El jurado popular declaró culpable por estupro a Braian "Fatu" Cisterna, exboxeador acusado de abusar de una adolescente de 14 años en un caso que generó conmoción en los tribunales de La Plata. Sin embargo, fue absuelto de los cargos más graves, como abuso sexual agravado y privación ilegítima de la libertad.
El veredicto, que resolvió la condena del acusado por 12 votos, determinó que Cisterna incurrió en estupro. Según el artículo 119 del Código Penal argentino, esta figura legal se define como el acto de tener relación sexual con una persona menor de 13 años, o con una persona que, siendo mayor de 13 años pero menor de 16 años, no haya prestado su consentimiento.
El juicio, desarrollado en el Tribunal Oral Criminal IV, estuvo a cargo de la jueza Carolina Crispiani, quien instruyó al jurado para analizar el caso con perspectiva de género y de derechos de la niñez, un hecho que se dio por primera vez en juicios por jurados. El imputado llegó procesado por "abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido con arma de fuego, privación ilegítima de la libertad agravada y tenencia arma de fuego".
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Carolina Crispiani, la jueza de La Plata que instruyó al jurado ciudadano del juicio oral para que analice el caso con una mirada de perspectiva de género y niñez.
La defensa de Cisterna, liderada por Marcelo Di Siervi, argumentó que las relaciones fueron consentidas y que la víctima y el agresor mantenían una relación preexistente, postura que influyó en la decisión del jurado respecto a los cargos más graves. Finalmente, el boxeador fue condenado por estupro.
Este delito contra la integridad sexual se castiga con penas de prisión que varían según la edad de la víctima y las circunstancias del hecho. En el caso de una víctima mayor de 13 años pero menor de 16 años, sin consentimiento, las penas oscilan entre 3 y 8 años de prisión. Si la relación fue consentida, pero mediaron engaños, abuso de posición de poder o autoridad, la pena aumenta y se sitúa entre 4 y 10 años de prisión.
El imputado ya lleva 5 años y 3 meses presos. Debido a su buena conducta y su falta de antecedentes, podría quedar en libertad en la audiencia de cesura que se realizará dentro de los próximos diez días. La defensa espera que el fiscal Juan Pablo Caniggia acompañe el pedido de excarcelación.
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El dramático relato de la madre de la víctima
Cisterna fue detenido el 8 de agosto de 2019 en Cañuelas, minutos después de que la víctima declarara en cámara Gesell y confirmara los hechos denunciados el domingo 12 de mayo en la Comisaría de la Mujer.
La mamá de la nena relató a InfoCañuelas la secuencia vivida ese dramático domingo en el que toda la familia se movilizó para encontrarla. "Cuando nos levantamos a la mañana mi hija me pidió ir a la casa de la amiga en la esquina para buscar unas pertenencias que había dejado el día anterior y de paso invitarla a desayunar. A las 9.30, luego de que preparara sus cosas del colegio, la autoricé a ir. La acompañé hasta la vereda y vi que se dirigía hacia la casa de su amiga. Luego me fui a comprar unos elementos de ferretería", sostuvo la mujer.
Mientras se hallaba comprando una lata de pintura recibió el llamado de una de sus hijas comentándole que su hermana no había regresado y que tampoco estaba en la casa de su amiga. Fue así que comenzó una intensa búsqueda en todo el barrio. "Por un momento pensé que podía estar en la plaza, tal vez con un noviecito, pero me pareció raro porque me hubiera contado y no es de irse sin avisar y sin consentimiento. También llamé a los hermanos pensando que estaba con alguno de ellos. Fue desesperante porque nadie sabía dónde estaba", siguió contando la mamá.
Con el paso de las horas varios familiares se fueron sumando a la búsqueda, cuadra por cuadra. En un momento alguien dijo que la había visto caminar hacia lo de Cisterna, un departamento ubicado sobre un terreno de la calle 9 de Julio casi esquina Rawson que atrás tiene otras viviendas. "A eso de las 7 de la tarde fui a su casa, que está muy cerca de la nuestra, y me aseguró que mi hija no estaba con él", añadió la mujer.
Una hora más tarde un hijo y un cuñado de la mujer volvieron a lo del boxeador porque la única pista que tenían era que la habían visto dirigirse hacia ese domicilio. Le tocaron el timbre y tardó varios minutos en salir. En esta oportunidad se produjo una fuerte discusión. "Volvió a decir que no sabía dónde estaba mi hija. Mi hijo más grande no le creyó y le pidió que lo dejara pasar para comprobarlo. '¿Cómo te voy a dejar entrar a mi casa?', le respondió. Se armó un griterío, hubo empujones, puteadas y cuando llegué al lugar, por la puerta entreabierta la vi a mi hija que se tambaleaba yendo de una habitación a otra", reveló la mamá.
En cuestión de minutos un patrullero se llevó esposado al boxeador y los familiares llevaron a la menor a la Comisaría de la Mujer. Estaba descalza, sin ropa interior, vestida con un pantalón dado vuelta y una remera blanca con dibujos de anclas que no era de ella. "Salió confundida, agarrándose de la cabeza. No entendía lo que estaba pasando. Al rato, en la Comisaría de la Mujer, cuando fue recuperando lucidez, se dio cuenta de que estaba vestida con ropa ajena y hablaba de un arma, de que la había amenazado con un arma", reveló la mamá.
En el área de Delitos contra la Integridad Sexual de La Plata corroboraron que la menor tenía signos de actividad sexual reciente y lesiones compatibles con una violación. Le hicieron un hisopado vaginal para determinar si hay rastros del ADN de Cisterna y le extrajeron una muestra de orina para el examen toxicológico. En su primer contacto con su madre relató que durante esas diez horas en las que estuvo encerrada sólo recordaba haber tomado un vaso de agua.