo que planeta la OIT para declarar un servicio como esencial: que la paralización de la actividad traiga como consecuencia poner en riesgo la vida, salud o seguridad de la persona", explicó.
Por ejemplo, una sala de terapia intensiva en un hospital debe tener una guardia mínima, lo mismo que un controlador aéreo en medio de un paro de trabajadores en una aerolínea. "En el caso de los docentes y la educación publica, una escuela con 300 chicos con una guardia mínima de 10 maestros estaría poniendo en peligro la salud y seguridad de las personas", indicó el dirigente gremial.
Y acusó que "intentar impedir el derecho a huelga de los docentes es contrario a la Constitución nacional y de la provincia de Buenos Aires. Ni si quiera tienen conocimiento cabal de las leyes. ¿Y si prueban con entablar una negociación, no sería más fácil?".
Cabe recordar que este miércoles y jueves hubo paro en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia, en reclamo de una mejora salarial y una "urgente" sesión especial en el Congreso para discutir la crisis educativa.