El principal sospechoso del ataque al conductor ya está detenido en una comisaría de La Plata. Cayó por un caso de violencia familiar.
Detuvieron a uno de los dos presuntos atacantes de Blas Mendoza, el taxista de La Plata que fue apuñalado en Villa Elvira a principios de enero mientras trasladaba a dos pasajeros y que se salvó de milagro. Luego de varias semana de investigación, un episodio de violencia familiar terminó en la detención de uno de los principales sospechosos de aquel feroz ataque.
El último sábado, el 911 alertó a los agentes de la comisaría Tercera de Berisso sobre un conflicto que se estaba desarrollando en 37 entre 127 y 128. Al llegar los patrulleros, una mujer de 32 años salió corriendo de la vivienda, llorando y pidiendo ayuda ya que su pareja la estaba golpeando: "¡Me va a matar. Basta, llévenselo!", gritó la víctima según informaron fuentes policiales a 0221.com.ar. Los vecinos les contaron luego a los policías que la chica no podía salir de su casa ya que su pareja la amenazaba constantemente.
Golpeó a sus hijos de 7, 8 y 13 años en Los Hornos y le metió, a uno de ellos, la cabeza dentro de un balde. Los nenes están al cuidado de Niñez de La Plata.
El asesino irrumpió en la casa de su expareja y comenzó a dispararle a ella, la pequeña y el actual novio de la mujer, quien le quitó el arma y lo mató.
Además de este panorama de supuesta violencia de género, los efectivos vieron, cuando la mujer abrió la puerta para salir del lugar, que en el patio había enormes plantas de marihuana. Por los presuntos delitos los agentes pudieron allanar el lugar sin una orden judicial para hacerlo y así fue como detuvieron al implicado.
El hombre, de 45 años, dijo ser "changarín" y fue trasladado a la seccional bajo los cargos de lesiones, amenazas en el marco de violencia de género y posesión de las plantas de marihuana. Por su parte, la víctima recibió ayuda psicológica en el Hospital San Martín durante algunas horas.
La Policía le dio aviso de lo sucedido a la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N°17 que intervino en el caso y comenzó una investigación con la finalidad de determinar las responsabilidades de cara al proceso judicial.
El mismo fin de semana, el Grupo Técnico Operativo (GTO) de la comisaría Decimosexta de La Plata que investigaba el intento asesinato de Blas Mendoza consiguió una orden de allanamiento para entrar en la vivienda de uno de los sospechosos que tenían en carpeta. En los días anteriores, habían descubierto que en el episodio del 12 de enero pasado habían participado un hombre y una mujer de los cuales tenían imágenes y sabían sus movimientos pero no sus nombres.
El último lunes, los agentes allanaron uno de los domicilios que "frecuentaban los autores" y lograron identificar al masculino. Este, resultó ser el changarín de 45 años que estaba detenido en Berisso. De esta manera fue trasladado hasta la Decimosexta por la "tentativa de homicidio en ocasión de robo" en la cual trabajaban la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3, el Juzgado de Garantías 3 y la Unidad de Defensa 12. Por estas horas el GTO de la Decimosexta continúa buscando a la otra participante del brutal episodio.
El lunes 12 de enero a las 4, Mendoza se detuvo en 1 y 71 para levantar a dos pasajeros. Estos, un hombre y una mujer, le dieron una dirección de destino y cuando llegaron a 96 y 115, en Villa Elvira, uno de ellos sacó una cuchilla y lo amenazó para que les entregara la recaudación.
Tras un breve forcejeo, lo apuñalaron por la espalda, produciéndole un profundo corte en la zona intercostal y otra herida superficial en el cuello, de acuerdo a los voceros policiales. Una vez con el botín, los implicados huyeron rápidamente y la víctima continuó camino como pudo hasta la casa de su hermano, quien lo trasladó al hospital San Martín.
Ya anoticiados de lo ocurrido, agentes de la comisaría Decimosexta acudieron al nosocomio para tomar el testimonio del chofer y ponerse a trabajar en la búsqueda de los delincuentes. Los médicos constataron que una puntada llegó a perforarle el intestino y por ella debió ser intervenido quirúrgicamente. Afortunadamente, en los días siguientes le dieron el alta.
El caso de Mendoza, que podría haber terminado de la peor manera, fue elevado por sus compañeros quienes se manifestaron en distintos puntos de la ciudad reclamando más seguridad y pidiendo justicia.