La resolución detalla los graves riesgos procesales y el rol clave de la imputada en una organización delictiva con capacidad económica para evadir la Justicia.
En una resolución contundente, el juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, rechazó el pedido de prisión domiciliaria solicitado por la defensa de Natalia Foresio, procesada en una causa de extrema complejidad por asociación ilícita y lavado de dinero. Todos los detalles de una resolución que será apelada por la defensa.
Este medio accedió a la resolución judicial que descarta otorgar el beneficio de la prisión domiciliaria, a pesar de los argumentos presentados por sus abogados, Alfredo Gascón y Miguel Molina, quienes invocaron el delicado estado de salud del esposo de la acusada.
La contadora Natalia Foresio se encuentra en el centro de un escándalo de evasión fiscal y lavado de dinero y es investigada por la Justicia Federal.
La resolución, que tuvo en cuenta el dictamen de la Fiscalía Federal, deja en claro que la libertad de Foresio, incluso bajo la modalidad de arresto domiciliario, representa un riesgo procesal inadmisible en el estado actual de la investigación.
Uno de los pilares del fallo de Kreplak es la valoración del riesgo de fuga. El magistrado coincide con la posición del Ministerio Público Fiscal, que subraya la gravedad de los delitos imputados, en particular la participación de Foresio en una asociación ilícita destinada a cometer delitos indeterminados, figura que excluye la posibilidad de una condena de ejecución condicional.
El fallo enfatiza además la capacidad económica de la imputada, probada a través del alto flujo de dinero detectado ($40.000.000.000 y casi U$S 2.000.000) durante diversos allanamientos vinculados a la causa. Esta suma, calificada como "exorbitante", constituye una alerta objetiva para el tribunal, que interpreta que Foresio cuenta con recursos suficientes para darse a la fuga y obstaculizar el accionar judicial.
"La imputada posee medios económicos que exceden ampliamente el estándar común, lo que le permitiría eludir con facilidad cualquier tipo de control estatal fuera del régimen cerrado", indica el fallo al que accedimos.
Además del peligro de fuga, el juez Kreplak hace foco en el potencial entorpecimiento del proceso penal. La causa que investiga una presunta estructura criminal de gran escala se encuentra en plena etapa de instrucción, con numerosas medidas de prueba aún pendientes. Según la resolución, liberar a Foresio bajo arresto domiciliario podría derivar en la destrucción de pruebas, alteración de evidencias o presión sobre testigos.
“La investigación aún no ha alcanzado un grado de consolidación tal que permita reducir los riesgos procesales. En este contexto, el regreso de la imputada a su entorno domiciliario se presenta como una amenaza directa a la búsqueda de la verdad”, sostiene el magistrado.
El expediente también da cuenta de una preocupación expresa del Ministerio Público respecto a la posibilidad de que Foresio obstruya el recupero de activos ilícitos, conducta que entorpecería no solo la instrucción penal sino también el proceso posterior de decomiso de bienes.
Otro de los elementos que pesaron en la balanza a la hora de rechazar la morigeración fue la existencia de otra causa judicial en trámite, también en el fuero federal, en la que Foresio ya fue procesada por asociación ilícita fiscal. Se trata de un expediente cuyas características, según la Fiscalía, "guardan similitudes estructurales con la presente causa".
Si bien la imputada no cuenta con condenas previas, esta reiterancia en maniobras de índole económica delictiva es tenida en cuenta por el juez como un indicador de habitualidad o, al menos, de conocimiento previo sobre esquemas similares al que se investiga actualmente.
"La posible reiterancia delictiva, aún en estado embrionario procesal, refuerza la necesidad de mantener a la imputada alejada de su entorno habitual para resguardar los fines del proceso", concluye el magistrado.
Los abogados Gascón y Molina argumentaron que la prisión preventiva de Foresio debía morigerarse por el estado de salud de su esposo, Luis Mauricio Cortazzo, quien presenta un cuadro de hipoacusia severa y trastornos cognitivos, producto de problemas neurodegenerativos progresivos, además de requerir acompañamiento permanente.
Sin embargo, la resolución judicial señala que los certificados médicos presentados no acreditan una situación que imponga a Foresio como única cuidadora indispensable. De hecho, consta en el expediente que la pareja tiene dos hijos mayores de edad, quienes conviven con Cortazzo y pueden cubrir las necesidades cotidianas del padre.
En un párrafo especialmente contundente, el fallo advierte: "No se acredita que la privación de libertad de Foresio genere un menoscabo excepcional en la atención del cónyuge, menos aún si se considera que ambos han sido procesados por el mismo hecho penal". Esto último es clave: el juez considera desaconsejable la cohabitación con otro imputado en el marco de una causa de tal magnitud, dado el potencial riesgo de acuerdo para entorpecer la prueba.
La resolución, que rechaza de plano el pedido de morigeración, concluye que no han variado las condiciones que justificaron originalmente la prisión preventiva. Lejos de eso, el juez Kreplak considera que se han consolidado y agravado los motivos por los que Foresio debe seguir privada de su libertad en una unidad carcelaria.
"La prisión domiciliaria, como modalidad alternativa, requiere una evaluación restrictiva y de contexto. En el presente caso, los riesgos procesales persisten con igual o mayor intensidad que al momento de dictar la medida cautelar original", sostiene el escrito firmado por el magistrado.
La negativa del juzgado federal no solo ratifica el rumbo de la causa sino que también da un mensaje claro sobre la tolerancia cero frente a estructuras delictivas económicas complejas, y la rigurosidad judicial con que se valoran los argumentos de la defensa en este tipo de procesos.
Con este fallo, el expediente avanza hacia su etapa decisiva con una de sus principales imputadas aún detenida.