La sede del fuero Penal de La Plata es escenario de una nueva audiencia del juicio por jurados en relación a la muerte de Fernando Ariel Soto quien fue apuñalado en extrañas circunstancias que se intentan determinar con certeza. Por este caso es juzgado Maximiliano Luis Lapera quien mantenía una conflictiva relación con la víctima fatal. El acusado ya purgó otra condena por homicidio.
El hecho ocurrió en los últimos minutos del 20 de junio de 2016, cerca de las 23.30, en la esquina de 3 y 78, de la localidad de Villa Elvira, al sur del Gran La Plata. En esa esquina terminó de la peor manera una vieja historia de enemistad entre víctima y acusado. Lapera, junto a otros dos sujetos, comenzó a discutir con Jhonatan Soto, según consta en el expediente. En ese marco, se cree, el acusado extrajo un cuchillo y apuñaló a Soto.
Fernando Soto, hermano de Jhonatan, intervino en el conflicto para ayudarlo y terminó muerto de una puñalada en el estómago. El enfrentamiento se suscitó a escasos metros del domicilio familiar de los Soto. Lapera vivía a pocas cuadras del lugar, en la zona de 5 y 89.
Tras el brutal incidente los hermanos Soto fueron derivados de urgencia al hospital Policlínico General San Martín, donde se comprobó el deceso de Fernando. Jhonatan se salvó, su lesión era importante pero no revestía gravedad para poner su vida en riesgo con la atención adecuada.
Crimen de Fernando Ariel Soto esquina de 3 y 78 en Villa Elvira.jpg
La esquina de 3 y 78, al sur de La Plata, la escena del crimen
En tanto Lapera sufrió una herida cortante en el cuero cabelludo y, varios golpes, por lo que fue trasladado hospital San Juan de Dios, donde quedó detenido a disposición judicial, se negó a declarar ante el fiscal Marcelo Martini (ya jubilado) y ahora está sentado en el banquillo de los acusados.
La causa, por “homicidio y tentativa de homicidio, en concurso real”, llegó a la instancia de debate, luego de años de instrucción, de ideas y vueltas, con varias instancias de revisión. En ese sentido, la recopilación de testimonios y la eventual aparición de imágenes de alguna cámara de seguridad, fueron los elementos que se buscaron en la génesis de la pesquisa. Se supo que los protagonistas de esta terrible historia de violencia, ya habían tenido otros conflictos con la ley, sobre todo Lapera, quien, en base a calificados voceros judiciales, entre sus antecedentes cuenta con una condena por otro asesinato.
MOMENTOS DE TENSIÓN
En la jornada de este miércoles 22 de noviembre, cuando Lapera era trasladado desde los calabozos ubicados en el subsuelo del edificio de calle 8 entre 56 y 57, se cruzó con su hermano que es empleado del Poder Judicial. En ese marco el acusado lo amenazó: “cuando salga te voy a matar”. Esa circunstancia derivó en una nueva denuncia que pesa sobre el sospechado de homicidio e intento de homicidio.
Además, el denunciante, cuyos datos se mantienen en reserva, dijo que está dispuesto a declarar en el juicio, que tiene “mucha información para aportar para el esclarecimiento” del homicidio que se juzga.
Desde la fiscalía se solicitó que se habilite el testimonio del denunciante, pero hasta el momento el juez técnico no hizo lugar a esa petición, por entender que no hace a la teoría del caso establecida por la fiscalía de juicio, quien nunca mencionó al hermano del acusado como testigo y que, a siete años del hecho, no se puede modificar la teoría del caso en relación a los orígenes del episodio ya establecido para el debate en curso.
En otro orden cabe resaltar que el artículo 234 de Código Procesal Penal de la provincia de Buenos Aires establece: “No podrán testificar en contra del imputado, bajo sanción de nulidad, su cónyuge, ascendientes, descendientes o hermanos, a menos que el delito aparezca ejecutado en perjuicio del testigo o de un pariente suyo de grado igual o más próximo al que lo liga con el imputado”.
En la denuncia describió a su hermano como “una persona de mal vivir” y que lo amenazó de muerte en varias oportunidades.
POR LOS ESTRADOS
La acusación está en manos de la fiscal de juicio Victoria Huergo. El acusado es asistido por el defensor oficial Manuel Bouchoux. El juez técnico es Andrés Vitali del Tribunal Oral Criminal III de La Plata.
El mecanismo de juicio por jurados se activó por pedido de la defensa. Será un jurado ciudadano el que deberá decidir si el acusado es culpable o inocente. En caso de culpabilidad será el juez técnico el que imponga la o las penas a cumplir, en base a una serie de atenuantes y agravantes que deberán valorar las partes en una audiencia de cesura. En tanto, la defensa podrá recurrir a una instancia judicial superior. Pero en caso de absolución la acusación no tendrá posibilidad de apelar, el caso se cerrará y el acusado recuperará la libertad en el marco de esta causa.