Tras regresar de Oslo, el presidente dio un paso clave y la propuesta oficial de reforma laboral se discutirá en sesiones extraordinarias.
El presidente Javier Milei regresó al país luego de su viaje relámpago a Noruega y firmó el proyecto de reforma laboral que el Gobierno enviará al Congreso. La iniciativa, que ya generó una fuerte controversia, quedó lista para ser tratada en sesiones extraordinarias que se desarrollarán hasta el 30 de diciembre.
El mandatario firmó el texto apenas aterrizó en Aeroparque, tras participar en Oslo de la ceremonia del Premio Nobel de la Paz otorgado a la dirigente venezolana María Corina Machado. Con ese paso administrativo habilitó el comienzo del debate legislativo sobre uno de los cambios centrales de su agenda de reformas.
El Gobierno propone en la reforma laboral un Fondo de Asistencia Laboral que financiará parte de las indemnizaciones con aportes patronales.
El jefe de Gabinete, Manuel Adorni, definió la propuesta como "la transformación más grande de la historia argentina" en materia laboral y luego el propio presidente reforzó ese mismo mensaje: "Por más crecimiento, por más prosperidad, por más trabajo para que la Argentina sea grande nuevamente", aseguró.
La medida impulsada por el Ejecutivo argentino ya encendió una fuerte polémica en los gremios, que anticipan un rechazo a los cambios que prevé la normativa y apuntan a que la misma busca restringir los derechos laborales de los trabajadores.
En Casa Rosada, sin embargo, aseguran que el proyecto no contiene grandes cambios sobre el rol de los sindicatos y descartan la inclusión de la limitación del pago de la cuota solidaria que reciben los gremios, lo que afectaría seriamente su recaudación. "El foco está en la creación de empleo. No nos queremos meter con ellos", indican fuentes del Gobierno citadas por TN.com.ar.
El documento actualizado incorpora modificaciones sobre regímenes especiales, reglas procesales y principios laborales históricos. Entre los temas detallados aparecen vacaciones, licencias, indemnizaciones, beneficios sociales y reorganización del trabajo en plataformas digitales, pilares que integran el núcleo de la reforma impulsada.
El capítulo sobre vacaciones ratifica el derecho al descanso anual y habilita acuerdos individuales o colectivos para extenderlo, sin vulnerar los mínimos legales. También autoriza, bajo situaciones excepcionales, la acumulación de días y permite fraccionar su uso para atender necesidades familiares, productivas y sectoriales.
Las jornadas laborales, por su parte, incorporan la figura del banco de horas, siempre que se respeten 12 horas de descanso entre turnos y un máximo de 35 horas semanales. El texto habilita que convenios colectivos organicen horas extras, francos compensatorios y regímenes específicos según las características de cada actividad. El borrador aclara que la reducción de jornada solo regirá si lo determinan normas nacionales o convenios sectoriales. También admite cálculos por promedio, respetando descansos mínimos. En esa línea, el banco de horas podrá compensar días de mayor carga con otros de menor actividad sin superar el límite semanal fijado por la reforma laboral.
En materia de indemnizaciones, el proyecto permite reemplazar el sistema tradicional mediante fondos o seguros sectoriales de cese laboral. Estos funcionarán como mecanismos de ahorro previo, financiados por aportes mensuales empresariales, para otorgar previsibilidad al trabajador y aliviar el impacto financiero en pequeñas y medianas firmas. El texto define la base de cálculo indemnizatorio, que estará compuesto por el salario básico, sumas habituales y componentes remunerativos ordinarios, excluyendo pagos extraordinarios y gratificaciones. También habilita pagos fraccionados y limita intereses. En despidos sin causa, se deberá abonar "un mes de sueldo por cada año de servicio", según prevé el anteproyecto de la norma.
En materia de indemnizaciones, el proyecto permite reemplazar el sistema tradicional mediante fondos o seguros sectoriales de cese laboral
La iniciativa, además, diferencia despidos con causa y sin causa, exige notificación electrónica fundada y reconoce instancias de defensa administrativa y judicial. Además, reorganiza la respuesta ante conflictos en servicios esenciales, fijando un funcionamiento mínimo del 75% en sectores críticos y del 50% en actividades estratégicas como salud, energía o transporte.
La reforma laboral plantea un rediseño del capítulo salarial que ordena la composición de ingresos e incorpora sumas fijas, variables y beneficios sociales. El borrador exige digitalizar recibos y planillas con validez plena y define qué montos integran la remuneración para reducir conflictos judiciales en futuras controversias laborales. En esa línea, el proyecto fija mecanismos extraordinarios de actualización vinculados a la negociación colectiva y delimita pagos excluidos, como viáticos documentados y reintegros. La propuesta busca evitar interpretaciones dispares sobre la base salarial computable y estandariza criterios utilizados por empleadores y trabajadores en distintas actividades del sector.