El cardenal Víctor "Tucho" Fernández, exarzobispo de La Plata, apuntó contra quienes tergiversaron el mensaje del papa Francisco sobre el trabajo.
En el Día del Trabajador, el exarzobispo de La Plata y cardenal Víctor "Tucho" Fernández cuestionó con dureza a los "deshonestos" que, según él, tergiversaron el mensaje del papa Francisco sobre el trabajo y la dignidad en la Argentina, al encabezar una misa en su homenaje en el Vaticano.
Durante la sexta misa de "novendiales" en la Basílica de San Pedro, celebrada por el alma del papa Francisco y coincidente con la fiesta de San José Obrero, Fernández destacó el legado del pontífice argentino, especialmente su defensa incansable de los trabajadores y de la dignidad laboral.
Legisladores de Unión por la Patria impulsan un proyecto de ley para conmemorar cada 21 de abril en homenaje al papa Francisco y su legado social y espiritual.
El arzobispo Gustavo Carrara celebró la misa en la Catedral por el papa Francisco e hizo hincapié en su magisterio de misericordia y el amor hacia la humanidad.
El cardenal y actual prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, señaló que Francisco fue "un trabajador que jamás se tomaba vacaciones", abocado por completo a su misión, incluso en sus últimos días, cuando visitó una cárcel a pesar de su delicado estado de salud.
Tucho aprovechó su sermón para criticar a quienes en Argentina distorsionaron los mensajes del Papa. “Algunas personas deshonestas dijeron que el papa Francisco defendió a los vagos, a los zánganos, a los delincuentes, a los ociosos", lanzó, haciendo alusión a una antigua intervención de Francisco frente a empresarios.
Fernández recordó que Jorge Bergoglio provenía de una familia de inmigrantes piamonteses "que no vinieron a este país con el deseo de ser apoyados sino con un gran deseo de arremangarse", y que por eso le dolían profundamente esas acusaciones que lo señalaban como promotor de la vagancia.
Durante la homilía, el cardenal argentino recuperó conceptos clave del pensamiento de Francisco, como la idea de que "el trabajo es la mayor ayuda para un pobre" y que no hay peor forma de pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad que este otorga.
También apuntó contra los "falsos discursos sobre la meritocracia" y planteó una fuerte crítica a la desigualdad estructural. "Quien trabaja con los brazos, con igual o mayor mérito, apenas logra sobrevivir", comparó, respecto a quienes parten desde contextos privilegiados.
A modo de ejemplo, contó una experiencia personal con un cartonero que trabajaba entre 12 y 15 horas por día para mantener a sus hijos. "Una persona bien vestida le dijo: '¡Andá a trabajar, vago!'. Esas palabras me parecieron de una crueldad y de una vanidad horrendas", relató conmovido.
En ese marco, dijo que "el papa Francisco lanzó un grito profético contra esta falsa idea" de que los pobres no tienen méritos. "Parece que es más digno quien heredó muchos bienes que el que hizo trabajos pesados toda la vida sin lograr ahorrar algo", remarcó.
Fernández citó también la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, donde Francisco alertó sobre un modelo de sociedad que no apuesta por incluir a "los lentos, débiles o menos dotados". Y se preguntó: "¿Los que nacen con menos oportunidades simplemente tienen que limitarse a sobrevivir?".
Más allá de las críticas, el cardenal valoró el ejemplo de vida del papa Francisco y su devoción por San José Obrero, a quien le dejaba peticiones escritas bajo su imagen cada vez que enfrentaba un gran problema. "Pidámosle a San José que en el cielo le dé un fuerte abrazo a nuestro querido papa Francisco", cerró.