El Gobierno propone en la reforma laboral un Fondo de Asistencia Laboral que financiará parte de las indemnizaciones con aportes patronales.
El Gobierno avanza con su intención de reducir el costo del despido para las empresas dentro del nuevo paquete de reforma laboral. Para ello propone dos esquemas distintos de financiamiento: los fondos de cese laboral, inspirados en el modelo de la construcción, y el Fondo de Asistencia Laboral (FAL), que incorpora un rol directo del Estado en el proceso.
Los fondos de cese laboral habilitarán aportes mensuales depositados en una cuenta individual a nombre del trabajador, utilizables tanto en caso de despido como de renuncia.
El Gobierno difundió un borrador que redefine licencias, compensaciones, plataformas digitales y bancos de horas dentro de la reforma laboral.
El Gobierno de Javier Milei impulsa una reforma laboral con cambios en licencias, indemnización y organización horaria, que suma negociaciones con empresarios.
Además, podrán servir como complemento jubilatorio. Pese al impulso del Ministerio de Desregulación y a las normativas ya aprobadas por la CNV y la Superintendencia de Seguros, el sector empresario y los gremios aún no expresaron interés, y el texto del proyecto incluso podría limitar su implementación.
El FAL plantea un esquema diferente: cada empresa podrá conformar una cuenta propia en la que depositará mensualmente un aporte equivalente a 3 puntos de las contribuciones que habitualmente realiza a la ANSES por cada empleado. Ese dinero podrá invertirse en fondos comunes especialmente regulados y se utilizará para financiar total o parcialmente indemnizaciones por despido.
De acuerdo con lo señalado por el sitio Blog del Contador, el FAL estará sometido a controles de ARCA, CNV, ANSES y el Ministerio de Capital Humano. A su vez, las compañías que lo adopten accederán a una reducción de tres puntos en sus contribuciones patronales al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), siempre que cumplan con los depósitos obligatorios.
El nuevo esquema implica que una parte del costo de futuras desvinculaciones será asumida por el Estado, ya que los aportes que se redirigen al FAL provendrán de recursos que iban originalmente al SIPA. La letra fina del proyecto será discutida durante las sesiones extraordinarias, donde el Gobierno intentará obtener respaldo legislativo para uno de los puntos más sensibles de la reforma.