Una imagen en el diario El Argentino del partido que Gimnasia le ganó 1 a 0 a River para ascender en 1915 a Primera División.
La capital bonaerense estaba por cumplir 34 años de vida. El censo realizado en 1914 había concluido que la provincia de Buenos Aires contaba con 2.066.165 habitantes y en La Plata vivían más de 140 mil personas. Se comenzaban a construir los edificios emblemáticos que hasta hoy siguen de pie y también avanzaba el empedrado en las principales avenidas.
Para 1916 La Plata estaba en plena expansión: el Teatro del Lago exhibía una gran actividad, con espectáculos artísticos de todo tipo; en las páginas de los diarios locales los vecinos reclamaban a las autoridades la plantación de árboles en las veredas o se quejaban de la gente por el exceso de velocidad de los tranvías que circulaban por el centro; el Hipódromo lucía en plenitud, convocante y atrayente.
Con el clásico platense nació en 1916 la rivalidad entre Estudiantes y Gimnasia los dos grandes del fútbol de la ciudad de las diagonales.
Además de reflejar una agria polémica por varios lotes de leche contaminada que se extendió durante largas semanas y las alternativas de una huelga de choferes en la Municipalidad que escaló hasta implicar al gremio y al Gobierno provincial, los periódicos locales daban cuenta del desarrollo del Campeonato de Primera División organizado por la Asociación Argentina de Football que ese año lideraba -y terminaría ganando- el Racing Club de Avellaneda.
La ciudad tenía todavía muy frescos los festejos por el Centenario de la Independencia. El diario El Argentino, en una página de su edición especial de aquel 9 de julio, publicó algunas fotos panorámicas de los principales puntos de La Plata para ilustrar cómo lucía esta capital en ese momento. Se destacaban el Parque Saavedra; el edificio del Policlínico San Martín -que sería habilitado semanas después-; la nueva casa del Banco Nación, en 7 y 48; el Hospital Naval, en construcción; una vista de plaza San Martín desde el Palacio de Gobierno; y la Catedral, que solo contaba con la fachada a medio terminar.
El resumen de la fecha 14 del Campeonato de Primera División de 1916 en el diario El Día.
Durante el primer semestre del año se fue informando periódicamente cómo eran los preparativos de la hazaña lograda el 24 de junio por Eduardo Bradley -hijo del fotógrafo de los orígenes de La Plata-: el cruce en globo de la Cordillera de los Andes. Toda esa travesía aérea ocupó semanalmente un apartado en la sección "Sports". Cuando se acercaba la fecha del clásico platense, el football ganó terreno.
"El 27 del corriente se medirán por el campeonato estos dos cuadros de primera liga. El match es esperado con mucha ansiedad, pues se trata de dos teams locales y de sumo prestigio", escribió el diario El Día a principios de agosto del año en que Victorino de la Plaza dejaba la presidencia para que asumiera en octubre Hipólito Yrigoyen, tras las elecciones celebradas en abril.
EL FOOTBALL EN LA PLATA
En 2023 se cumplen 122 años del primer partido de fútbol jugado en La Plata. Fue el domingo 21 de abril de 1901, en un campo de juego que ya no existe y varios años antes de la creación de la mayoría de los clubes que hoy conocemos todos, como Racing (1903); Independiente, Boca y Estudiantes (1905); San Lorenzo (1908) y los demás. Aquella tarde, dos equipos conformados por socios de Gimnasia (fundado en 1887 pero que recién a comienzos del siglo XX implementó la práctica de este deporte) se enfrentaron en la Plaza de Juegos Atléticos, un field que funcionó sólo durante cuatro años pero que sirvió para sembrar las bases de la pasión en nuestra ciudad.
El ascenso de Gimnasia a Primera en enero de 1916 fue el primer paso para que se concretara el primer clásico disputado en agosto de ese año.
