En la mañana de este martes de pretemporada, el plantel de Estudiantes hizo trabajos de presión con pelota y Javier Altamirano estuvo junto a sus compañeros.
El estado de salud de Javier Altamirano sigue dando buenas noticas en Estudiantes. Luego de sumarse con sus compañeros en el primer día de pretemporada, ahora llegó el turno de hacer trabajos con pelota sin contacto para seguir afirmando su buen estado de salud luego del episodio epileptico que alarmó a todos.
Luego de salir con anterioridad del entrenamiento, Eros Mancuso despertó la preocupación de todos los presentes porque podría perderse los partidos que se vienen, sobre todo el de la Copa Argentina frente a Central Córdoba. Por eso y según le comentaron a 0221.com.ar, el lateral derecho tenía turno para hacerse una resonancia y espera los resultados.
A pesar de las dos malas noticias en el comienzo de los entrenamientos, por la lesión de Enzo Pérez y la posible baja de Mancuso, la mañana presentó una gran novedad en torno a la salud de Javier Altamirano. Luego de perderse dos meses de actividad, el jugador chileno hizo trabajos de presión con pelota junto al resto de sus compañeros, lo cual no implicó contacto físico y de a poco, vuelve a su estado de salud pleno.
Altamirano sufrió una convulsión a los 27 minutos del encuentro que el Pincha disputaba en UNO ante Boca. El chileno se desplomó en el campo de juego y requirió la rápida intervención del personal de Salud, que definió su trasladado al IMP para estabilizarlo. Finalmente, se dispuso que el jugador continúe su tratamiento de forma ambulatoria, luego de recibir el alta en el Fleni.
Tras los primeros estudios realizados, se determinó que la causa de la convulsión que sufrió se debió a una trombosis del seno longitudinal superior del cerebro. En ese marco, y aunque no existe una fecha cierta para su total recuperación, los expertos pronostican que el tratamiento podría extenderse durante al menos un año.