Tras un nuevo robo en El Mirador Club de Campo, vecinos apuntan contra la empresa de seguridad, el desarrollista y la administración del country.
La inseguridad no da tregua en El Mirador Club de Campo, el country ubicado sobre Ruta 2 a la altura de Brandsen. Durante el último fin de semana, se registró un nuevo robo en el barrio cerrado y los vecinos estallaron de bronca contra los responsables de la seguridad.
Según pudo saber 0221.com.ar, en esta oportunidad los delincuentes aprovecharon la ausencia de los propietarios para ingresar a una vivienda y llevarse dos televisores. Tras el hecho, los damnificados realizaron la denuncia correspondiente en la fiscalía de Brandsen, aunque el malestar dentro de la comunidad ya alcanzó niveles críticos.
El Mirador Club de Campo, ubicado sobre Ruta 2, suma nueve robos en cinco meses y crece la alarma entre los vecinos que exigen más seguridad en la zona.
Una banda armada asaltó a una familia en 69 entre 20 y 21. Se llevaron un auto, dinero y objetos de valor tras amenazarlos y golpear a las víctimas.
Con este último episodio, El Mirador suma diez robos en apenas cinco meses, un número que genera cada vez más preocupación. Los vecinos aseguran que la situación se volvió insostenible y que la tranquilidad que caracterizaba al barrio cerrado se perdió.
El enojo ahora no solo apunta a la empresa de seguridad Command Group, sino también al desarrollista del emprendimiento y a la administración del barrio, a quienes acusan de no dar respuestas ni reforzar las medidas de protección pese a los reiterados reclamos.
El clima de tensión viene creciendo desde diciembre pasado, cuando seis casas fueron robadas en una misma noche, un hecho que encendió todas las alarmas. Desde entonces, las denuncias se multiplicaron y muchos residentes comenzaron a hablar de una "zona liberada" ante la falta de controles efectivos.
La sensación de inseguridad crece día a día en El Mirador y la bronca contra quienes deben garantizar la protección del barrio ya es generalizada. Los vecinos viven entre el miedo y la desconfianza, viendo cómo la delincuencia sigue ganando terreno.