Fue una tarde otoñal en la manzana rodeada por las calles 1, 115, 47 y 48. Allí se había preparado una inédita cancha de fútbol bajo el mando de los señores Miguel Gutiérrez, José Miguel Sagastume y Jacinto Castellanos. El presidente de Gimnasia era Edelmiro Palacios y con el fin de reunir los fondos necesarios para la construcción del campo, había organizado una función de beneficio en el circo Hirling. Según escribió Miguel Bionda en su libro de 1945, Historia del fútbol platense, a esa jornada histórica asistió una gran cantidad de público, además de hacerse presentes las bandas de Policía y de Artes y Oficios.
La ubicación de la Plaza de Juegos Atléticos. Foto: Subcomisión de Cultura y Museo del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata.
Mil personas concurrieron a la primera fiesta futbolística en la historia de nuestra ciudad para ver ganar a los azules sobre los colorados, los dos equipos que dieron el puntapié inicial de lo que algunos pensaron que era una moda pasajera. Así llegó el fútbol a la capital de la provincia de Buenos Aires, cuando el trazado ideado por Pedro Benoit e inaugurado por Dardo Rocha todavía no tenía una década de vida.
Entre ese momento y el 27 de agosto de 1916 se sucedió una serie de hechos clave: el 13 de agosto de 1905 Gimnasia le ganó 3 a 1 un partido amistoso a Catedral Norte y bajó el telón de la Plaza de Juegos Atléticos porque ese terreno pasó a manos del Gobierno para la construcción de establecimientos educativos pertenecientes a la Universidad Nacional de La Plata. El equipo se trasladó al campo de juego de Friend's y eso fue un golpe que avivó a varios de sus dirigentes, que quisieron volver a las raíces fundacionales y eliminar el fútbol: esto motivó una ruptura en la Comisión Directiva y quienes querían continuar desarrollando este deporte pegaron el portazo y fundaron una nueva institución: el Club Estudiantes de La Plata.
Uno de los impulsores de la división fue Félix Díaz, en cuyo comercio de calle 7 se llevó a cabo la reunión constitutiva. Se sumó más gente con el correr de los días, incluido el socio 43: el doctor Jorge Luis Hirschi. El primer field de Estudiantes -que tomó los colores del Alumni Athletic Club, equipo sensación en aquel entonces- estuvo en 19 entre 50 y 51, hoy plaza Islas Malvinas. En 1905 Gimnasia se incorporó a la Argentine Football Association y comenzó jugando en divisiones inferiores, mientras que Estudiantes lo hizo un año después. El equipo pionero en La Plata cambió los colores de su camiseta para diferenciarse de Racing en 1905, hasta que llegó a su modelo definitivo de la franja azul en 1910. En 1911 el Pincha ascendió a Primera, en 1915 fue el turno del Lobo, y en el Campeonato de 1916 se iban a ver las caras frente a frente, por primera vez en la historia.
PREVIA PICANTE EN CALLE 1
"El notable éxito alcanzado por el club de Gimnasia y Esgrima en su primer año de actuación footballística oficial, ha repercutido gratamente en numerosos círculos deportivos, que aprecian en la campaña realizada un exponente hermoso de lo que valen las instituciones de esta capital", se indicó en el diario El Argentino a principios de enero de 1916, en referencia al ascenso a Primera. A continuación publicaron las felicitaciones de otros clubes, entre los que se encontraba Estudiantes. El doctor Silvestre Oliva, presidente pincha, "envió una calurosa felicitación a la institución mens sana".
Cancha de Estudiantes en 1927, una década después del primer clásico. Foto: Club Estudiantes de La Plata.
"No ha terminado aún la temporada oficial correspondiente al año 1915, cuando ya es menester hablar sobre lo que debe hacerse en La Plata con la futura temporada. Contamos con dos clubs en primera división, y por razones fáciles de comprender, la gran masa de jugadores y de aficionados platenses, se dividirá para favorecer a estos clubs. Queda ahora, otro club, al que se debe estimular prestándole la más eficaz y calurosa ayuda para que su campaña en la venidera temporada sea coronada con igual éxito que el obtenido por Estudiantes y Gimnasia y Esgrima. General Belgrano es una vieja institución deportiva que cuenta con grandes simpatías en esta ciudad, por lo que su ascenso a primera liga sería recibido con inefable alegría”, se publicó en aquel periódico.
