Las declaraciones de tres testigos presenciales marcaron el pulso de la segunda jornada de juicio oral para dos kicboxers y un abogado acusados del intento de homicidio de un joven en el marco de una pelea por presuntos incidentes de tránsito sobre el Camino Centenario a la altura de Gonnet, en la tarde del 23 de diciembre de 2018. Por este hecho son juzgados el peleador profesional de kickboxer Leonardo "La Sombra" de Oliveira Trindade, el peleador amateur Ezequiel "El Rey" Reymundo y el abogado César Floricich.
La primera en declarar fue Fernanda Barriento. Recordó que esta tarde viajaba junto a su marido en una camioneta. Volvían a La Plata por Camino Centenario desde la localidad de Alpargatas, al llegar al semáforo de calle 501 observó como uno de los acusados (Reymundo) le dio un golpe en el rostro a Gonzalo Colombo y el agresor junto a su amigo se fueron rápidamente de la escena lesiva. “Fue impactante como sucedió todo, una doctora le hizo los primeros auxilios, la ambulancia tardó como 25 minutos en llegar”. Luego fue el turno de su marido, Gustavo Acevedo, quien dio una versión similar.
Tras las declaraciones los abogados defensores Ricardo Callabá (por De Oliveira Trindade) y Mariano Pomares (por Reymundo) solicitaron a los jueces que ordenen una investigación por presunto falso testimonio. Sucede que luego de que el fiscal Mariano Sibuet y las defensas leyeran parte de las declaraciones dadas en sede policial, al inicio de la investigación, la pareja respondió con evasivas o falta de memoria. Los defensores sospechan que se tratan de declaraciones “armadas” en sede policial para sostener el relato de los denunciantes.
Luego llegaría el turno de Melina Argüero, pareja de De Oliveira con quien tienen un hijo. Aclaró que no están casados legalmente, pero llevan juntos más de seis años. En la tarde del hecho ella venía en el auto junto a su pareja, y aportó una trama con más secuencias de hecho.
Hasta el momento la versión oficial sostiene que todo ocurrió por unas maniobras de tránsito en el camino Centenario, que derivó en la agresión de Reymundo a Colombo. Pero, según la testigo, la secuencia es más amplia.
“Volvíamos de Parque Pereyra, fuimos a pasar la tarde, a tomar unos mates. Al llegar al semáforo del ‘Regimiento’ (Centenario y 476, en City Bell) veo a una persona con medio cuerpo dentro de auto donde iban Ezequiel y César (Florich)”. Cuando el semáforo dio luz verde retomaron el viaje a La Plata y observó que Colombo “abría la puerta con el auto en marcha e invitaba a pelear a Ezequiel”.
Al llegar a la esquina de 501, se produce el desenlace de la historia. “No vi el golpe, pero lo escuché, en ese momento no sabía quién pegó, pero después Ezequiel me dijo que fue él”, clarificó la testigo ofrecida por el fiscal y el defensor Callabá, quien le pidió que relate “todos los problemas que tuvo la familia tras el hecho”. La testigo rompió en llanto y en el momento más dramático de la exposición describió que la causa en curso “nos trajo un montón de problemas, como familia estuvimos en situaciones horribles, perdimos trabajos, nos quedamos encerrados por temor a la condena social”. Fue un momento liberador para la joven quien se fue de la sede del fuero Penal de La Plata abrazada por su compañero que intentaba consolarla.
LINEAMIENTOS
En el inicio del juicio el fiscal de juicio Mariano Sibuet expresó que intentará probar que Reymundo y Floricich intentaron matar a golpes a Colombo. No acusó a de Oliveira Trindade ya que la fiscal de instrucción no requirió que sea juzgado en debate oral, pero llegó a esa instancia por impulso del abogado Marcelo Peña en representación de la víctima.
Mariano Pomares, abogado defensor de Reymundo, sostuvo que probará que no existió la intención de matar y que ante un hipotético escenario de sentencia deberá ser por el delito de lesiones graves. A su turno el abogado Ricardo Callabá, defensor de Oliveira Trindade, señaló que hubo una provocación previa de "la supuesta víctima", recordó que llegó "prácticamente sobreseído a juicio ya que no lo requirió elevación a juicio y la medida fue consentida por la Fiscalía de Cámara". "Lo único que hizo fue bajarse del auto cuando la persona estaba caída en el piso, llegó a este juicio tozudez jurídica y burocracia", alegó el experimentado letrado. Por último, Julio Beley, defensor de Floricich, planteó dos escenarios. El primero es que su defendido es ajeno al hecho y el segundo que, ante una eventual condena, sea por el delito de lesiones leves". También señaló que "hubo una agresión previa de la supuesta víctima".
El juicio oral está cargo del Tribunal Oral Criminal V de La Plata integrado por la presidencia de Carmen Palacios Arias y las vocalías de Ezequiel Medrano y Claudio Bernard por la secretaría de Rosario Goñi. El bloque acusatorio está conformado por el fiscal Mariano Sibuet y el abogado libertario Marcelo Peña.
CONFESIÓN
En plena instrucción de la causa los acusados Reymundo y Oliveira Trindade, rompieron el silencio ante las cámaras de 0221.com.ar. Rechazaron haber intentado matar a la víctima, se mostraron arrepentidos y uno de ellos pidió "perdón" a la víctima y su familia.
Reymundo despegó a su amigo del caso. Aseguró que fue él quien le pegó un golpe de puño y una patada a Colombo, pero en respuesta a una agresión previa que dice haber sufrido por parte de la víctima. "En ningún momento quise matar a nadie, admito que le pegué, me arrepiento de ese momento, de haber reaccionado, le pido perdón al chico y a su familia", le dijo a 0221.com.ar, quien, según su versión, no es peleador profesional, pese a su alto nivel de entrenamiento. De Oliveira sí era luchador profesional, pero su licencia fue revocada tras el incidente. "No puedo salir de mi casa, estoy todo el día encerrado", dijo La Sombra" y se defendió: "Me arrepiento de haber bajado del auto, cuando lo hice, el chico ya estaba en el piso, yo no le pegué".
Ninguno de los acusados estuvo prófugo. De Oliveira Trindade llegó excarcelado a juicio. Reymundo está con prisión preventiva hace 4 años y 7 meses, mientras que Floricich se presentó espontáneamente en sede judicial tiempo después, aunque nadie lo reconoció durante la investigación.
