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El titular de FAO en la denominada "Zona 72".
Desde hacía tiempo, escuchaba con atención e interés cuando su padre, quien regenteaba un kiosco de diarios comentaba con los clientes noticias sobre platos voladores o hechos paranormales. Sin embargo, fue después del alunizaje del Apolo 11 cuando comenzó a desandar un camino autodidacta que arrancó por armar su propio archivo: primero con fotos y recortes de notas, a lo que, poco a poco, sumó suplementos especiales, revistas y todo material encuadernado que llegaba a sus manos. Además de la lectura el joven comenzó a asistir a encuentros y charlas sobre el tema donde pudo interactuar con pares que compartían sus mismas inquietudes. Desde entonces Burgos no ha dejado de observar el cielo: no solo ha investigado reportes de otros sino que tiene en su haber nueve casos en los que fue testigo directo.
En los oscuros años de la última dictadura militar, donde el fenómeno OVNI pareció entrar en un periodo de apogeo, en La Plata nació el Centro Investigador de Fenómenos Anómalos, aunque sus actividades dejaron huella sólo hasta 1982. En 1977, los miembros de FAO se sumaron a la Red Argentina de Investigadores de OVNI (RADIO), que reunió a ufólogos de Capital Federal y el conurbano bonaerense con estudiosos uruguayos, pero tampoco prosperó. En esos años también se realizó en Rosario el primer congreso de alcance nacional. No obstante, es evidente que frente a la existencia de grupos en diferentes puntos del país uno de los problemas evidentes ha sido la dificultad para mantener la cohesión en el tiempo.
Como sea, entre 1984 y 1987, la Fundación Argentina de Ovnilogía se propuso obtener un reconocimiento oficial. Se enviaron cartas a la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, al gobernador Alejandro Armendáriz e incluso al presidente Raúl Alfonsín, solicitando a las autoridades que se ocuparan del tema y los validaran como estudiosos. Solo lograron eco en el gobierno bonaerense donde se derivó el tema a un ignoto funcionario del Departamento de Islas frente al que los integrantes de FAO plantearon sus inquietudes como quien habla con una pared.
El 11 de mayo de 1987, Burgos en su carácter de titular de la entidad ovnilógica, envió a Alfonsín un telegrama mediante el cual le solicitó que como Comandante Jefe de Fuerzas Armadas diera a publicidad información oficial existente sobre archivos vinculados con el fenómeno OVNI. Pocos días después, se presentó en la Legislatura provincial un anteproyecto de ley que impulsaba la 'oficialización del ovni'. Entre otras cosas, proponía que el tema fuera abordado en las escuelas. La iniciativa ingresó a la Comisión de Asuntos Constitucionales, donde finalmente naufragó.
Los ufólogos convivieron durante mucho tiempo con el descrédito, con el desdén de muchos sectores de la sociedad. Lejos del desánimo los miembros de FAO, con Burgos como factotum, siguieron trabajando y golpeando puertas. El 13 de noviembre de 1989 entregaron un dossier con sus estudios en la sede del Arzobispado platense con la intención de llegar a la Conferencia Episcopal y, poco después, se integraron a la Red Argentina de Ovnilogía con sede en Mar del Plata, en el que trabajaron durante varios años junto a Carlos Ferguson y Claudio Miska.
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Pioneros adolescentes. Grupo Estudiantil Investigador de Ovni en la escuela de Ensenada donde comenzaron a reunirse
Por la Fundación Argentina de Ovnilogía pasaron investigadores como Pablo Romay, Miguel Esayán, Carlos Imérito, Oscar Ferreyra, Daniel Quiroga y Carlos Iurchuk, entre otros. De los pioneros de la FAO hoy sólo quedan tres: Luis Burgos, Daniel López y Horacio Riquelme. Hoy dos de los puntales, junto a Burgos, son Nelson Polanco y Lucia López. Tambien participan, entre otros, Fernando Lefevre, Carlos Gómez y Marcelo Martinich.
