La tranquilidad de la madrugada en la zona de Plaza Paso se vio interrumpida por un episodio de inseguridad y violencia de género que tuvo como víctima a una mujer de 34 años. La joven, que llegó a La Plata hace pocos meses en busca de oportunidades laborales, fue sorprendida por cuatro delincuentes que ingresaron de manera sigilosa al edificio y terminaron abusando de ella.
De acuerdo con la información que trascendió hasta el momento, los asaltantes forzaron los accesos desde la cochera y la terraza, para finalmente alcanzar el balcón del departamento. Al no poder abrir la ventana corrediza, destruyeron el vidrio e irrumpieron en la vivienda alrededor de las 2. La víctima se despertó por el estruendo y de inmediato se encontró con un arma apuntándole al rostro y voces que exigían dólares. Durante más de media hora, padeció una pesadilla de golpes, amenazas y torturas.
Aunque entregó dinero en efectivo, joyas, electrodomésticos y computadoras, los asaltantes no quedaron conformes. Armados con una barra de hierro, le fracturaron un fémur y un brazo y luego destruyeron televisores y ropa.
En medio de la extrema violencia, intentaron incendiar un artefacto que no pudieron robar y la joven entró en pánico creyendo que prenderían fuego el departamento con ella todavía adentro.
El ataque alcanzó un nivel aún más atroz cuando los delincuentes la sometieron sexualmente. Según relató desde el hospital, esa fue la parte más traumática del horror vivido: "No quiero cerrar los ojos porque veo sus caras", confesó a El Día.
Salvaje violencia a metros de Plaza Paso
El saqueo incluyó dólares, pesos, notebooks, un iPad, relojes, televisores y hasta una valija completa. Antes de escapar, los asaltantes se llevaron también las llaves del departamento y del edificio, lo que puso en alerta tanto a la víctima como a sus vecinos por su regreso.
Tras el violento episodio, la denuncia quedó radicada en la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N°8, que investiga el hecho bajo la hipótesis de un ataque planificado.
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La mujer denunció haber sido abusada por los asaltantes, que actuaron con una violencia inusitada
Ignacio Amiconi | AGLP
La mujer permanece internada y recibe la contención de sus padres y hermanos, quienes viajaron desde Neuquén para acompañarla. "Es el segundo robo que sufro en pocos meses en La Plata. Deseo que los encuentren, porque no quiero que nadie más pase por lo mismo", expresó conmovida.
Mientras tanto, la ciudad permanece impactada por la brutalidad del caso, en el que los delincuentes no solo actuaron con saña sino que dejaron amenazas que todavía resuenan en la mente de la víctima: "Si hablás, volvemos".