Se trata de una imagen muy sensible que la defensa de Felicitas Alvite aportó a la causa Penal luego del rechazo a la prisión domiciliaria de La Toretto.
Una imagen vale más que mil palabras. Felicitas Alvite, la joven influencer conocida como " La Toretto" de La Plata, sigue en una cárcel común. La jueza no cree en sus ataques de pánico, pero su defensa presentó la apelación en la que acompañaron una foto que puede resultar dirimente, según se detalla en el documento judicial al que accedió 0221.com.ar.
Se trata de una imagen en la que la joven que atropelló y mató a Walter Armand, es atendida en el estudio de sus abogados, luego de que la notificaran que debía ir a prisión. La foto fue tomada en la tarde del 2 de mayo pasado, fecha en que la acusada se entregó. Nunca estuvo prófuga.
Felicitas Alvite, más conocida como La Toretto, tuvo un nuevo episodio que afectó su salud y sus abogados presionan para que la joven sea trasladada a su hogar.
La jueza del caso no hizo lugar al pedido. La defensa de La Toretto apelará ante la Cámara Penal. Felicitas Alvite sufre ataques de pánico en la cárcel.
"Cuando le dijimos que iba a quedar detenida le agarró un ataque de pánico, tuvimos que llamar a UDEC que está acá a la vuelta del estudio, en 13 entre 49 y 50, vinieron rápidamente dos personas y le detectaron un ataque de pánico, la medicaron, le tomaron la presión", explicó el abogado Flavio Gliemmo en diálogo con este medio.
El defensor recordó que a su asistida "le faltaba el aire, no podía respirar, se le dormían y se le endurecían las manos, todo lo que significa un ataque de pánico, y fue el día que le dijimos que la Cámara no había hecho lugar a la eximición de prisión. Una hora después fuimos a la DDI y se entregó”.
Tal como informó este medio, la jueza Marcela Garmendia (titular del Juzgado de Garantías N° 5) rechazó el pedido de la defensa que, con fuertes críticas a la magistrada, fue en queja ante la Cámara de Apelaciones y Garantías local. La jueza sostiene que los ataques de pánico de la acusada son simulados para lograr algún beneficio procesal.
En el marco de ese incidente, los abogados Gliemmo, Santiago Irisarri y Luisina Gliemmo aportaron una "fotografía del momento en que Felicitas fue asistida por los médicos de UDEC en nuestro estudio jurídico".
La joven fue procesada por el delito de "homicidio simple por dolo eventual" tras el fatal accidente en la esquina de 13 y 32 en el que perdió la vida el músico.
Tras analizar la resolución la defensa considera que se "evidencia una palmaria muestra de arbitrariedad decisoria, por apartamiento y contraposición de las constancias" de la causa "en tanto no existe dictamen pericial alguno o manifestación por parte de los peritos intervinientes que den a entender que nuestra asistida ha simulado sus síntomas; más bien, en la causa obran variadísimas pruebas que acreditan sus padecimientos".
"Es notoriamente grave, pues sin justificativo alguno y sin siquiera citar la constancia del expediente sobre la cual la Jueza se apoya para determinar que 'en palabras de los peritos' nuestra asistida simula, rechaza la morigeración pese a que en el caso en concreto existan sobrados argumentos en favor del otorgamiento de la misma", subrayaron desde el ministerio defensista.
Los letrados detallaron y documentaron todos los ataques de pánico que sufrió la joven desde el momento del accidente a la fecha. También destacaron que en el informe de la asistente social "Felicitas se encuentra en tratamiento por sus padecimientos; sumado a ello expresa como aconsejable la medida de morigeración, aunque aclarando que se recomienda continuar con el tratamiento".
Luego de una puntillosa descripción de constancias oficiales en el expediente la defensa señala que "no es cierto que nuestra asistida simula sus padecimientos como dice la jueza; más bien todo lo contrario" ya que "existen innumerables constancias (…) que permiten acreditarlo en un todo, evidenciando la necesidad de otorgar la morigeración a su prisión".
En otro apartado denunciaron que la magistrada "omite valorar las cuantiosas constancias" en el expediente "que demuestran el buen comportamiento de nuestra asistida luego de producido el hecho y que permiten tener por acreditado con un grado de certeza absoluta que nuestra asistida no se dará a la fuga (…) ni afectará el trámite del proceso".
Según esa parte Alvite demostró "un comportamiento absolutamente loable a lo largo de todo el proceso que, realmente, no suele verse en el ámbito penal". Tras el accidente "se quedó en el lugar" donde "intentó asistir al joven, se preocupó por llamar a la ambulancia y a la Policía, reconoció ante los efectivos policiales que ella fue la responsable, llamó a su amigos y les envió mensajes para que rezaran por el estado de salud del joven, le pidió a una amiga que concurra al hospital para ponerse a disposición, pidió que se la llame a declarar en tres ocasiones, aportó la clave de su teléfono para que se realicen las pericias y, fundamentalmente, se presentó voluntariamente ante la DDI para quedar detenida a horas de tomar conocimiento de la resolución de la Cámara".
Ante este panorama la defensa se pregunta: "¿De qué peligros procesales hablamos que no puedan mitigarse con una prisión domiciliaria?" y se responde: "La realidad es que no cabe la menor duda de que ante el otorgamiento de la morigeración a su prisión preventiva, nuestra asistida cumplirá en un todo los condicionantes fijados por los Magistrados, en tanto así lo ha demostrado con sus comportamientos".
En la apelación la defensa hace foco y destaca que Felicitas Alvite:
El planteo debe ser resuelto por la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata, donde, en una apelación anterior, uno de los camaristas (en minoría) ya había aprobado el arresto domiciliario de la acusada.