Vecinos de un barrio cerrado de Brandsen denuncian una serie de robos en una sola noche y reclaman por la falta de controles de seguridad.
Un barrio cerrado ubicado sobre la Ruta 2, a la altura del kilómetro 90 en el partido de Brandsen, fue escenario de una preocupante serie de robos en una sola noche. Los vecinos denuncian que la situación expone graves fallas de seguridad y temen que sea una "zona liberada".
El complejo afectado es El Mirador Club de Campo, situado frente al peaje de Samborombón y a unos 50 kilómetros de La Plata. Según informaron los residentes, la inseguridad viene creciendo desde hace meses. "Ya hubo varios hechos delictivos. Hace un mes un vecino detectó un intruso en el patio y una vecina encontró la puerta abierta y los de seguridad le dijeron que era el viento", aseguró un vecino en diálogo con 0221.com.ar.
El hecho ocurrió en la zona de 77 y 120 mientras la victima guardaba el dinero que había cobrado. Hay dos detenidos por el robo.
Dos jóvenes se enfrentaron a golpes a metros de un boliche de La Plata. Uno sufrió una lesión en el rostro, aunque afortunadamente no hubo heridos de gravedad.
El último episodio, ocurrido el pasado jueves, marcó un punto de quiebre. Esa noche, un vecino que llegó a su casa pasada la medianoche encontró su vivienda completamente revuelta. Al realizar la denuncia, otros habitantes del barrio reportaron robos similares en sus propiedades: en total, seis viviendas fueron saqueadas.
Los delincuentes rompieron vidrios y aberturas para ingresar, atacando casas ubicadas en un radio de un kilómetro aproximadamente. Cabe destacar que cada lote en el barrio cerrado tiene una extensión cercana a los 2.000 m², lo que implica una considerable distancia entre las viviendas. "Es novedoso que en un barrio cerrado que no tiene villas ni vecinos al lado entraron a robar a seis casas en una misma noche", expresó el mismo vecino.
Si bien se presume que los robos no involucraron a un golpe comando, los vecinos sospechan que pequeñas bandas aprovecharon la falta de controles para dar cada uno de los golpes. Además, apuntan contra la empresa de seguridad privada, Command Group, por no tomar medidas contundentes ni denunciar los hechos para evitar el desprestigio de su marca.
Algunos habitantes incluso sugieren que podría tratarse de una "zona liberada" y advierten que los agentes de seguridad conocen con precisión cuáles son las casas ocupadas permanentemente y cuáles se utilizan solo los fines de semana, lo que facilitaría los ataques.
Las denuncias por inseguridad en El Mirador Club de Campo preocupan a los vecinos del barrio cerrado, que temen que los robos sigan aumentando y reclaman medidas inmediatas.