“El mejoramiento de las instituciones deportivas de esta ciudad, exige que se aumente el número de clubs platenses en la división superior y puesto que ello, con un poco de firmeza energía se lograría, es que formulamos las consideraciones que anteceden. Todos los footballers radicados en esta ciudad deben tender al engrandecimiento del deporte y por ende de los clubs de esta localidad. Unidos formaráse una fuerza más respetable", completaron. En 1916, la Federación Platense contaba con varios clubes afiliados que competían en las distintas categorías, entre los que se destacaban, además de la institución mencionada, Nacional, Sud América, Everton, Sol de Mayo, Defensores del Dique, Ferrocarril Sud, Gutemberg y Ensenada.
Eran momentos en que la organización de los torneos todavía estaba en una etapa de prueba y error, característica principal de la era amateur. Antes de que comenzara el Campeonato de Primera de ese año, El Argentino editorializó acerca de una polémica que los preocupaba, titulada “El football en verano”: "Ciertos fabricantes de ligas footballísticas son incorregibles. A pesar de que hemos demostrado los peligros a que se exponen los jugadores recalcitrantes, y también, el peligro que representa para la estética y el buen gusto eso de verlos en un estado nada halagador, a pesar de todo ello, decimos, se anuncian ligas veraniegas ya creadas y otras por hacerlo".
"Lo lamentamos sinceramente por los clubs que se afilien porque -fuera del peligro que para la salud de sus componentes significa la temperatura de estos meses-, también correrán apuros en las sesiones y asambleas que se celebren, pues todo marchará a 'elevada temperatura'. Lástima grande que todos no cumplen con las ideas 'avanzadas' que de football tienen los que gustan de baños 'turco-romanos', porque es espectáculo admirable, el contemplar 25 personas durante un partido en el mes de enero, presentando todas las características de víctimas inocentes, y casi insoladas. Valga todo eso por el entusiasmo de quienes desafían los rigores de Febo, a costa de la propia salud", escribieron.
El sorteo dispuso que el clásico se jugaría en agosto, así que los jugadores no iban a sufrir ese problema del calor.
La formación de Gimnasia en 1916, el año del primer clásico platense. Foto: gelp.org.
Por otra parte, y también antes del inicio de la temporada en la que debutaría en la máxima categoría, los dirigentes de Gimnasia se habían propuesto ajustar algunas cuestiones en la indumentaria deportiva del equipo. "Se tiene el propósito entre los dirigentes del club de Gimnasia y Esgrima, de adoptar un color más adecuado para las camisetas de sus jugadores. Según el proyecto de un miembro de la comisión directiva sería así: botines negros de football; medias negras con los colores azul y blanco a rayas en la parte superior, pantalón azul marino y camiseta del mismo color, con cuello blanco volcado", informó aquel mismo diario en un apartado de la sección "Sports".
El primer clásico platense de la historia fue dirigido por Hugo Gondra, pero para llegar a su designación hubo que atravesar una novela de varios capítulos. "Buscando referée", tituló El Día en las semanas previas: "Don Héctor Alfano, que había sido solicitado para dirigir el match platense Estudiantes v. Gimnasia y Esgrima, se ha excusado. Se tramitaba empeñosamente la cooperación de Guillermo Jordán y como no ha sido obtenida ésta el nombramiento recaerá entre Gil y Gondra. Este último ha sido propuesto por Estudiantes y Gimnasia y Esgrima lo ha aceptado, pero falta la contestación del jury".