La entidad ha recorrido un largo camino. La FAO no solo realiza análisis de fotos y videos, sino que también suele hacerse presente en los lugares donde se registraron los hechos. Con el tiempo, además, ha formalizado la realización de vigilias, se hacen al menos tres por año, en distintas zonas de la provincia de Buenos Aires donde se ha observado actividad extraña en el cielo.
Burgos dice con orgullo que la FAO fue la primera entidad en el país en difundir el término ovnilogía, el cual fue incorporado dias atras en el diccionario de la Real Academia Española como sinónimo de ufología o estudio de fenómenos relacionados con los ONVIs.
El año pasado iniciaron el "Proyecto Validar” que puso en juego un protocolo para pasar en limpio los 6000 casos registrados desde 1947 hasta la actualidad. “Yo estimo que solamente unos 200 pasarán el filtro”, asegura Burgos quien se apresura a aclarar que “en la FAO lo que investigamos son anomalías, fenómenos del espacio, no seres de otro planeta”.
Según la explicación de Burgos el fenómeno OVNI se origina a partir de algún tipo de tecnología avanzada, materialmente sólida, que sobrevuela, aterriza, deja marcas y genera algún tipo de interacción. Hay tres formas de verlo, la mas difundida es la que atribuye todo a extraterrestres, seres provenientes del espacio exterior. Sin embargo, con el tiempo, algunos investigadores sumaron otras dos hipótesis: la que sostiene que podría tratarse de viajeros del tiempo o bien de algún tipo de seres o entes intraterrestres, provenientes de mundos o dimensiones paralelas. “Para el 90 por ciento de los ufólogos existe una presencia OVNI netamente terrestre: científica, militar o de espionaje”, ilustra el titular de FAO.
El primer avistaje
Ya entrada la noche del viernes 10 de julio de 1947, en la esquina de 25 y 56, a metros del Parque Juan Vucetich, un grupo de vecinos fue testigo de algo extraordinario, nunca visto: una luz entre rojiza y morada, suspendida sobre los árboles de la rambla, trazó una extraña parábola hasta que, en un abrupto descenso, se precipitó en un terreno cercano.
No hizo falta música incidental para que varios de los presentes corrieran a sus casas a contar el extraño episodio que acababan de vivir y, a su vez, marcaran el número de alguna radio o diario para que todo el mundo supiera lo que habían visto. El fenómeno, del que en los días posteriores no se halló ningún vestigio, fue ampliamente reflejado por los diarios que en sus páginas aseguraron que lo que esos vecinos habían visto era un OVNI, según la denominación en boga.
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“Irradiando violacea luz apareció el plato” título a todo lo ancho de la página 5, el diario El Plata aseguró que: “La Plata tiene la primicia sudamericana de haber observado nítidamente el fenómeno”, se indicaba. Es notable cómo el diario no se tomaba muy en serio el asunto e ilustro la nota con dos chistes además de la foto del árbol sobre el que, de acuerdo con los testimonios, el enigmático objeto indicando en el epígrafe que todo podría tratarse “simplemente del producto de una psicosis colectiva”.
Aquel episodio ocurrió apenas dos semanas después del primera vez que, el 24 de junio de ese mismo año, el piloto civil de aviación Kenneth Arnold dijo haber visto una formación de nueve “platillos voladores” que alineados en forma de bumerán volaban sobre la cordillera de las Cascadas en el estado de Washington. Fue el inicio del llamado fenómeno ovni, que rápidamente capturó el interés de millones de personas en todo el mundo.
El 2 de julio del 47, casi en simultáneo con el avistaje platense, un “disco volador” se estrelló en un rancho de Roswell, en la desértica región de Nuevo México, Estados Unidos. Aunque el Ejército norteamericano afirmó que se trataba de un globo aerostático , años más tarde un grupo de ufólogos cuestionó esta versión. Desde entonces, el caso Roswell es símbolo del fenómeno OVNI, y en su conmemoración, cada 2 de julio se celebra el Día Mundial del OVNI.
En ese mismo año hubo reportes de avistajes en Olavarría, Balcarce y Mar del Plata, entre otros puntos del país.
