El cierre del juicio oral en el fuero penal estuvo marcado por el calor, el llanto y una inesperada confesión del femicidio que sacudió a todos.
El juicio oral por el femicidio de Patricia Aybar llegó este jueves a su instancia más dramática cuando el acusado, José Luis Rodríguez —alias "El Puma"— pidió la palabra antes de los alegatos y confesó haber cometido el ataque que acabó con la vida de su expareja.
Ocurrió en la sala B del fuero Penal de La Plata, repleta de familiares de la víctima y marcada por una jornada sofocante: los aires acondicionados no funcionaban y solo uno de los ventiladores de techo estaba en actividad.
La fiscal avanza hacia el esclarecimiento del femicidio de Marisol Oyhanart y cita a indagatoria en La Plata a Diego Jonatan Bianchi tras nuevas pruebas.
Entre llantos, el hombre de 62 años —que lleva tres años detenido— habló desde su asiento en el estrado. A su lado estaba la defensora oficial Natalia Argenti. Del otro lado de la sala, sus hijos y los de Aybar lloraban desconsolados, escuchando cada palabra.
Rodríguez inició su declaración dirigiéndose directamente a ellos: "Pido disculpas a mis hijos, pero no perdón porque sé que no me perdonarán. Me tengo que pudrir en la cárcel, lo que hice no tiene perdón de Dios".
Luego, reconstruyó en pocas frases su acercamiento al domicilio de Aybar el 2 de mayo de 2022: "No sé a qué fui, no tenía que haber ido". En medio del llanto, agregó: "Arruiné a mi familia, le cagué la vida a mis hijos".
Al recordar a Patricia, la describió como "una mujer muy trabajadora, la mejor mamá que les podía tocar. Yo no trabajaba mucho, era vago".
Cerró su exposición sosteniendo: "Yo no lo quise hacer, hijos. Me tengo que pudrir en la cárcel. No me quiero defender".
Tras la confesión, comenzó la instancia de alegatos. La fiscal Leila Aguilar realizó una exposición detallada, prolija y puntillosa, en la que sostuvo la acusación por homicidio triplemente calificado por el vínculo, por alevosía y por mediar violencia de género. Concluyó su intervención solicitando que Rodríguez sea condenado a prisión perpetua.
Luego fue el turno de la defensora oficial Argenti, quien pidió que se declare la inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua. Argumentó que, dada la edad del acusado, debería contemplarse una revisión a los 20 años de encierro, tal como propone la defensa en casos excepcionales.
Antes de que el tribunal se retirara a deliberar, Rodríguez utilizó su derecho a pronunciar las últimas palabras. Nuevamente quebrado, afirmó: "Yo no soy un monstruo, soy una persona que se equivocó. Sé que voy a morir en la cárcel. Quiero que mis hijos y su madre tengan paz".
Sus dichos cerraron una audiencia cargada de tensión, calor y emoción, que dejó a familiares y asistentes profundamente impactados.
Los jueces Ernesto Domenech, Santiago Paolini y Andrés Vitali, integrantes del Tribunal Oral Criminal III de La Plata, dispusieron que la lectura del adelanto de veredicto se realizará el 15 de diciembre.
El juicio por el femicidio de Patricia Aybar entra así en su recta final, luego de una jornada donde la confesión del acusado modificó el clima del debate y dejó un cierre de alta intensidad emocional en la sala B del fuero Penal platense.