Las entradas se vendieron en la secretaría pincha a 2 pesos para la tribuna oficial y a 1 peso para las populares. "Los pedidos deberán ser limitados y hacerlos de 8 a 11 o de 2 a 6 p.m.", informaron. Esta cuestión también fue blanco de críticas por el periódico fundado en 1884: "No hay derecho por cierto para aristocratizar un sport popular como es el foot ball y mucho menos en una ciudad como La Plata donde hasta el presente los centros sportivos habían desarrollado una acción saludable en pro del fomento del sport".
Al partido concurrió tanta gente que se improvisaron sobre la marcha tribunas fuera de los límites de la cancha: las hubo "sobre el edificio de los cuarteles de la calle 57, sobre los árboles de las calles linderas al field y sobre algunos carros de vendedores ambulantes cuyos dueños cobraban diez centavos para ceder un asiento en sus vehículos", relató El Día.
"El día de mañana comporta para los aficionados de esta capital la fecha histórica de todos anhelada. Se verifica por primera vez el lance Estudiantes - Gimnasia y Esgrima, y evocarlo es precisar la más caballeresca rivalidad alardeada por clubs platenses desde que en ella se juega foot ball. Dispuesta la partida bajo el marco de entusiasmo a que la han llevado los anticipados comentarios de nuestros deportistas, presumiendo una lucha singular y un juego meritorio. El ánimo partidario se ha templado en la escuela del 'rendez vous amistoso' y esta será la hora en que amigablemente las partes embanderadas en uno u otro bando, ajustarán apuestas por los colores favoritos", publicó por su parte El Argentino.
Se supo también que en la Asociación Argentina de Football analizaban suspender los partidos de Primera División y de Segunda que estaban programados para el domingo 27 de agosto, "en mérito del encuentro Estudiantes - Gimnasia y Esgrima que se realiza ese día".
El Argentino relató cómo en la noche previa al partido vandalizaron los alrededores de la cancha de Estudiantes.
En la previa al partido, un grupo de personas vandalizó los alrededores de la cancha de Estudiantes. Los diarios hablaron de "manos criminales" que "procedieron en la noche anterior a cortar el nuevo alambrado que se construye alrededor del field del Club Atlético Estudiantes, sito en la calle 57 y 1". "El hecho es condenable en alto grado, porque solamente cerebros desequilibrados pueden mirar de mala manera ese esfuerzo de la vieja institución atlética, que tanto va a embellecer su campo de deportes", sentenció El Argentino.
Pero al margen de las polémicas, en la previa reinó la expectativa generalizada. "Reina un vivo entusiasmo entre el elemento deportivo platense por la realización de este partido de primera liga, que se jugará, como se sabe, mañana a las 2.30 p.m., en la cancha del Club Atlético Estudiantes, calle 57 y 1. Oficialmente nos comunicó el club estudiantil que su equipo formará así: Ovidio Duarte Indart; Ludovico Pastor y Carlos Galup Lanús; José Aranguren, Edmundo Ferreroa y Rufino Tolosa; Julio J. Lamas, Delfín Lazcano, Alfredo Letamendi, Jorge A. Calandra y Alfredo Capellini. El team de G. y Esgrima, estará así: Emilio Fernández; Diómedes Bernasconi y Ángel Varela; Eleodoro Negri, Roberto Felices y A. Iglesias; Américo Girotto, Ángel Bottaro, N. Guruciaga, Manuel Álvarez y Roberto Arrúa”, anticipó El Día el sábado 26.
Con dos 2-3-5, no hubo misterio en las formaciones.
EL PARTIDO
"Sería trivial hablar aquí de la importancia o del carácter del partido que hoy será consagrado clásico. Solo diremos que tanto Estudiantes como Gimnasia y Esgrima van pletóricos de entusiasmo, causa bastante suficiente para echar por tierra a los cálculos de la lógica, aunque esta realmente no existe en materia de football", se leyó en la página deportiva de El Día en la mañana del 27 de agosto de 1916, tal vez la primera vez que se habló de "clásico".
