Con el reconocimiento del hecho por parte del acusado y la declaración del padre de la víctima, se desarrolló el juicio oral por el crimen de un joven registrado el 13 de febrero de 2021 en pleno centro de La Plata. El acusado pidió perdón a la familia de la víctima que lo insultó al cierre de la audiencia.
El sangriento episodio ocurrió a las 15.30 de aquella fecha en la esquina de 7 y 50. Por motivos que se desconocen los protagonistas comenzaron a peleas. En ese marco, Claudio Sebastián Rodríguez (32) apuñaló en el corazón a Norberto Ezequiel Herrera quien falleció en pocos minutos.
El agresor escapó, pero tanto el ataque como su fuga quedaron registrados en las cámaras seguridad instaladas en la zona. Con esas imágenes y el relato de testigos, los investigadores capturaron en pocas horas al agresor.
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Tras la audiencia del juicio oral el acusado volvió a su celda en la Unidad 1 de Lisandro Olmos.
Foto: archivo 0221
Juicio oral expeditivo
En el inicio del debate los jueces del Tribunal Oral Criminal III de La Plata entrevistaron al acusado, quien dio cuenta de una dura historia de vida: casi analfabeto, una familia desintegrada, en situación de calle y con problemas de consumo de alcohol y pastillas.
Luego el defensor oficial, Eliseo Graziano, informó que su asistido reconoció ser el autor del crimen y se “allana a la prueba”, es decir, aceptó su responsabilidad.
En este marco, la fiscal del juicio, Victoria Huergo, hizo una serie de requerimientos técnicos en relación a las pruebas y solicitó escuchar el testimonio del padre de la víctima, medida que no fue discutida por la defensa y fue aceptada por los jueces. Antes el acusado fue llevado a una sala lindera para que el hombre declarara tranquilo.
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Victoria Huergo, fiscal de juicio de La Plata.
Foto: AGLP
Ramón Norberto Herrera ingresó a la sala de audiencias del primer piso del edificio ubicado en calle 8 entre 56 y 57. Vestía jeans, zapatillas y una remera que en la que se leía: “Justicia por Ezequiel”. En el público ya estaba ubicado el resto de la familia. La mayoría, con la misma casaca.
"Ezequiel era un buen pibe, laburaba, estudiaba, trabajó como soldador el YPF, tenía un hijo que vivía con la mamá, estaban separados", describió el hombre.
El padre también recordó que, al momento del ataque, su hijo llevaba una mochila repleta de ropa y calzado infantil que había comprado para sus sobrinos. “Todo lo que juntó trabajando esa semana lo invirtió en ropa para los chicos, Ezequiel era muy solidario”.
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La ropa que vestía el detenido por el crimen en 7 y 50.
Tras su testimonio Herrera padre se sentó entre el público. El acusado reingresó a la sala de audiencias y escuchó el pedido de condena: ocho años y seis meses de prisión por el delito de “homicidio simple”.
Alegatos, insultos y tensión
La fiscal valoró como atenuantes de la pena la crianza callejera del acusado, su falta de escolaridad (dejó el colegio en quinto grado y desde entonces vivió más tiempo en la calle que con su familia) y la falta de contención, entre otros argumentos. Por su parte el defensor oficial requirió que los jueces también consideran el “arrepentimiento demostrado”.
"Yo no lo quise hacer, estoy arrepentido, estábamos tomando, le pido perdón a la familia", fueron las últimas palabras del acusado antes que los jueces se retiraran a deliberar.
La lectura del adelanto de veredicto será el lunes 16 de diciembre al mediodía, según establecieron los magistrados Andrés Vitali, Ernesto Domenech y Santiago Paolini.
Tras el cierre del debate, la familia de la víctima agredió verbalmente al acusado con expresiones como “asesino hijo de puta”, “puto”, “dejaste a mi sobrino sin su papá”, “nos arruinaste la vida”.
La situación no pasó a una zona de mayor gravedad gracias a la acción rápida del personal penitenciario a cargo de la custodia en el fuero Penal. En pocos segundos la sala se llenó de uniformados que desalojaron pacíficamente a la familia de la víctima, que fue escoltada hasta las escalinatas de calle 8 hasta que se retiraron del lugar.