Mientras avanza el proceso judicial por el brutal crimen de Kim Gómez, el club de gimnasia artística al que asistía la pequeña de siete años le dedicó un sentido homenaje que conmovió a toda la comunidad deportiva platense. Sus papás estuvieron presentes.
El último fin de semana, en el marco de un torneo realizado en el Centro de Entrenamiento de Gimnasia Artística La Plata (CEGALP) -ubicado en avenida 25 entre 78 y 79-, las compañeras y profesores de Kim se reunieron junto a su familia para recordarla. La niña entrenó allí hasta sus últimos días, compartiendo jornadas de juegos, desafíos y amistad con sus compañeritas.
Durante el acto, todas las gimnastas participantes lucieron camisetas con la imagen de Kim, y se entregó a sus padres una medalla conmemorativa en su honor. Fue un momento de emoción, en el que se recordó a la niña no solo como una gran alumna, sino como una amiga entrañable para todas.
“Este club hizo que mi hija sueñe. Hizo que Kim tuviera ganas de venir a entrenar con sus amigas, de no querer perderse un día. Estoy para siempre agradecido. Conmigo cumplieron y lo siguen haciendo al recordarla con tanto cariño”, expresó Marcos Gómez, papá de la menor, en su cuenta de Instagram.
Homenaje a Kim Gómez en CEGALP
Desde la institución también hubo palabras emotivas. Guillermo Ramos, director del CEGALP, le respondió públicamente: “Marcos, qué decirte… se me hace un nudo en la garganta y se me caen las lágrimas. Pero sabés una cosa: todos los días encontramos a Kim saltando, colgándose y compartiendo risas con todas sus compañeritas. Sabés que esta casa es de ustedes”.
Medalla CEGALP Kim Gómez
La medalla que el club le entregó a la familia de Kim Gómez.
Kim Gómez fue asesinada el 25 de febrero en Altos de San Lorenzo, cuando dos menores de 17 y 14 años interceptaron a su madre durante un robo en 72 y 42. Tras obligarla a bajar del auto, escaparon sin advertir que la niña estaba sujeta con el cinturón de seguridad, arrastrándola varias cuadras y provocándole heridas fatales.
El homenaje en el club donde Kim creció como gimnasta se convirtió en un recordatorio de su alegría y de la huella que dejó en quienes compartieron su día a día.