La Provincia convalidó el COUT y ya rigen las nuevas alturas, densidades y usos del suelo en La Plata, con cambios claves en avenidas y límites de expansión.
El nuevo Código de Ordenamiento Urbano y Territorial (COUT) comenzó a regir este jueves, luego de que la Provincia lo convalidara mediante la Resolución N°709/25. La normativa redefine alturas, densidades y usos del suelo en La Plata, fijando nuevos criterios para el desarrollo urbano de las próximas décadas.
La resolución firmada por el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, habilitó la entrada en vigencia del COUT y otorgó respaldo jurídico al paquete de reglas que desde ahora ordenará el crecimiento de la ciudad. La medida, impulsada por el intendente Julio Alak y defendida en el Concejo Deliberante por el secretario de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, Sergio Resa, establece un nuevo paradigma para la expansión urbana.
Este jueves se produce el recambio legislativo en el Concejo Deliberante de La Plata. Habrá once caras nuevas y un solo concejal que fue reelecto.
Fernando Daverio afrontará un segundo juicio por lesiones culposas, mientras pesa sobre él una condena por la muerte de una beba y las lesiones de su madre.
El funcionario municipal explicó que el código regula alturas, densidades, usos del suelo y límites de expansión, con el objetivo de equilibrar el desarrollo con la preservación del ambiente y la calidad de vida. "El plan redefine la manera en que la ciudad podrá expandirse en las próximas décadas, buscando equilibrar desarrollo, ambiente y calidad de vida", señaló durante el debate previo a la aprobación.
La norma fue votada el martes en una sesión en la que el oficialismo reunió 22 votos a favor, uno en contra y una ausencia, tras intensas negociaciones con los bloques de la Unión Cívica Radical (UCR), Propuesta Republicana (PRO) y La Libertad Avanza (LLA). Allí se incorporaron modificaciones sobre dos puntos sensibles: las alturas máximas y el Coeficiente de Unidades Funcionales (CUF), aspectos clave para desarrolladores y profesionales del sector.
Uno de los cambios centrales del nuevo ordenamiento urbano es la redefinición de las alturas máximas. El COUT restablece un criterio clásico: la altura permitida queda vinculada al ancho de la calle. En el Casco Urbano, donde las avenidas miden 30 metros, la altura tope es de 30 metros, equivalentes a diez niveles. Ningún edificio podrá superar ese límite.
Hasta ahora el listado de corredores donde se permitían los diez pisos incluía las avenidas 7, 13, 44, 60, 51 y 53, pero con la nueva ordenanza se sumaron tres vías estratégicas 38 entre 1 y 19, avenida 19, en toda su extensión; y avenida 66, en todo su recorrido.
Esto implica una ampliación de zonas de alta densificación, permitiendo que proyectos de mayor escala se concentren donde ya existe infraestructura consolidada y corredores de tránsito robustos. En paralelo, el COUT duplica las alturas permitidas en avenidas de San Carlos, Los Hornos y Tolosa, que pasan de tres a seis niveles, al tiempo que restringe a tres pisos el límite en barrios residenciales de City Bell y Gonnet, con el objetivo de preservar su identidad urbana y el patrimonio ambiental del arbolado privado.
El debate legislativo también modificó los criterios sobre densidad y unidades funcionales. Uno de los puntos más discutidos fue el Coeficiente de Unidades Funcionales (CUF): el proyecto inicial exigía una superficie mínima promedio de 55 metros cuadrados por unidad, pero se acordó eliminar esa obligación en parcelas de hasta 200 metros cuadrados. En esos lotes no se aplicará tope de unidades.
El código, además, prohíbe viviendas multifamiliares y dúplex en las zonas donde se mantiene el límite de tres niveles, con la finalidad de resguardar la escala barrial y evitar densificaciones que afecten la calidad ambiental. También fija una superficie mínima para las nuevas unidades habitacionales y promueve la construcción de departamentos de un dormitorio, luego de detectar una sobreoferta de monoambientes.
Otra disposición importante es que los expedientes ingresados antes del inicio del debate no serán alcanzados por las nuevas reglas, una decisión que evita frenar proyectos en marcha y brinda previsibilidad al sector inmobiliario.
La aprobación de la normativa representa la segunda etapa del Plan Bicentenario de Ordenamiento Territorial. En el proceso intervinieron especialistas del Consejo de Ordenamiento Urbano y Territorial, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP, el Colegio de Arquitectos y el Consejo Consultivo para el Desarrollo Local, que aportaron críticas y ajustes principalmente sobre alturas y densidades.
El documento final define el modelo urbano para las próximas cinco décadas, orientado a concentrar el crecimiento en zonas con infraestructura disponible, limitar la expansión periférica y reducir los conflictos entre usos residenciales, comerciales e industriales. La convalidación provincial sella ahora el inicio formal de su aplicación en todo el partido.