Tras su reciente designación al frente del Arzobispado platense y a tan solo dos días de celebrada la última misa de su antecesor, Victor "Tucho" Fernández, el flamante arzobispo, Gabriel Mestre, brindó una entrevista a 221Radio en la que habló de sus orígenes, de cómo se enteró que iba a ser arzobispo, de los deportes que lo apasionan y de su intención de zanjar la grieta.
“Toda mi vida pastoral, social y vincular la tuve siempre en Mar del Plata, salvo por los 8 años en que estuve en el seminario de La Plata”, comenzó relatando Mestre, tras contar que sus padres nacieron en dicha ciudad balnearia y que fue designado obispo de la misma a los 48, por el papa Francisco. Seis años después le toca emigrar de su lugar de origen para convertirse en arzobispo de La Plata, también por decisión del Papa. “Tengo que generar en mí un corazón platense, con perspectiva arquidiosesana, viendo a Punta Indio, Magdalena, Berisso, Ensenada y La Plata”, aeguró Mestre en referencia a su desarraigo y a las ciudades que conforman la arquidióses que tendrá a cargo. Para eso, aseguró, “la escucha y el conocimiento”, de su parte, serán fundamentales.
Actualmente sigue en Mar del Plata, de donde se despedirá el 9 de septiembre. Al día siguiente se mudará a su nuevo destino, donde tomará posesión de su cargo el 16 del mismo mes. Consultado acerca de cómo se enteró que iba a ser arzobispo, Mestre contó que algo le había adelantado Tucho Fernández y que se sabía por “comentarios de pasillo”. “Pero también había comentarios de pasillo que decían que Tucho se iba a Buenos Aires y terminó yendo a Roma”, agregó riendo. Finalmente, la certeza llegó por parte del nuncio –como se le llama al representante diplomático del Papa en el país-, quien le confirmó la noticia y le informó que “salvo que hubiera algo grave, tenía que aceptar porque era la decisión del Papa que prefería ponerme a cargo de la diócesis”.
LOS PLANES DEL NUEVO ARZOBISPO
Respecto de sus objetivos como arzobispo platense, Gabriel Mestre volvió a reafirmar su intención de trabajar para cerrar la grieta, para lo cual resaltó la importancia del diálogo. “Sabiendo que hay proyectos distintos y que la discusión política y social es legítima: la confrontación serena es legítima”, explicó Mestre y agregó: “Buscar que lo podamos hacer en paz y no con la virulencia y con la violencia que se plantean las distintas posturas”.
En esa línea, afirmó que esto mismo fue lo que intentó en Mar del Plata, en un conflicto entre empleados municipales con el municipio y otro entre los pesqueros y la patronal, en los que ofició de “mediador”, con buenos resultados. “Para ser garantes del diálogo y del encuentro -algo en lo que insiste mucho el papa Francisco- tenemos que ofrecer el espacio, involucrarnos y tener una suerte de cierta asepsia para no meterse en los temas más coyunturales de la grieta”, explicó.

Tras comentar que no conoce personalmente al gobernador de la provincia ni al intendente local y que espera hacerlo durante su asunción o en la medida en que sus agendas lo permitan, Mestre contó que el saliente arzobispo le informó sobre las cuestiones que hacen al gobierno interno del arzobispado y le planteó un “panorama general” de la realidad social de la ciudad. En ese sentido, Mestre esbozó cuáles serán sus prioridades. “La primera: escuchar y conocer”, explicó y agregó otra: “Trabajar en equipo. En la iglesia, en las cuestiones propias de la iglesia: la catequesis, el bautismo, la pastoral educativa. Y con la sociedad civil: todo aquel que quiera colaborar en el bien común. A pesar de que tengamos diferencias en algunas temáticas, si podemos trabajar juntos en algún ámbito, vamos a trabajar juntos".

Al cierre de la entrevista, el flamante arzobispo confesó ser “un gran futbolero”, hincha de Boca y prefirió no pronunciarse en la rivalidad entre los clubes locales Gimnasia y Estudiantes: “No tengo preferencias y no me voy a jugar por ninguno. No me voy a dejar agrietar”, bromeó. Además, informó que su verdadera pasión es el nado. Practica natación en piletas y en aguas abiertas y hasta ha participado de competencias a beneficio. En cuanto a sus logros en esa disciplina, aseguró que fueron “discretos”. “Siempre en el medio. Ni entre los últimos ni entre los primeros”, cerró Mestre.