Pedro "Ruso" Ferrín, figura muy reconocida en el ámbito de Estudiantes de La Plata, murió este sábado a los 79 años. Su vida estuvo estrechamente vinculada al club, donde se desempeñó durante décadas como canchero del estadio Jorge Luis Hirschi.
Pero "Ruso" Ferrín, recordado por su trayectoria en Estudiantes, falleció a los 79 años. Su vínculo con el club abarcó décadas como canchero en 1 y 57.
Pedro "Ruso" Ferrín, figura muy reconocida en el ámbito de Estudiantes de La Plata, murió este sábado a los 79 años. Su vida estuvo estrechamente vinculada al club, donde se desempeñó durante décadas como canchero del estadio Jorge Luis Hirschi.
La noticia se conoció en la mañana del sábado y generó un profundo pesar en la comunidad albirroja. Ferrín era un personaje querido entre los hinchas y empleados de la institución, especialmente recordado por su trato cercano y su compromiso con el club.
Estudiantes cierra la fase de grupos ante Carabobo y se designó al debutante Augusto Menéndez como árbitro principal del encuentro.
Estudiantes inició su camino en la Copa Argentina donde busca volver a ganarla. Ahora tiene horario y sede confirmada para enfrentar a Aldosivi.
El club expresó su dolor a través de las redes sociales: "El Club Estudiantes de La Plata lamenta profundamente el fallecimiento del 'Ruso' Pedro Ferrín. Enviamos un profundo abrazo a su familia y a sus seres queridos en ese doloroso momento".
Ferrín fue también jugador de "La 3ra que Mata", un recordado equipo juvenil del club. Una lesión a los 16 años hizo cambiar el rumbo de su vida, hablo con la dirigencia de aquel entonces, y planteó que quería ayudar al club desde otro lugar.
Asi fue como comenzó, con un camión de tierra y un secador en la mano, a darle vida a la primera cancha auxiliar de 1 y 55, uno de sus primeros trabajos como canchero de Estudiantes. Con el tiempo, su lugar en el estadio de 1 y 57 se convirtió en una parte esencial de su vida y de su historia con Estudiantes.
En una entrevista realizada por el club en 2018, afirmaba: "Tengo 72 años, sigo trabajando por el club y siempre digo que esta es mi casa, más que la mía. Yo vine a los 8 años acá y seguir estando me emociona mucho, se me caen las lágrimas. No me quiero ir nunca, me quiero morir acá. Hago todo. Soy canchero, pero hoy hay que ayudar al club y eso ya de por sí me emociona" aseguraba vestido de pies a cabeza con indumentaria pincha.
Desde el Museo del Club Estudiantes de La Plata también lamentaron la pérdida y enviaron condolencias a sus familiares y amigos, destacando su paso como símbolo de la identidad del club.