En abril de 2017 un grupo del colectivo Investigadores de Campo Ovni Unidos (ICOU) -entidad nacida en Santa Fe en 2014- se reunió en la capital bonaerense para conmemorar los 70 años del primer avistaje e instalar una placa en el lugar. Burgos destacó la importancia del hito para la ciudad y mencionó, asimismo, las huellas halladas en la zona de la avenida 72 donde también se colocó una placa recordatoria.
Casos emblemáticos
En febrero de 1985 el grupo predijo que llegaria una "oleada platillista" en Argentina, a partir de estudiar los casos registrados en un estudio estadisticos basado en avistajes en determinados sitios. "Ese modelo se cumplió en un 70 por ciento de efectividad entre agosto de ese año y marzo de 1986", asegura Burgos para quien, La Plata y sus alrededores, sobre todo por la costa del Río de La Plata hacia el sur, es una zona con “mucha casuística” y casos emblemáticos. “Saliendo de La Plata por la Ruta 11 hasta la Bahía San Borombón, y desde la Ruta 2 hasta el río, es una zona a la que yo llamo como ‘el nido de ovnis’, porque concentra la mayor cantidad de episodios registrados y denuncias del país”, afirma el presidente de FAO; Y menciona a Bavio, Oliden, Payro, Magdalena, Atalaya, Punta Piedras, Punta Indio, Veronica, Pipinas. Allí, según el experto, se registraron denuncias de avistamientos, aterrizajes, fotografías, incluso muy por encima de otros puntos del país con mayor fama como centros de actividad cósmica indescifrable.
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Luis Burgos, a la derecha de la imagen dando testimonio a la prensa sobre el caso de "los enanitos verdes" de Villa Montoro
A principios de 1986 se produjo uno de los casos más extraordinarios y que Burgos puede contar en primerísima persona. En el establecimiento San Luciano de la localidad Atalaya se produjo el hallazgo de gran cantidad marcas dentro del mismo predio, estableciendo lo que para la FAO es el “récord mundial de aterrizajes”. Era una zona, próxima al arroyo El Espinillo, sobre la que se habían recibido constantes denuncias de pescadores y cazadores que frecuentaban el lugar y de los propios paisanos que coincidían en señalar las extrañas apariciones luminosas.
La obsesión por encontrar respuestas a este fenómeno llevó a los miembros de la FAO a organizar una vigilia con la esperanza de presenciar uno de esos eventos. Fue así que el 4 de marzo de aquel año, Brugos junto a Ana Pirelli, Gabriel Cella, Norberto Rodolfo Lamberti y Avelino y Fernando Mengui se aventuraron en dos vehículos hacia la costa de Atalaya.
Se apostaron mirando el río hasta que en un momento uno de los Mengui divisó algo: eran dos siluetas redondeadas que brillaban con tonalidades cambiantes sobre el horizonte estrellado y que, de pronto comenzaron a moverse hacia ellos a gran velocidad.
– ¡Muchachos, fíjense para dónde rajar, porque alguno tiene que vivir para contarlo!–, gritó Burgos tras colocar un foco sobre el techo de uno de los autos apuntando hacia las luces.
En la estampida se escuchó una contraorden:
–¡Tirense el cuerpo a la tierra!
Solo Avelino Mengui quedó de pie. Activó el flash de su cámara e intentó hacer foco. En el mismo momento en que Avelino gatilló la cámara la luz se esfumó dejando la escena en completa oscuridad.
“Cuando volvimos a la mañana siguiente nos subimos a un molino para observar desde cierta altura el terreno y no podiamos creer lo que veíamos: había un enjambre de huellas en el campo; una al lado de la otra, separadas por tres, cuatro, cinco y hasta ocho metros de diámetro, de formas circular, ovalada, de herradura, con zonas con el pasto chamuscado y otras reverdecido”, relató el presidente de FAO.
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La FAO exigió al presidente Alfonsín informacion oficial sobre OVNIs
En total se contabilizaron 150 huellas. “Nos dimos cuenta que estaban aterrizando ahí, que la gente que lo había denunciado no estaba macaneando, no eran visiones. Ese campo es el récord mundial de huellas y aterrizajes de ovnis”, asegura Burgos.
