sábado 03 de mayo de 2025
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Manuela y Raúl

Una pareja de La Plata abandonó su vida en tierra y desde hace más de un año navega por el mundo en velero

Manuela y Raúl, una pareja de La Plata, dejaron atrás sus trabajos y rutinas para vivir navegando en velero y apostar por un estilo de vida de viajeros marítimos.

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Manuela Sáez y Raúl Ferrer Justo, una pareja de La Plata, tomó la decisión dejar su vida en tierra firme para comenzar a navegar el mundo en velero. Desde entonces, recorren los mares con un estilo de vida que prioriza la libertad, la conexión con la naturaleza y el trabajo remoto.

Manuela es astrónoma, formada en el Observatorio de la UNLP y con una destacada carrera científica en el Conicet. Vivió y trabajó en Alemania, Japón y Estados Unidos, publicó investigaciones sobre neutrinos y dio clases en distintas facultades. Pero, en medio de un panorama adverso para la ciencia en Argentina, decidió cambiar de rumbo.

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Junto a Raúl, creador de la reconocida cervecería Walden, restauraron un velero con sus propias manos y se lanzaron a una aventura sin mapa fijo. "Vivimos en el mar, trabajamos desde ahí, colaboramos con ONGs, damos charlas y tratamos de compartir otra manera de vivir, más simple y más conectada con lo esencial", contó la joven a 0221.com.ar.

Hoy celebramos 1200 millas desde que zarpamos y el punto más norte y más este que alcanzamos con el Tupac Amaru (por ahora).Llegamos a Río de Janeiro desde el agua. Así la vimos. Llegar a una ciudad por el .webp
Manuela Sáez y Raúl Ferrer Justo, la pareja de La Plata que dejó todo para vivir en el mar

Manuela Sáez y Raúl Ferrer Justo, la pareja de La Plata que dejó todo para vivir en el mar

"Nos mueve la idea de dejar algo bueno en nuestro paso, de generar conexiones reales con las comunidades que visitamos, de vivir con menos pero ofrecer más", sostuvieron en un posteo de redes sociales.

Un cambio de vida platense

La pareja comparte su experiencia desde su cuenta de Instagram @tupacamarusailing, donde documentan su día a día a bordo y muestran que hay alternativas posibles a la vida tradicional. No se trata solo de viajar, dicen, sino de buscar una forma más humana y libre de habitar el mundo.

"Después de años de esfuerzo, reconocimientos, formación y trabajo, sentí que necesitaba otro tipo de vida. Una que también me permitiera seguir compartiendo lo que sé, pero desde otro lugar, más humano, más libre", contó Manuela.

El inicio de esta historia de amor y mar

El Tupac Amaru es un Albion 36, un velero de acero diseñado por Gilbert Caroff. Con 36 pies de eslora, su casco es robusto, digno de un tanque de guerra, construido para enfrentar cualquier mar, comienza la primera imagen del Instagram de la pareja de navegantes.

"Este barco ha navegado miles de millas, cruzando el Atlántico, recorriendo Europa, África y América. Pero en 2020, la pandemia lo dejó abandonado en Uruguay. Pasaron cuatro años hasta que su entonces dueño intentó devolverlo al agua. Sin embargo, el destino tenía otros planes", indicaron.

Fue ahí cuando Raúl lo encontró. Vio en el Tupac Amaru más que un barco: un desafío, un sueño y una oportunidad. Decidió restaurarlo con esfuerzo, dedicación y mucho trabajo. No fue fácil, pero con cada arreglo, el barco volvió a la vida.

A pesar de haber zarpado hace más de un año, estos viajeros siguen ligados a sus raíces platenses y sienten que su historia puede abrir preguntas e inspirar a otros que están buscando reinventarse. Creen que, en un contexto difícil, elegir otro camino también es una forma de resistir y construir sentido.

En este sentido, celebran que esta decisión también los conecte con muchos jóvenes que, como ellos, necesitan explorar otros rumbos. "Queremos contar esta historia porque sentimos que habla de lo que nos está pasando a muchos", cerraron.

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