Green House, una dietética con tres sucursales en La Plata, sufrió el hackeo de su perfil de Instagram con 38.000 seguidores y aún no logró recuperarlo.
Green House, una dietética de La Plata con tres sucursales y ocho años de historia, perdió su cuenta de Instagram tras un hackeo y hoy atraviesa una crisis: aunque el negocio sigue activo físicamente, la falta de presencia en redes sociales afectó su facturación, su día a día y la relación con sus clientes habituales.
Su antigua cuenta, "Comunidad Green House", era el principal canal de difusión de promociones, horarios y novedades. Contaba, además, con 38.000 seguidores. Su cierre dejó a la empresa sin su herramienta de contacto más directa. "El cierre de la cuenta me hizo ver la dependencia que tienen las empresas de nuestro tamaño de comunicarse a través de Instagram", dijo uno de los fundadores del emprendimiento, Augusto Rosato, en diálogo con 0221.com.ar.
Una mujer de Tolosa fue engañada al llamar a un falso 0800 de Netflix y terminó perdiendo más de 13 millones de pesos de sus cuentas bancarias.
Según las denuncias, ofrecía inversiones con altos rendimientos sin estar autorizado. Habría estafado a más de 30 personas que aún reclaman sus ahorros en La Plata.
Si bien el problema aún no se ha solucionado, recientemente Green House abrió un nuevo perfil (@greenhouse.comunidad) para que los clientes estén al tanto de las novedades y puedan enterarse de los horarios y las ofertas de las sucursales.
La dietética tuvo un crecimiento exponencial en los últimos ocho años: pasó de tener solo un local en 51 y 16 a sumar otros dos en 7 y 39 y en diagonal 79 y 54, frente a la Plaza San Martín. La propuesta de la PYME no es la de un tradicional local de productos saludables, sino que ofrece una experiencia de paseo, para que los clientes puedan elegir una cantidad de productos como si estuvieran recorriendo en la góndola de un minimercado.
Hace un mes, la cuenta de la empresa fue hackeada: una especie de virus invadió su perfil y empezó a enviar mensajes de spam, chats de manera aleatoria con un texto escrito en inglés que decía "seguí a esta cuenta", junto al perfil de una mujer que vende contenido erótico. Luego de unos días, Instagram decidió suspender la cuenta por los movimientos irregulares.
Pese a que de inmediato iniciaron los trámites para informar que habían sido víctima de un hackeo, el trámite es complejo y la respuesta que tuvieron por parte del soporte de Instagram fue siempre la misma: "Tenemos mucha demanda, lo estamos revisando, pronto les daremos una respuesta".
Rosato explicó la influencia que tenía Instagram en Green House. "Tenía 38.000 seguidores la cuenta. La abrimos ni bien fundamos el proyecto. Enseguida empezó a traccionar mucho y la verdad siempre fue es el canal más importante", explicó el emprendedor. "Nosotros subimos 'este feriado abrimos' y se entera todo el mundo, la gente viene a comprar. Ahora abrimos un feriado y no se entera nadie", detalló.
La primera evidencia que tuvieron fue durante el feriado del 9 de julio. "Ahí dijimos 'uh, claro, hay un montón de gente que no se está enterando de cosas así o de promociones que no tenemos cómo avisarles'".
El emprendimiento le dedicaba una inversión importante al aspecto visual y a la comunicación en redes; trabajan con un community manager, realizan inversiones constantes en imagen, estética. "Hay una inversión en recurso humano, de dinero y tiempo y mucha dedicación. Lleva mucho esfuerzo en equipo la cuenta como para ahora no tenerla", lamentó.
"Hoy somos 27 personas trabajando en Green House. El equipo es de mucha gente y son todos muy jóvenes, que participan mucho de los videos que salen en las redes, se muestran mucho, genera que vaya creciendo", explicó Rosato sobre la dinámica interna del negocio.