Un vecino de La Plata denunció que una mujer liberada tras un robo le ocupó su casa y lo denunció por violencia de género para impedirle el ingreso.
Un vecino de La Plata denunció que una mujer, conocida por haber efectuado un robo bajo la modalidad de viuda negra, le habría usurpado su vivienda. Según relató en diálogo con 0221.com.ar, el hecho ocurrió una semana después de que la implicada salió de la cárcel.
La acusada tiene 40 años y en agosto de 2024 fue detenida por la Policía Bonaerense: la atraparon en la casa de un jubilado al que había drogado y maniatado de pies y manos para robarle. Previamente lo había engañado con el argumento de que iban a tener un encuentro sexual.
Los investigadores hallaron a los papás del bebé que fue abandonado en La Plata y los notificaron de la causa iniciada por los sucedido. Tienen 30 y 32 años.
El insólito robo ocurrió en La Plata, quedó registrado a través de las cámaras de seguridad y ahora la familia del joven difundió el video para encontrarla.
El hombre que denuncia la usurpación vive en el barrio San Carlos, en 38 y 150. En su terreno tiene dos casas: una, donde vive él y otra, en el fondo, que está en construcción, pero que alquila eventualmente.
Según relató, en agosto se presentó la mujer y le dijo que llegaba desde General Alvear (a 260 kilómetros de La Plata), que tenía problemas y quería instalarse a pesar de las dificultades que presentaba la vivienda.
La mujer pagó un mes anticipado e incluso le propuso firmar un contrato, "para que estén tranquilos". Para el hombre que ahora denuncia, en ese momento la propuesta era favorable, entonces acordaron los detalles. Unas semanas después, el hermano de la mujer le tocó la puerta de su casa y le dijo que a la chica "la habían internado", entonces quería llevarse sábanas y frazadas. A los días regresó y le dijo la verdad: la habían metido presa.
Tal como denuncia el hombre, la mujer estuvo dos meses detenida en la cárcel, regresó y se volvió a instalar en el terreno. "Ahí empezó el calvario",contó el hombre. Durante los primeros días desde su regreso, la acusada "se enojaba por cualquier cosa, me puteaba, me amenazaba de muerte", detalló.
El jueves, el hombre encontró su casa revuelta. La mujer le dijo que ladrones habían entrado a robar a ambas casas. Entonces el denunciante fue a la policía pero se enteró de algo inesperado, según su relato: su inquilina le había hecho a él una denuncia penal por violencia de género y le habían dado una perimetral, por lo que no podía volver a acercarse a su vivienda. "Yo no tengo permiso para entrar a mi casa, ella me dijo que no me va a pagar el alquiler y lo que va a ser es echarme porque no me corresponde estar ahí", describió indignado.