"Gimnasia y Esgrima y Estudiantes -ramas de un mismo árbol- tienen entre sí una rivalidad que se justifica con un doble motivo: el antagonismo, que nació en la escisión producida en Estudiantes y el hecho de ser dos clubs de una misma localidad. Pero, se trata tan solo de una rivalidad amistosa, como debe ser en realidad, la del verdadero sportman", habían escrito antes.
Una de las imágenes del primer clásico platense, publicada en El Argentino el lunes 28 de agosto de 1916.
El partido correspondía a la fecha 14, estaba pautado para las 14.30 de ese domingo de 1916 en 57 y 1, y contó con la presencia de casi 3 mil espectadores, algunos de ellos colgados de los árboles. En los diarios se destacó el "buen servicio de vigilancia, a cargo de agentes de infantería, convenientemente distribuidos dentro y fuera del field, que guardó el orden, el cual felizmente no fue alterado en ningún momento a pesar del acaloramiento de los ánimos".
En cuanto al juego, los analistas coincidieron en que el primer tiempo Gimnasia fue muy superior a Estudiantes, mientras que en el segundo fue al revés. Se describieron pasajes futbolísticos de alto nivel, "a pesar de que hubo bastante brusquedad entre los contendientes".
Los equipos salieron al field a las 14.50 y el árbitro realizó el sorteo cinco minutos después, según la crónica de El Día. Resultó ganador Estudiantes, que eligió el arco que da a calle 57. "A las 3 p. m. el juez ordenó comenzar la brega, y no habían transcurrido dos minutos de juego, cuando penan a Estudiantes por 'foul' a Bernasconi en momentos que cargaban los forwards". El quinteto ofensivo mens sana arrancó más enchufado y así llegó el único gol del partido, a los 24 minutos de esa primera etapa: el defensor pincha Ludovico Pastor intentó quitarle la pelota al delantero tripero Manuel Álvarez, "pero este forward, con una tenacidad admirable, acosó de tal manera a Pastor, obligándole a llevar el globo hasta su arco; entonces, el zaguero, ante la material imposibilidad de hacer otra jugada, optó por impulsar la pelota hacia Duarte Indart, en la inteligencia de que el arquero la rechazara, pero su acción fue por demás enérgica y la pelota se anidó en la red, ante la estupefacción general, quedando acreditado de esta manera, el goal que dio el triunfo a Gimnasia y Esgrima".
La crónica completa del diario La Nación en su edición del lunes 28 de agosto de 1916.
El diario La Nación le dedicó una parte importante de su sección deportiva a la crónica detallada del clásico. En su edición del lunes 28 de agosto escribió que "son del dominio público las causas que habían intensificado la rivalidad deportiva entre los dos cuadros de la primera división de los clubs de la capital platense", previo a concluir que “los dos cuadros hicieron ayer un excelente match y si en el primer período los visitantes acentuaron sus ataques en el segundo hicieron lo propio los locales, destacándose Lazcano, Hirschi y Galup Lanús de los vencidos y Bottaro, Felices y Fernández de los vencedores".
La concurrencia al primer clásico platense fue tan nutrida que hubo gente que tuvo que ver el partido subida a techos y árboles.
Días después, la dirigencia de Gimnasia fue hasta la Asociación Argentina de Football para exigir "una investigación respecto de las entradas vendidas en el match con Estudiantes, pues, arguye la referida entidad que el porcentaje que le ha correspondido guarda mucha desproporción con el público que asistiera al encuentro". La polémica se disipó enseguida y el campeonato continuó su marcha. Racing salió campeón y Belgrano Athletic y Quilmes descendieron. Gimnasia hizo una gran temporada y terminó cuarto, mientras que Estudiantes finalizó en mitad de tabla.
"Siguieron ayer los comentarios relacionados con el gran lance de antes de ayer. Salvada la moral de ambas instituciones, atento el comportamiento de jugadores y público, debe aceptarse el fallo de la lucha, como el exponente de un triunfo meritorio", se leyó en El Argentino el martes 29 de agosto.
La conclusión fue certera: "La Plata footballística ha ganado con este encuentro una de sus mejores páginas".