El paro de micros que se lleva adelante este martes afecta a todo el país, con especial impacto en La Plata y el resto del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), generó nuevas tensiones entre los empresarios del transporte y los choferes nucleados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Estos últimos reclaman una fuerte suba salarial, pero los primeros sostienen que no cuentan con los recursos para hacerlo.
El presidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), Luciano Fusaro, sostuvo que el reclamo sindical "es un ajuste por inflación y "parece justo", pero aunque destacó que como empresarios quisieran darlo, remarcó que ello es imposible porque los boletos están "congelados" desde hace 9 meses.
Fusaro explicó que, si bien en marzo se aplicaron aumentos en las tarifas del transporte público, ese ajuste no representó ingresos adicionales para las empresas: "El incremento fue para reducir subsidios, por lo tanto, la plata que llega a las empresas es la misma", apuntó. En este contexto, el dirigente empresarial remarcó que el sector no tiene autonomía para fijar precios ni salarios. "A diferencia de otras actividades, nosotros no fijamos el precio del servicio, lo establece el Estado en función de una cuenta técnica de costos. Y esa cuenta no incluyó partidas para aumentos paritarios", sostuvo.
Según el empresario, la falta de margen económico llevó al fracaso de las negociaciones con el gremio. "Hicimos un gran esfuerzo, dialogamos con las Secretarías de Trabajo y Transporte hasta último momento buscando una solución intermedia, pero no hubo acuerdo", indicó al respecto.
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Luciano Fusaro, presidente de AAETA, habló en el marco del paro de micros.
La medida de fuerza de la UTA dejó sin transporte a millones de personas, con mayor impacto en el AMBA, donde funcionan la mayor cantidad de líneas de colectivos. El conflicto sigue abierto y las próximas horas serán claves para definir si se extiende la protesta.
La negociación fallida que llevó al paro de micros
Las cámaras empresarias nucleadas en AAETA habían planteado además un aumento del 6% entre febrero y junio, acompañado por sumas no remunerativas. El gremio, sin embargo, lo rechazó de plano por considerarlo insuficiente para cubrir la pérdida del poder adquisitivo.
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El nuevo paro de micros golpea fuertemente en La Plata y el resto del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Foto: Ignacio Amiconi | AGLP
"El sindicato quiere un ajuste por inflación desde enero. Hoy, el salario es de $1,2 millones. Con un ajuste por Índice de Precios al Consumidor (IPC), excede las posibilidades económicas de las empresas", sostuvo Fusaro. Además, apuntó contra el congelamiento de tarifas y remarcó: "La mitad de las líneas de colectivos del AMBA tienen la tarifa congelada hace más de 8 meses".