Desde aquella experiencia los integrantes de FAO volvieron muchas veces a Atalaya donde instauraron las vigilias en busca de repetir lo vivido. Todo lo ocurrido esa noche está relatado en un episodio de la serie “Contacto extraterrestre” del canal History Chanell.
Fenómenos platenses
Un sector de La Plata donde se han producido hallazgos es la llamada “Zona 72”, que se ubica en el barrio de la vieja estación de ferrocarril Meridiano V en una extensión que va sobre la avenida de circunvalación entre las calles 10 y 25. Allí se han detectado en varias oportunidades huellas circulares de pasto reseco o, en su defecto, con una extraña tonalidad azulada. Una de las últimas veces que ocurrió fue en 2007. “Con Nelson Polanco - otro miembro de la FAO- descubrimos una veintena de huellas en 72 entre 18 y 19. Nos llamó la atención que en una zona tan transitada aparezcan círculos, pero empezamos a ahondar en la vecindario y resulta que ya se veían cosas extrañas desde el año 50’”, detalló el ufólogo.
Pero, sin lugar a dudas, el caso más resonante fue el conocido como el de los “enanitos verdes” ocurrido en Villa Montoro, muy difundido por los medios de comunicación. La noticia, desplegada en paralelo en El Día y Diario Popular se publicó el 1 de diciembre de 1983 basada en testimonios de vecinos, en su mayoría menores de edad solo identificados por sus nombres de pila, donde se describían humanoides como los de la premiada saga de Steven Spielberg, Encuentros cercanos del tercer tipo. La historia causó gran impacto y movilizó a todo el barrio, donde no se hablaba de otra cosa, y hasta despertó el interés de investigadores del fenómeno extraterrestre que llegaron a la ciudad en busca de evidencia. Según Burgos, la FAO siguió el testimonio de una señora de apellido Ortiz, que había visto las siluetas.
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La reunion del 40 aniverario de la Fundacion Argentina de Ovnilogía, en Atalaya.
Los integrantes de FAO hablan de la “Hipótesis Cien”, elaborada por Burgos a principios del presente siglo, sostiene que noventa de cada cien avistamientos son confusiones o fraudes. Del 10 por ciento restante, la gran mayoria se trata de “prototipos terrestres” mientras que solo en una infima parte son realmente eventos cósmicos indescifrables.
Al acercarse el 40 aniversario, los miembros de FAO realizaron un encuentro en Atalaya donde recordaron viejas anécdotas e intercambiaron apreciaciones sobre la situación actual, intermediada por la tecnología e impactada en el mundo por las denuncias de avistamientos de los llamados “trenes de satélites de Starlink”, el proyecto de internet satelital de la empresa SpaceX, de Elon Musk, hoy funcionario del gobierno norteamericano.
Tras el encuentro, difundieron ayer sábado un vídeo en el que denuncian “una retirada brutal, casi definitiva, del fenómeno OVN”'. El trabajo, titulado ¿La extremaunción de los OVNIs? El fin de una era. Llegaron a esa conclusion mirando la disminucion, abrupa e irrefutable de la estadistica de casos y la ausencia de testigos de nuevos casos. "Hoy existen ciertos grupos que aun contra la realidad se empeñan en mantener vivo el fenomeno por lucran con el misterio alrededor de los OVNIs", dispara Burgos.
Segun lo estudiado se observa un quiebre a partir del nuevo siglo donde los casos de hallazgos de huellas, avistamiento de naves nodrizas o flotillas, adbucciones, teletrasportaciones y humanoides quedo limitado casi exclusivamente a la aparición de luces nocturnas. "Nos atrevemos a sostener que el origen de esas luces es casi con seguridad mas terrestre que foráneo", se indica en el video.
A los integrantes de la FAO también les preocupa la gran cantidad de casos falsos producidos en las redes y los manejos de los servicios de inteligencia norteamericanos que, dicen, solo aportan a la confusion general.
“Tenemos que decirlo ante la parafernalia de los que dicen que los extraterrestres ya estan acá y otras macanas, nosotros decimos lo que vemos, con la objetividad de siempre”, concluye el Luis Burgos.